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REUNIÓN 1

3

congestiva, hipertensión, edad ≥ 75 años, diabetes o ictus previo

2

. Se

distinguen 3 categorías de riesgo. En la categoría más alta, con una inci-

dencia estimada de tromboembolia superior al 10% anual, estarían aquellos

pacientes con CHADS

2

> 5 o 6 puntos, o que han tenido un accidente

isquémico transitorio o un ictus en los últimos 3 meses, o que se asocia

a enfermedad valvular. El riesgo intermedio lo constituirían los pacientes

con CHADS

2

entre 3 y 4, y los pacientes de bajo riesgo serían aquellos con

CHADS

2

de 0 a 2 puntos y sin historia previa de ictus o accidente isquémico

transitorio (tabla 1.1)

3,4

.

En pacientes con FA sin tratamiento anticoagulante se estima que el riesgo

tromboembólico anual es del 4-5%. Este riesgo aumenta de forma considera-

ble conforme aumente la puntuación en la escala de riesgo CHADS

2

, llegando

hasta el 18,2% anual en ausencia de anticoagulación en los pacientes con

una puntuación de 6

2,5

. Esto quiere decir que, si se considera una semana

aislada sin tratamiento, el riesgo estimado sería del 0,1% (5% a las 53

semanas): un riesgo relativamente bajo. Sin embargo, recientemente se ha

publicado un trabajo en el que se evaluó la incidencia de ictus en pacientes

con FA crónica sometidos a diversos procesos quirúrgicos y esta incidencia

fue bastante mayor a la esperada: un 1,8% en solo 1 mes de seguimiento

2

.

Asimismo, otros 2 estudios publicados en el año 1995 valoraron el riesgo

de recurrencia tromboembólica en los pacientes con tromboembolia venosa

(TEV) cuando se suspende el tratamiento con anticoagulantes

6,7

. En ambos

estudios se comparaban duraciones muy cortas de tratamientos (4-6 sema-

nas) frente a tratamientos más prolongados (entre 3 y 6 meses)

6,7

. En

ambos estudios, la finalización prematura del tratamiento anticoagulante se

asoció con un significativo aumento de recurrencias tromboembólicas (8%

vs 1% a las 8 semanas de la suspensión de la anticoagulación).

Se sabe que continuar con el tratamiento con ACO antes de un proceso

quirúrgico o invasivo aumenta el riesgo de sangrado en el período periope-

ratorio, y que la ausencia de terapia anticoagulante postoperatoria conlleva

un mayor riesgo de TEV, especialmente tras una intervención de cirugía

mayor

4

.