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1616

Capítulo

257 Enfoque del paciente con enfermedades alérgicas o inmunitarias

257

Enfoque del paciente

con enfermedades alérgicas

o inmunitarias

Stephen I. Wasserman

Las enfermedades y trastornos alérgicos del sistema inmunitario afectan amúltiples sis-

temas orgánicos y pueden surgir de diferentes maneras. Se remite al lector a la sección

VII para una exposición detallada del sistema inmunitario y de trastornos autoinmu-

nitarios e inmunitarios adquiridos específicos. Este capítulo aborda los trastornos

alérgicos, lamanifestaciónmás frecuente de la disfunción del sistema inmunitario y las

inmunodeficiencias primarias, que sonmanifestaciones infrecuentes de la disfunción

inmunitaria. En aras de la claridad, estos dos temas se tratan por separado.

Enfermedades alérgicas

Definición

Los trastornos alérgicos son frecuentes y su prevalencia está aumentando, en par-

ticular en las sociedades occidentales urbanizadas. Se dice que las enfermedades

alérgicas son el trastorno más frecuente que ven los médicos de asistencia primaria.

Además, incluso en pacientes no alérgicos, la consideración de la alergia entra con

frecuencia en el diagnóstico diferencial de un problema. Por tanto, conocer cómo

abordar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes alérgicos tiene una gran

importancia para la práctica de la medicina interna. Los trastornos alérgicos se

deben a la interacción entre un huésped sensibilizado (uno que produce anticuerpos

del tipo inmunoglobulina E [IgE] que reconocen un antígeno específico) y un

alérgeno específico. No todos los pacientes que poseen anticuerpos IgE específicos

reaccionan de forma adversa ante la interacción con el alérgeno, y a tales sujetos se

los denomina

sensibilizados

pero no

alérgicos.

Los trastornos alérgicos primarios son

la rinoconjuntivitis alérgica estacional (fiebre del heno), la rinitis alérgica perenne o

la sinusitis, el asma, la anafilaxia (en especial secundaria a alimentos, medicamentos

y picaduras de himenópteros), la urticaria o el angioedema, la dermatitis atópica

(eccema) y la alergia a los alimentos.

Epidemiología

En la actualidad se calcula que más del 50% de la población es atópica (es decir, capaz

de montar una respuesta inmunitaria IgE y de mostrar una respuesta de hipersensibi-

lidad inmediata positiva en la prueba de la punción con los aeroalérgenos comunes).

Desde el punto de vista clínico, el 10-20% de la población general sufrirá rinoconjun-

tivitis alérgica, el 5-7% asma activa y el 20% urticaria en algún momento.

El aumento de las enfermedades alérgicas notado en los últimos dos decenios se

considera resultado de la mejora de las condiciones higiénicas, la reducción de las

infecciones en los lactantes y los niños y el aumento del estilo de vida sedentario

y en interiores. Estos cambios parecen asociarse a una activación menos eficaz

del sistema inmunitario innato, lo que por tanto altera la maduración protectora del

sistema inmunitario adquirido. El sesgo inmunitario dentro del útero y en la lactancia

es hacia la respuesta inmunitaria dirigida por el linfocito T cooperador del tipo 2

(T

H

2), que es la vía inmunitaria necesaria para la expresión de las enfermedades

alérgicas. La generación ineficaz de linfocitos T reguladores subyace a la génesis y

persistencia de la alergia. Se propone por tanto que sin una infección suficiente al

principio de la infancia para inducir un cambio hacia una respuesta inmunitaria T

H

1

eficaz y protectora, las enfermedades alérgicas tienenmás probabilidades de aparecer

durante la infancia. Se han obtenido pruebas epidemiológicas importantes que

apoyan esta idea, ahora denominada

hipótesis de la higiene.

De este modo, la alergia

es más prevalente en los sujetos con estado socioeconómico más alto, en los que

viven en zonas urbanas, en las comunidades menos contaminadas (p. ej., Alemania

Occidental), en los niños nacidos en primer lugar en lugar de en los hermanos

posteriores, en los que han recibido múltiples vacunas y en los que están libres de

enfermedades micobacterianas. Por el contrario, los niños que viven en granjas,

en comunidades rurales y en zonas más contaminadas (p. ej., Alemania Oriental),

así como los niños con infección por micobacterias y los que han experimentado

múltiples infecciones al principio de la infancia tienenmenos probabilidades de sufrir

trastornos alérgicos. Parece existir una relación dependiente de la concentración

entre la exposición a la endotoxina (como marcador de la higiene) y la incidencia de

sensibilización alérgica. Los valores bajos y muy altos de exposición a la endotoxina

se asocian a una maduración anormal del sistema inmunitario y a la expresión de la

alergia, mientras que los valores moderados de exposición predisponen al fenotipo

no alérgico.

Biopatología

La persistencia o activación aberrante de los linfocitos T

H

2 lleva a la generación de

citocinas (p. ej., interleucinas 4, 5, 13) que estimulan la síntesis en los linfocitos B

de anticuerpos IgE y la producción de leucocitos polimorfonucleares eosinofílicos.

La expresión de los trastornos alérgicos se debe a la interacción entre el alérgeno es-

pecífico y la IgE reactiva con el alérgeno unida a receptores de afinidad alta situados

en los mastocitos y los basófilos. Esta interacción lleva a la activación de las células

diana y a que liberen mediadores preformados asociados a los gránulos (cuyo ejem-

plo es la histamina), la síntesis de mediadores lipídicos a partir de los lípidos mem-

branarios (leucotrienos sulfidopeptídicos) y la transcripción y secreción de citocinas

como el factor de necrosis tumoral

a

y las interleucinas 4, 5 y 13. Estos mediadores

inducen directamente la contracción del músculo liso, la dilatación vascular y la fuga

de líquido a través del endotelio; también provocan la expresión de moléculas de

adhesión vascular y atraen y activan leucocitos inflamatorios, en particular linfoci­

tos TCD4

+

, basófilos y eosinófilos. Estos y otros mediadores dependientes de la IgE

se consideran responsables de la estimulación de la proliferación del músculo liso y

de la reestructuración tisular.

Diagnóstico

La alergia es un trastorno inmunitario sistémico, por lo que su expresión puede ser

multifocal. Es fundamental recordar este hecho al estudiar al paciente con sospecha

de problemas alérgicos porque centrarse sólo en el síntoma de presentación principal

puede ser insuficiente para identificar todos los aspectos médicos pertinentes en un

paciente dado.

Anamnesis

Las enfermedades alérgicas tienen un grado alto de carácter hereditario, y hay

un mayor grado de concordancia en los gemelos idénticos. El riesgo de expresar

enfermedades alérgicas es mayor si los dos progenitores son atópicos. La herencia

de manifestaciones específicas de la alergia y del alérgeno específico al que se sensi-

biliza el paciente es menos sencilla. Con frecuencia, el diagnóstico de los trastornos

alérgicos es fácil y puede hacerse preguntando sobre la naturaleza de los síntomas

del paciente, cuándo y dónde se producen las reacciones y qué tipo de exposición

considera relevante el paciente para la inducción o exacerbación de los síntomas

( tabla 257-1 )

.

Rinitis estacional y perenne

Los pacientes con rinitis estacional y perenne (cap. 259) suelen presentar síntomas

de prurito nasal y palatino, estornudos, rinorrea acuosa, prurito, enrojecimiento

y quemazón ocular y obstrucción nasal que, cuando son intensos, pueden causar

anosmia. En la evaluación de las posibles causas de la rinoconjuntivitis estacional

o de la sinusitis, el momento del año en que aparecen los síntomas es importante

para asociar los síntomas a la floración de los árboles (principio de la primavera),

las gramíneas (final de la primavera y verano) y las malezas (otoño). En algunos

pacientes con síntomas perennes, las múltiples estaciones solapadas del polen son

responsables de sus síntomas. Las exposiciones de interior en el hogar, el colegio,

el trabajo o las zonas recreativas a animales con pelo, ácaros del polvo o insectos y

© 2013. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

Síntomas, signos y tratamiento

de la enfermedad alérgica

SÍNTOMAS Y SIGNOS

ABORDAJE TERAPÉUTICO

SÍNTOMAS

Cutáneos: picor, exantema

Oculares: sensación de arenilla, picor

Vía respiratoria alta: prurito palatino,

rinorrea clara, estornudo,

obstrucción nasal

Vía respiratoria baja: sibilancias, tos,

disnea

Gastrointestinal: náusea, vómito,

retortijón

Antihistamínico H

1

Antihistamínico H

1

tópico o estabilizador

del mastocito

Corticoide tópico, antihistamínico H

1

oral,

antileucotrieno, antihistamínico H

1

tópico

nasal

Agonista

b

2

, corticoide inhalado, agonista

b

2

inhalado, antileucotrieno, metilxantina oral,

corticoide parenteral, anti-IgE parenteral

Adrenalina (si causados por anafilaxia),

corticoide oral, cromoglicato oral

SIGNOS

Cutáneos: enrojecimiento, urticaria,

angioedema, eccema

Ocular: eritema conjuntival, quemosis

Vía respiratoria alta: palidez, edema,

rinorrea clara, pólipos

Vía respiratoria baja: sibilancias

Tabla 257-1