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Capítulo

257 Enfoque del paciente con enfermedades alérgicas o inmunitarias

1618

Lamagnitud de la reacción se correlaciona débilmente con el grado de sensibilización

y expresión de la alergia, aunque en el caso de ciertos alimentos existen datos de

correlación más precisos sobre el riesgo de alergia y la cantidad de IgE específica

frente al alérgeno detectado. Para evaluar en vivo la IgE específica frente al alérgeno,

se introduce en la piel una cantidad minúscula del alérgeno en cuestión mediante

una técnica de punción

(prick)

y se explora la respuesta cutánea de 15 a 30 minutos

después. Una respuesta positiva es aquella en que aparece un habón y eritema al

menos 2mmmayor que el causado por un control salino en la zona de la inyección.

Las pruebas en vivo son rápidas y baratas; su empleo exige que no haya dermo-

grafismo, que los pacientes no estén tomando medicamentos antihistamínicos y

que muestren una respuesta positiva frente a la histamina como control. En algunas

situaciones (p. ej., alergia a la penicilina o a la picadura de himenóptero) se inyecta

un alérgeno más diluido por vía intradérmica y se evalúa la respuesta de habón y

eritema de forma análoga. Son necesarias la presencia de la IgE específica frente al

alérgeno y una clara relación temporal entre la exposición al alérgeno y la génesis

de los síntomas para concluir que un paciente es alérgico a un alérgeno específico.

Sin los síntomas, el paciente con IgE específica frente al alérgeno se denomina

sensibilizado pero no alérgico.

También pueden usarse pruebas de provocación específicas para identificar la

respuesta al alérgeno. Tales pruebas en presencia del anticuerpo IgE específico pueden

ser útiles en el marco de la investigación, o pueden usarse en la clínica para aclarar

la relación exacta entre la exposición y los síntomas. Sin embargo, tales pruebas

pueden ser peligrosas porque introducen el alérgeno frente al cual se supone que

es alérgico el paciente. En la alergia a los alimentos, tales provocaciones es mejor

hacerlas a doble ciego y controladas con placebo; pueden ser útiles para separar la

alergia de la sensibilización o eliminar el alimento sospechoso de la consideración.

Sin embargo, las pruebas de provocación con alimentos no son necesarias en el caso

de una anafilaxia y una prueba positiva del anticuerpo IgE frente al alérgeno putativo.

Debido a que muchos pacientes creen falsamente que los alimentos son responsables

de sus síntomas, estas provocaciones a doble ciego pueden ser útiles para dirigir las

preocupaciones de los pacientes hacia áreas más productivas. Las pruebas inhalativas

que emplean alérgenos o sustancias químicas específicas han resultado útiles para

aclarar algunos casos de alergia o asma ocupacional.

Otras pruebas de laboratorio en las enfermedades alérgicas

En un paciente con asma aguda, las radiografías de tórax suelen mostrar una hiperin-

suflación. En algunos casos puede haber signos de bronquiectasias, una observación

que plantea el espectro de la aspergilosis broncopulmonar alérgica. En la radiografía

de tórax puede notarse la presencia de un tumor o un cuerpo extraño radiopaco,

lo que debe buscarse en un paciente con sibilancias unilaterales localizadas. En la

exploración de un paciente con asma, la evaluación del flujo aéreo y los volúmenes

puede dar un cuadro claro de la gravedad del asma y su respuesta al tratamiento. Las

curvas de flujo y volumen también pueden identificar la presencia de una disfunción

de las cuerdas vocales. Cuando se evalúa a los pacientes con una obstrucción de la

vía respiratoria, su respuesta a los medicamentos inhalados agonistas

b

2

puede ser

útil para aclarar la naturaleza reversible de su trastorno. Casi todos los pacientes

asmáticos que muestran broncoconstricción manifiestan una respuesta broncodi-

latadora a la inhalación de tales sustancias. En los casos de sospecha de asma en los

que la función pulmonar es normal, puede hacerse una provocación con histamina

o metacolina. Estas sustancias aprovechan la ventaja de la hiperreactividad bronquial

inespecífica característica de los pacientes con asma. La falta de broncoconstricción

con la inhalación de cualquiera de estas sustancias va fuertemente en contra del

diagnóstico de asma.

También pueden ser útiles otras herramientas de laboratorio para identificar y

clasificar los trastornos alérgicos. La audiometría puede aclarar el grado de pérdida

de audición causado por la otitis media en un paciente con rinitis alérgica. Cuando

se sospecha una sinusitis, la tomografía computarizada de los senos ofrece la prueba

de imagen más completa y tiene el mayor grado de sensibilidad para la identificación

del engrosamiento de la mucosa, la opacificación de los espacios aéreos y la presencia

de pólipos y erosiones óseas. La tomografía computarizada es particularmente útil

para explorar los senos etmoidales y esfenoidales, que se ven afectados a menudo en

las enfermedades alérgicas crónicas y son difíciles de evaluar en la exploración física

o con las radiografías simples.

La cuantificación de la eosinofilia en la sangre, el esputo, el moco nasal o los tejidos

y la respuesta al tratamiento corticoideo son correlatos útiles en la identificación y

el tratamiento de las enfermedades alérgicas. La cuantificación de la triptasa, una

proteasa específica del mastocito con una semivida en el suero de 2 horas, puede

ayudar al diagnóstico de la anafilaxia si se realiza en suero o plasma obtenido en las

horas siguientes a la respuesta sistémica con hipotensión asociada.

Enfermedades inmunitarias

Epidemiología

Las enfermedades relacionadas con la alteración de la función inmunitaria (inmu-

nodeficiencia) son mucho menos frecuentes que los trastornos alérgicos. La más

frecuente es el déficit de IgA, que aparece en alrededor de 1 cada 1.000 sujetos

y es a menudo asintomática. Los siguientes en frecuencia son los trastornos de

los linfocitos B y T como la hipogammaglobulinemia variable común y otros

trastornos como el síndrome de DiGeorge y la inmunodeficiencia combinada

grave (cap. 258). Son mucho menos frecuentes los defectos de la función del

neutrófilo o del complemento.

Diagnóstico

La expresión clínica de los trastornos por inmunodeficiencias es sobre todo la in-

fección relacionada con una alteración de las defensas del huésped. De este modo,

el diagnóstico de una inmunodeficiencia sospechada es la evaluación de infecciones

recidivantes, persistentes, graves e inexplicadas de otromodo. La mayoría, aunque no

todos, de los trastornos inmunitarios surgen en la primera infancia, y con la mejora del

tratamiento muchos pacientes que debutan en la infancia viven hasta la vida adulta.

Es importante para el internista general y el subespecialista en medicina interna ser

conscientes de la presentación de estos trastornos.

Anamnesis

La información más importante para la anamnesis incluye las siguientes: la edad de

inicio del problema en cuestión; el antecedente familiar de infecciones frecuentes o

muertes a una edad temprana por infección; el número, localizaciones y tipo de infec-

ciones; y la presencia de otras anomalías físicas

( tabla 257-3

). Cuanto antes empiecen

las infecciones, más grave será probablemente el defecto inmunitario. Los defectos de

los linfocitos T, con o sin defectos del linfocito B, suelen aparecer en los primeros 3 a 5

meses de vida, mientras que la función del linfocito B está apoyada por los anticuerpos

maternos durante los primeros 6meses de vida. Muchos trastornos inmunitarios están

ligados al X y en tales situaciones son fundamentales los antecedentes familiares. La

muerte relacionada con infecciones de un hermano varón del paciente o de la madre

del paciente debe llevar a cuestionarse un trastorno ligado al X.

En un paciente con un trastorno del linfocito T, las infecciones más frecuentes son

las víricas, micóticas, micobacterianas y oportunistas de otros tipos

(Pneumocystis

jiroveci, Toxoplasma gondii),

y las vacunas con virus vivos pueden asociarse a una

enfermedad vírica diseminada y progresiva. La candidiasis oral persistente, la diarrea,

la malabsorción y el retraso del crecimiento al principio de la infancia pueden indicar

la presencia de anomalías en los linfocitos T.

En el déficit de linfocitos B o anticuerpos predominan las infecciones bacterianas

piógenas, en particular las infecciones por microorganismos encapsulados. Tales in-

fecciones suelen afectar a la vía respiratoria superior e inferior y a la piel, y son graves y

persistentes. Las infecciones por microorganismos inusuales, con complicaciones

Ventajas e inconvenientes de los diversos métodos de diagnóstico en alergia

MÉTODO

SELECCIÓN DEL PACIENTE

VENTAJAS CLÍNICAS

INCONVENIENTES CLÍNICOS

Pruebas cutáneas

Indicación clínica que sugiera enfermedad

alérgica

Resultado rápido (15-30 min.)

Sensible y específico; punción

prick

para los

aeroalérgenos, punción

prick

seguida de pruebas

intradérmicas para los fármacos, los sueros y los

venenos

El paciente no debe estar tomando

antihistamínicos H

1

durante 5-7 días

No interpretables si hay dermografismo

Requiere una cantidad suficiente de piel sana

para permitir realizar la prueba

Pruebas in vitro

Indicación clínica que sugiera enfermedad

alérgica

El tratamiento antihistamínico no está contraindicado

El dermografismo no es un problema

Sensible y específico; igual a las pruebas cutáneas de

punción

prick

Requiere la extracción de sangre

Resultado lento (7-14 días)

Tabla 257-2