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ENFERMEDADES Y CONDICIONES MAMARIAS

Quistes mamarios

QUISTES MAMARIOS

OBJETIVO

Las masas quísticas mamarias son frecuentes en la

mujer. Ante los quistes mamarios, el objetivo es

diferenciar los que representan una amenaza de

los que pueden ser seguidos de forma conserva-

dora.

Magnitud del problema:

Algunos autores estiman

que los quistes se forman o aparecen en apro-

ximadamente el 50% de las mujeres durante

los años fértiles. Aproximadamente una de

cada cuatro mujeres requiere atención médica

para algún tipo de problema mamario, que a

menudo es una masa palpable. La causa más

frecuente de un quiste mamario palpable es un

cambio fibroquístico, que afecta de un tercio a

tres cuartos de todas las mujeres. También pue-

den causar quistes la dilatación de los conduc-

tos galactóforos y diversas complicaciones de

la lactancia mamaria (galactocele, absceso).

Orientación:

Diagnóstico y tratamiento apropiado

de las pacientes con quistes mamarios; tran-

quilizar y proteger la salud.

PLANTEAMIENTO

Fisiopatología:

No está clara la patogenia de los ti-

pos más frecuentes de cambios quísticos (los

asociados con cambios fibroquísticos). Los

cambios cíclicos hormonales inducen cambios

estromales y epiteliales que pueden conducir a

la formación de fibrosis y quistes. Éstos pue-

den ser simples o agruparse, con un diámetro

de hasta 4 cm. Los quistes pequeños tienen un

aspecto firme y están llenos de líquido claro,

que les da un aspecto azulado. Los quistes más

grandes pueden tener un color marronáceo, re-

sultado de una hemorragia en su interior. Las

secreciones espesas o lechosas pueden formar

una dilatación quística de conductos galactófo-

ros (galactocele, ectasia ductal) que pueden

palparse como una masa quística. En la es-

troma que los rodea pueden observarse grados

variables de fibrosis e inflamación. (La filtra-

ción del líquido quístico alrededor del tejido

provoca una respuesta inflamatoria que puede

alterar los hallazgos físicos y que imita a un

cáncer.) Los hallazgos microscópicos asociados

con los quistes mamarios dependen de los

cambios fisiopatológicos.

Estrategias:

El diagnóstico y manejo de las masas

quísticas mamarias están basados en la

anamnesis, la exploración física y la aspira-

ción, con el uso ocasional adyuvante de ma-

mografía y ecografía. (La ecografía es muy

útil en la diferenciación de las masas mama-

rias sólidas o quísticas, pero tiene una limita-

ción espacial y no puede usarse para diferen-

ciar los tejidos benignos de los malignos.) La

aspiración con aguja de 22 a 25 G puede ser

diagnóstica y terapéutica. Si el quiste desapa-

rece completamente y no se forma de nuevo

después de un mes de seguimiento, no se re-

quiere tratamiento. El líquido aspirado de las

pacientes con cambios fibroquísticos es nor-

malmente de color pajizo. El líquido de color

marrón oscuro o verde se observa en quistes

de largo tiempo de evolución, pero también

es inocuo. El líquido sanguinolento requiere

una valoración más exhaustiva. La valora-

ción citológica del líquido obtenido es de es-

caso valor. Después de la aspiración de un

quiste, la paciente debería ser reevaluada en

2-4 semanas. La recidiva de los quistes o la

presencia de una masa palpable deberían va-

lorarse de inmediato mediante PAAF o biop-

sia abierta.

Información para la paciente:

Instrucciones para la

autoexploración mamaria mensual; folleto de

información para pacientes del Colegio Ameri-

cano de Obstetras y Ginecólogos AP026

(Detec-

ción y tratamiento de los problemas mamarios),

AP076

(Mamografía).

EJECUCIÓN

Consideraciones especiales:

Dado que la mayoría de

los cambios quísticos en la mama no se asocian

con procesos malignos y no son premalignos,

la presencia de atipia en alguno de los compo-

nentes celulares requiere especial atención

porque está asociada con un riesgo de maligni-

dad aproximadamente 5 veces mayor. En mu-

jeres mayores de 35 años debería considerarse

la mamografía antes de la aspiración debido a

la mayor incidencia de malignidad. Cuando se

realiza la aspiración, la mamografía debería

posponerse varias semanas, ya que se inducen

cambios debidos a la manipulación que difi-

cultan su interpretación. Las pacientes con his-

toria de quistes múltiples o cambios fibroquís-

ticos difusos o con historia familiar de en-

fermedad mamaria importante deben seguir-

se muy de cerca, incluyendo la realización de

mamografías y la investigación de otras lesio-

nes ocultas.