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Violación y síndrome traumático por violación
SALUD/ATENCIÓN PRIMARIA DE LA MUJER
do de serologías de sífilis y virus de la inmu-
nodeficiencia humana (VIH), antígenos de la
hepatitis y análisis de orina (frecuentemente
con un cultivo), aparte de una prueba de em-
barazo.
Pruebas de imagen:
Ninguna se halla indicada ex-
cepto si se sospecha la existencia de lesiones
internas.
Pruebas específicas:
Los
kits
de valoración especia-
les para violación están disponibles en mu-
chas jurisdicciones y deben emplearse si es
posible. La luz de Wood (ultravioleta) muestra
la fluorescencia del semen.
Procedimientos diagnósticos:
La exploración bajo
anestesia general está indicada cuando la pa-
ciente es incapaz de orinar o existe hematuria,
molestias abdominales bajas o signos de pér-
dida oculta de sangre, como hipovolemia.
Hallazgos anatomopatológicos
La exploración física resulta normal en la mitad
de las víctimas de violaciones. Las laceraciones
más frecuentes se encuentran en la pared vaginal,
en los fórnices laterales y en el fondo de saco de
Douglas.
MANEJO Y TRATAMIENTO
No farmacológico
Medidas generales:
Apoyo con compasión, cuidado
y sensibilidad. El objetivo primario es propor-
cionar tranquilidad y ayudar a recuperar el
control. Debe proporcionarse apoyo y asisten-
cia para conseguir el paso por las diferentes
fases hasta la resolución. Dado que uno de los
aspectos fundamentales de la agresión sexual
es la pérdida de control, todos los esfuerzos
deberían dirigirse a que la paciente controle
hasta los aspectos más triviales de su explora-
ción física.
Medidas específicas:
Existen tres responsabilidades
básicas en el cuidado de una mujer que ha
sido violada o maltratada sexualmente: la de-
tección y el tratamiento de las heridas graves,
la preservación de las pruebas y la protección
ante las secuelas. Todas las mujeres merecen
recibir consejo y un seguimiento estricto, así
como asistencia para reconocer y adaptarse a
los cambios que se producen en el síndrome
traumático por violación.
Dieta:
No se indican modificaciones específicas en
la dieta.
Actividad:
Sin restricciones.
Información para la paciente:
Folleto de información
para pacientes del Colegio Americano de Obs-
tetras y Ginecólogos AP114
(Anticoncepción de
urgencia)
, AP009
(Cómo prevenir enfermedades de
transmisión sexual)
.
Fármaco(s) de elección
Interrupción del embarazo: dietilestilbestrol
25 mg v.o. 2 veces al día durante 5 días con
proclorperacina 10 mg v.o. cada 8 h o etini-
lestradiol 0,05 mg más norgestrel 0,5 mg
2 pastillas v.o. 2 veces al día durante 2-5
días, etinilestradiol 50 g más levonorges-
trel 0,25 mg v.o. cada 12 h en 2 dosis.
Profilaxis de infecciones de transmisión sexual:
ceftriaxona 250 mg i.m., o
Espectinomicina 2 g i.m., ambas seguidas de
tetraciclina 500 mg v.o. 4 veces al día du-
rante 7 días, o
Doxiciclina 100 mg v.o. 2 veces al día durante
7 días.
Profilaxis del tétanos si está indicado.
Contraindicaciones:
Alergias conocidas o sospecha-
das, embarazo preexistente.
Precauciones:
Si se usan altas dosis de estrógenos
para la interrupción del embarazo, son fre-
cuentes las náuseas.
Fármacos alternativos
Interrupción del embarazo: etinilestradiol
5 mg/d v.o. durante 5 días o estrógenos
conjugados 10 mg v.o. 4 veces al día duran-
te 5 días. Para la interrupción del embarazo
puede colocarse un dispositivo intrauterino
como alternativa al tratamiento farmacoló-
gico.
Profilaxis de infecciones de transmisión se-
xual: amoxicilina 3 g v.o. o ampicilina 3,5 g
v.o. más probenecid 1 g v.o. como trata-
miento inicial; después, continuar como se
ha indicado anteriormente.
Eritromicina esterasa 500 mg v.o. 4 veces al
día durante 7 días; puede ser sustituida por
tetraciclina o doxiciclina.
SEGUIMIENTO
Control de la paciente:
Debe existir un contacto con-
tinuado, precoz y frecuente a través del médi-
co, agencias de servicios sociales o grupos de
apoyo. Debe realizarse un seguimiento a la
primera y segunda semana, al mes y periódi-
camente en adelante para proporcionar apoyo
e identificar problemas en la evolución. Se
debe realizar revaloración física a la semana y
a las 6 semanas para comprobar síntomas o
signos tardíos de infección pélvica, hemorra-
gias anormales, retraso de menstruaciones,
ideación suicida u otras posibles secuelas de la
agresión. Deben volverse a realizar la prueba