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1641

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Capítulo

261 Anafilaxia sistémica, alergia a los alimentos...

y la trombosis venosa y arterial. La mayoría de los pacientes sobrevive al ataque

agudo, pero las recurrencias son frecuentes y pueden evitarse o disminuirse con la

administración de terbutalina (20 a 25mg/día en dosis repartidas, según se toleren)

y teofilina (400 a 1.600 mg/día hasta alcanzar una concentración sérica máxima

entre 55,5 y 111

m

mol/l).

En algunos casos, la anafilaxia sistémica aparece junto a otro trastorno. Por ejemplo,

la hipotensión grave o su tratamiento con epinefrina pueden precipitar un infarto

agudo de miocardio.

La mastocitosis sistémica es un trastorno importante a considerar en el contexto de

una anafilaxia. En los adultos, una mutación somática activadora en el gen de

Kit

en

los progenitores de los mastocitos da lugar a una hiperreactividad de los mastocitos

y a una carga excesiva de mastocitos. La enfermedad puede remitir de forma espon-

tánea en los niños, si bien la remisión es infrecuente en el adulto. Los pacientes con

una concentración basal de triptasa elevada, uno de los criterios diagnósticos de la

mastocitosis sistémica, tienen un mayor riesgo de anafilaxia y la anafilaxia puede ser

una manifestación de un trastorno clonal subyacente del mastocito, como el síndrome

de activación mastocitaria o la mastocitosis sistémica. Por ejemplo, la anafilaxia en

respuesta a la picadura de un insecto, en particular sin IgE específica frente al veneno

(debida a agonistas directos del mastocito), debe plantear la posibilidad de este tipo de

trastornos. En el capítulo 263 se abordan los criterios diagnósticos de la mastocitosis

sistémica y del síndrome de activación mastocitaria.

Tratamiento

Las muertes por la anafilaxia son sobre todo el resultado de una constricción

de la vía respiratoria o de una hipotensión. Por ello, el tratamiento agudo de

la anafilaxia sistémica exige abordar la permeabilidad de la vía respiratoria, la

tensión arterial y el estado del corazón (

fig. 261-2 )

. Pueden ser necesarios la

intubación, la traqueotomía, los expansores del volumen y los vasopresores.

Los pacientes que exhiben cualquier signo o síntoma de hipotensión deben

asumir de inmediato la posición de Trendelenburg, lo que puede evitar la

progresión a un choque anafiláctico o lo que se ha llamado en las autopsias el

«síndrome del ventrículo vacío», porque casi todas las muertes por anafilaxia

hipotensa estuvieron precedidas de un síncope que se produjo en posición

sentada o erguida. La epinefrina inyectada por vía intramuscular en el muslo

(0,2 a 0,5mg en adultos, 0,01 mg/kg hasta 0,3mg en niños, repetida cada 5 a 30

minutos si está indicado) es el fármacomás importante que debe administrarse,

cuanto antes mejor, en el curso de la anafilaxia. También puede considerarse

la administración intravenosa de una solución de epinefrina (1mg por 100ml

de solución comenzando de 30 a 100ml/hora), ajustada a lamenor velocidad de

infusión eficaz. La epinefrina relaja el músculo liso bronquial y mejora el tono

vasomotor y la permeabilidad vascular, lo que combate el broncospasmo, la

hipotensión y el edema tisular. Sin embargo, hay que sopesar los beneficios

de la epinefrina frente a sus desventajas en los ancianos y en los que padecen

enfermedades cerebrovasculares o coronarias, hipertensión, diabetes, hiperti-

roidismo, miocardiopatía o glaucoma de ángulo estrecho, en los que se puede

precipitar un acontecimiento adverso como un infarto de miocardio, un acci-

dente cerebrovascular o un edema pulmonar. Además, los pacientes que toman

un betabloqueante pueden ser resistentes a la epinefrina; en tal caso pueden

usarse glucagón (1mg i.v., o 1-5 mg/hora i.v.) o vasopresina (5 a 40 IU i.v.). El

oxígeno debe administrarse mediante cánula nasal. Los broncodilatadores

inhalados pueden aliviar el broncospasmo. La administración parenteral de

antihistamínicos del receptor H

1

(difenhidramina, 1-2 mg/kg hasta 50 mg) y

del receptor H

2

(ranitidina, 300mg i.v. en 5 minutos) puede evitar la progresión

de algunos signos y síntomas, en particular de la urticaria y del prurito, pero

no es probable que revierta la hipotensión ni el edema tisular. La prednisona

(40mg v.o.) o Solu-Medrol (40mg i.v.) pueden reducir el riesgo de una reacción

prolongada o de una fase tardía de una anafilaxia bifásica, pero es improbable

que ejerzan ningún efecto beneficioso a corto plazo.

7WR

Prevención

Los pacientes que han experimentado una reacción anafiláctica tienen mayor riesgo

de sufrir otro episodio. Tales sujetos deben llevar un brazalete de alerta médica o

recibir instrucción sobre el uso de la epinefrina (p. ej., EpiPen), que deben llevar

consigo. Se recomienda evitar los betabloqueantes y los inhibidores de la ECA,

porque pueden empeorar la gravedad del episodio anafiláctico, y los betabloqueantes

interfieren claramente con el tratamiento agonista

b

. En sujetos con anafilaxia reci-

divante es beneficioso el uso profiláctico de antihistamínicos del receptor H

1

y H

2

.

Un antagonista de los leucotrienos y un inhibidor de la ciclooxigenasa deberían en

teoría añadir un beneficio adicional, pero esto no se ha estudiado bien. Finalmente,

la ciclosporina (3-5mg/kg/día) podría considerarse en casos difíciles de anafilaxia

recidivante por su capacidad de inhibir la activación del mastocito en el laboratorio

y en vivo en la urticaria crónica. Los glucocorticosteroides no inhiben la activación

del mastocito en el laboratorio ni las respuestas cutáneas inmediatas a los alérgenos

en vivo, pero pueden ser beneficiosos en pacientes seleccionados con anafilaxia

recidivante.

Los síndromes anafilácticos específicos tienen consideraciones especiales. El

tratamiento con anti-IgE en los sujetos alérgicos al cacahuete puede aumentar el

umbral de sensibilidad desde el equivalente a la mitad de un cacahuete a casi nue-

ve cacahuetes. La sensibilidad al veneno de los insectos puede tratarse de forma

selectiva mediante inmunoterapia con venenos, que reduce espectacularmente el

riesgo de anafilaxia en respuesta a futuras picaduras. Las reacciones a los contrastes

radiográficos pueden evitarse o atenuarse mediante la administración previa de

prednisona y antihistamínicos de los receptores H

1

y H

2

. Los pacientes hipersensibles

a la penicilina deben evitar los antibióticos

b

-lactámicos en general pero pueden

desensibilizarse si es necesario de forma crítica un antibiótico de esta clase (p. ej.,

penicilina para la neurosífilis). Sin embargo, la desensibilización es temporal; una vez

eliminado el fármaco es probable que la sensibilidad vuelva. La anafilaxia inducida

por progesterona puede responder al análogo de la hormona luliberina, el acetato de

leuprolida (Lupron) o a la ovariectomía o a los estrógenos conjugados. Los pacientes

con mastocitosis sistémica deben, además de instaurar las medidas farmacológicas

profilácticas, evitar el uso de agonistas directos del mastocito como la codeína, la

morfina y la vancomicina. Los sujetos intolerantes al ácido acetilsalicílico pueden

desensibilizarse, pero después deben continuar tomando una dosis diaria de ácido

acetilsalicílico para mantener su desensibilización. Los sujetos sensibles a alimentos

y látex deben evitar las sustancias provocadoras, aunque datos preliminares sobre la

neutralización con anti-IgE y la inmunoterapia oral indican que estas medidas pueden

conseguir cierta protección frente a exposiciones pequeñas e inadvertidas de alérgeno

alimentario. Las futuras investigaciones deberían aportar tratamientos que produzcan

una tolerancia clínica más eficaz y duradera.

perspectivas Futuras

Las investigaciones enmarcha proporcionarán herramientas diagnósticas más precisas

para identificar las diferentes vías de la anafilaxia, indicar qué tipos de células y vías

bioquímicas están implicadas y por tanto dictar los tratamientos adecuados. Se

comprenderán mejor los predictores del riesgo de una respuesta anafiláctica. En

consecuencia, surgirán intervenciones que reducirán el riesgo de anafilaxia (incluidos

mejores regímenes de desensibilización) y que revertirán de forma más eficaz los

signos y síntomas de este trastorno potencialmente mortal.

Lecturas recomendadas

Bonadonna P, Perbellini O, Passalacqua G, et al. Clonal mast cell disorders in patients with systemic reac-

tions toHymenoptera stings and increased serum tryptase levels.

J Allergy Clin Immunol

. 2009;123:680-

686.

La mayoría de los pacientes que tienen una reacción alérgica sistémica por una picadura de insecto y

también tienen una concentración basal de triptasa sérica de al menos 11,5 ng/ml padecen un trastorno

mastocitario clonal subyacente.

Figura 261-2.

Tratamiento agudo de la anafilaxia sistémica.

H1R = receptor 1

de la histamina; H2R=receptor 2 de la histamina.