Table of Contents Table of Contents
Previous Page  35 / 38 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 35 / 38 Next Page
Page Background

Capítulo

263 Mastocitosis

1648

médula ósea consigue la mayor sensibilidad. Se han detectado mutaciones del co-

dón 816 de

KIT

en otras enfermedades neoplásicas, como las leucemias mielocíticas

agudas con factor ligador del centro y los seminomas, además de la mastocitosis.

Categorías de la enfermedad de la Organización

Mundial de la Salud

Todo paciente diagnosticado de mastocitosis debe asignarse a una categoría de la

enfermedad según la clasificación de la OMS (v.

tabla 263-1

). La

mastocitosis cutánea

sin afectación de la médula ósea ni de órganos internos es la categoría más frecuente

en los pacientes con la enfermedad de inicio en la infancia.

La mastocitosis sistémica se divide en las categorías de mastocitosis sistémica

indolente, mastocitosis sistémica con enfermedad clonal de línea sanguínea dife-

rente a la del mastocito (MS-ECLSDM), mastocitosis sistémica muy activa y LM.

En la

figura 263-4

se presenta un algoritmo para la clasificación de la mastocitosis

sistémica. La

mastocitosis sistémica indolente

es la categoría más frecuente en los

adultos. Los pacientes de esta categoría no suelen tener reducida la esperanza de

vida por la enfermedad mastocitaria, aunque experimentan síntomas relacionados

con la liberación de mediadores mastocitarios. La mastocitosis sistémica indolente

sigue una evolución persistente y la progresión a una categoría más avanzada es

inusual. La

MS-ECLSDM

es la segunda categoría más frecuente en los adultos y

suele diagnosticarse una enfermedad sanguínea no mastocitaria en el momento de

diagnosticar la mastocitosis. Por tanto, en todos los pacientes con una mastocitosis

sistémica recién diagnosticada hay que evaluar con cuidado las muestras de la biopsia

y el aspirado de lamédula ósea en busca de la presencia de otra enfermedad sanguínea.

La

mastocitosis sistémica muy activa

es una categoría rara caracterizada por la presencia

de una disfunción orgánica resultado de la infiltración destructiva por mastocitos.

La mastocitosis sistémica muy activa puede afectar a los sistemas hematopoyético,

digestivo y esquelético en forma de citopenias, hiperesplenismo, mala absorción con

pérdida de peso, hepatomegalia con hipertensión portal y ascitis y lesiones osteolí-

ticas grandes con fracturas patológicas. La LM se caracteriza por un 10% o más de

mastocitos en la circulación periférica o un 20%, más de mastocitos en las extensiones

de aspirados de la médula ósea o ambos. Para diagnosticar la LM, el porcentaje de

mastocitos en la extensión del aspirado de médula ósea debe evaluarse en una zona

del porta que esté suficientemente lejos de las espículas. El

sarcoma mastocitario

y el

mastocitoma extracutáneo

son diagnósticos raros caracterizados por grupos sólidos

malignos y benignos de mastocitos, respectivamente.

Estudios recientes identificaron un subgrupo de pacientes con anafilaxia recu-

rrente idiopática o inducida por veneno de himenópteros con una demostración

de mastocitos clonales que comportan la mutación D816V del KIT o que expresan

de forma aberrante en su superficie el CD25, sin reunir por completo los criterios

diagnósticos de la OMS y sin tener las lesiones cutáneas de la urticaria pigmentosa.

Provisionalmente se dice que estos pacientes tienen un «síndrome de activación

mastocitaria monoclonal».

Figura 263-4.

Un algoritmo para la clasificación de la mastocitosis sistémica.

MSA = mastocitosis sistémica agresiva; MSI = mastocitosis sistémica indolente; SMD =

síndromes mielodisplásicos;TMP=trastornos mieloproliferativos; MS-ECLSDM=mastocitosis

sistémica con enfermedad hematológica clonal asociada no de estirpe mastocitaria.

Tratamiento

El principal objetivo del tratamiento de todas las categorías de mastocitosis

es el control de los síntomas. Se considera una reducción del número de mas-

tocitos sólo en las categorías de enfermedad con un mal pronóstico (es decir,

MS-ECLSDM, mastocitosis sistémica muy activa, LM y sarcoma mastocitario).

No se ha demostrado que las modalidades terapéuticas actuales cambien la

evolución natural de la enfermedad.

Tratamiento médico

A los pacientes con mastocitosis cutánea o mastocitosis sistémica indolente

se les trata de forma sintomática. El prurito en la mastocitosis suele responder

a dosis pautadas de antihistamínicos H

1

como la fexofenadina, la cetirizina o

ambas. Los antihistamínicos sedantes como la hidroxizina o la difenhidramina

pueden usarse antes de irse a la cama. La fotoquimioterapia (psoraleno oral

más ultravioleta A) o la fototerapia pueden ser útiles en pacientes con prurito

refractario; obtienen una mejora sintomática y un aclarado temporal de las

lesiones cutáneas pigmentadas en hasta el 50% de los pacientes. Cuando se

considere este tratamiento deben tenerse en cuenta los efectos adversos de la

fototerapia, como el mayor riesgo de cáncer cutáneo.

Los antihistamínicos H

2

como la ranitidina o la famotidina suelen recetarse

como tratamiento de primera línea para los pacientes con síntomas diges-

tivos como pirosis, náuseas y dolor abdominal. Pueden añadirse inhibidores

de la bomba de protones en los pacientes cuyos síntomas abdominales sean

refractarios a los antihistamínicos H

2

. El cromoglicato sódico por vía oral (dosis

del adulto de 200mg cuatro veces al día) ha reducido el dolor abdominal, la

diarrea, las náuseas, los vómitos y el prurito en varios estudios, aunque los

efectos beneficiosos son variables entre los pacientes. Finalmente, las dosis

bajas a moderadas de glucocorticoides sistémicos pueden ser beneficiosas en

casos inusuales de mastocitosis muy activa que debute con diarrea resistente al

tratamiento asociada a mala absorción o hepatomegalia con ascitis.

Se cree que los leucotrienos cisteinílicos, como el LTC

4

, que se producen

después de la activación del mastocito, contribuyen a los síntomas en la mas-

tocitosis. Por tanto, suelen añadirse fármacos dirigidos contra la síntesis de

leucotrienos o la unión a su receptor al régimen terapéutico de los pacientes

con un alivio subóptimo del prurito y del dolor abdominal con el tratamiento

bloqueante de los receptores de histamina. Sin embargo, no hay estudios

controlados que evalúen la eficacia clínica de esta clase de fármacos en los

pacientes con mastocitosis.

Se debe considerar la epinefrina autoinyectable en todos los pacientes, incluso

sin que haya antecedentes de episodios de hipotensión o anafilácticos que pro-

voquen un presíncope o síncope por una desgranulación aguda del mastocito.

Estos episodios deben tratarse como una anafilaxia sistémica (v. cap. 261).

El tratamiento citorreductor, considerado en las variantes de las enferme-

dades muy activas asociadas a un mal pronóstico, ha conseguido resultados

decepcionantes hasta ahora. Las formas de tratamiento citorreductor de la

mastocitosis han incluido el interferón-

a

2b (IFN-

a

2b) y el análogo de nu-

cleósido 2-clorodesoxiadenosina (2-CDA). Se ha publicado que el IFN-

a

2b

(0,5 a 5 millones de unidades, 3 a 5 veces a la semana), solo o con prednisona,

mejora parcialmente las alteraciones clínicas y de laboratorio en alrededor

del 50% de los pacientes con una mastocitosis sistémica muy activa, los pa-

cientes con osteoporosis y fracturas patológicas y los pacientes con anafilaxia

recidivante resistente al tratamiento, aunque las remisiones histopatológicas y

moleculares completas parecen raras. El IFN-

a

es difícil de tolerar por sus mu-

chos efectos adversos, como síntomas gripales, dolor óseo y depresión. Se ha

publicado que un régimen de 2-CDA (0,10 a 0,17mg/kg/día durante 5 días, re-

petido a intervalos de 4 a 8 semanas) obtiene respuestas parciales y transitorias

en los pacientes con categorías avanzadas de enfermedad en casos clínicos y en

pequeñas series. La LM suele tratarse con poliquimioterapia, como la leucemia

mielocítica aguda (cap. 189), aunque no se ha identificado ningún régimen

terapéutico satisfactorio.

El imatinib, un inhibidor de la tirosina cinasa con actividad frente al KIT nativo,

el PDGFR y el abl, ha sido eficaz en un número pequeño de pacientes sin la mu-

tación D816V KIT o con el gen de fusión FIP1L1-PDGFRA que presentan leucemia

eosinofílica crónica (cap. 173) con un aumento modesto de los mastocitos de la

médula ósea. Sin embargo, la mayoría de los pacientes con mastocitosis posee

la mutación D816V KIT que confiere resistencia al imatinib y, por lo tanto, no

son candidatos adecuados para este tratamiento.

Tratamientos complementarios y de otro tipo

La evitación de los desencadenantes de la desgranulación del mastocito

es otro complemento importante del tratamiento farmacológico de los sín-

tomas. Éstos muestran una variación individual acentuada entre los pacientes

(v. Biopatología), y la anamnesis individual puede ser útil para identificar tales

desencadenantes. La anestesia general y la cirugía imponen un riesgo adicional

a los pacientes con mastocitosis, porque varios fármacos usados a lo largo

de la intervención como los relajantes musculares, los analgésicos opiáceos

y los AINE pueden inducir una desgranulación aguda del mastocito. Deben

obtenerse registros quirúrgicos y anestésicos previos si están disponibles y debe

determinarse una estrategia adecuada para la anestesia, con una comunicación

estrecha entre el paciente, el anestesiólogo, el cirujano y un alergólogo.

7WR