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Quistes ováricos

ENFERMEDADES DE LOS ANEJOS

QUISTES OVÁRICOS

INTRODUCCIÓN

Descripción:

Crecimiento quístico en el ovario, que

generalmente se produce a partir de elemen-

tos epiteliales; la mayoría son benignos.

Magnitud del problema:

En general, los tumores be-

nignos del ovario se diagnostican durante un

examen rutinario y son asintomáticos. Cuan-

do aparecen síntomas, pueden ser mortales

(p. ej., sangrados, roturas o torsión) o indolen-

tes e inespecíficos (p. ej., una ligera sensación

de presión o repleción).

Orientación:

El objetivo más importante es el diag-

nóstico precoz del tipo y origen. El tratamien-

to subsiguiente y la valoración del riesgo de-

penden de la exactitud del diagnóstico. Para

los quistes sintomáticos agudos puede necesi-

tarse una rápida valoración e intervención.

PLANTEAMIENTO

Fisiopatología relevante:

Aproximadamente el 90% de

los tumores ováricos encontrados en mujeres jó-

venes son benignos y metabólicamente inacti-

vos. Más del 75% de las masas anexiales benig-

nas son funcionales. Los quistes funcionales no

son verdaderas neoplasias, sino variaciones

anatómicas resultantes de la función normal del

ovario. Los quistes foliculares se presentan

cuando la ovulación no tiene lugar, permitiendo

que el folículo en desarrollo siga creciendo más

tiempo de lo normal. De forma similar, el cuer-

po lúteo puede persistir o bien sangrar, aumen-

tando y provocando síntomas. Aproximada-

mente el 25% de los crecimientos ováricos en

mujeres en edad fértil constituyen una verdade-

ra neoplasia, siendo malignos sólo aproximada-

mente el 10%. La mayor parte de los tumores

ováricos benignos son aquellos que se originan

a partir del epitelio del ovario y de su cápsula.

A pesar de la diversidad de tumores de origen

epitelial, el más frecuente de los tumores ovári-

cos en mujeres jóvenes en edad fértil es el tera-

toma, quístico o dermoide, que se origina de cé-

lulas germinales. Estos tumores derivan de

células germinales primarias e incluyen tejidos

de las tres capas germinales embrionarias (ecto-

dermo, mesodermo y endodermo).

Estrategias:

La historia y la exploración física sue-

len bastar para establecer la presencia de una

masa. No hay pruebas de laboratorio que sean

de ayuda específica en el diagnóstico global

de los quistes ováricos. Las investigaciones de

laboratorio pueden ayudar a obtener diagnós-

ticos específicos. La ecografía, la TC y la RM

son de valor limitado en la evaluación de ma-

sas asintomáticas en pacientes jóvenes. Las ex-

cepciones corresponden a pacientes en que la

valoración clínica es impracticable o inadecua-

da (obesidad mórbida) o en que se sospecha

malignidad. Los marcadores tumorales, como

CA-125, ácido siálico asociado a lípidos, antí-

geno carcinoembrionario, -fetoproteína y

otros deben reservarse para seguir la evolu-

ción de las pacientes con procesos malignos

conocidos y no para evaluación pronóstica.

Información para la paciente:

Tranquilizar; folleto de

información para pacientes del Colegio Ame-

ricano de Obstetras y Ginecólogos AP075

(Quistes de ovario).

EJECUCIÓN

Consideraciones especiales:

Algunos autores están a

favor de dar a las pacientes jóvenes con pe-

queñas masas quísticas, presumiblemente be-

nignas, un tratamiento supresor de la ovula-

ción, como anticonceptivos orales, para ace-

lerar el proceso de regresión. En estos casos,

las tasas de regresión citadas son a menudo

del 65-75%, pero en su mayor parte esta estra-

tegia es objeto de elección personal, ya que no

existen estudios definitivos. El aumento fisio-

lógico del ovario, incluyendo quistes folicu-

lares o del cuerpo lúteo, no suele producirse si

una paciente toma anticonceptivos orales. De-

bido a ello, las pacientes que ya están usando

anticonceptivos orales y desarrollan masas

anexiales tienen más probabilidad de sufrir

procesos patológicos que no experimenten re-

gresión, lo cual aumenta la posibilidad de que

sea necesaria una exploración quirúrgica. Las

pacientes peri y posmenopáusicas aún pueden

presentar procesos benignos como causa de

masas anexiales, pero la probabilidad de ma-

lignidad es mayor y modifica la actuación. En

estas pacientes, las masas mayores de 6 cm

suelen requerir urgentemente exploración y

escisión quirúrgica. La disponibilidad de la

ecografía transvaginal para medir y controlar

las masas ha permitido que aquellas de menor

tamaño, que al principio requerían explora-

ción, sean controladas de forma conservadora.

Al igual que en las pacientes jóvenes, deben

estimarse el tamaño, la forma, la movilidad y

la consistencia de la masa. Las masas irregula-

res, inmóviles o de carácter mixto (sólidas y

quísticas) tienen más probabilidad de ser ma-

lignas y requieren consulta inmediata con un

cirujano para su exploración. El diagnóstico fi-

nal del cáncer de ovario debe realizarse qui-

rúrgicamente.