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Cambios fibroquísticos mamarios

ENFERMEDADES Y CONDICIONES MAMARIAS

CAMBIOS FIBROQUÍSTICOS

MAMARIOS

INTRODUCCIÓN

Descripción:

Proliferación estromal y ductal que

conduce a la formación de un quiste, con espe-

samiento difuso, dolor cíclico y sensibilidad. El

término

cambios fibroquísticos

incluye muchos

procesos diferentes y antiguos conceptos, in-

cluyendo la

enfermedad fibroquística

. Es la más

frecuente de todas las alteraciones mamarias

benignas, por lo que se ha modificado el con-

cepto lingüístico de

enfermedad

por la noción

de

cambios.

Incidencia:

Del 60 al 75% de la población feme-

nina.

Edad predominante:

La mayor frecuencia se da entre

30 y 50 años, y el 10% de las mujeres son me-

nores de 21 años.

Genética:

Amenudo existe una historia familiar de

cambios fibroquísticos, pero es difícil estable-

cer la causalidad.

ETIOPATOGENIA

Causas:

La causa o causas de los cambios fibro-

quísticos son desconocidas, pero se especula

que se deben a una respuesta exagerada a las

hormonas. Se ha sugerido que la progesterona

desempeña un papel debido a la frecuente pre-

sencia de tumefacción y sensibilidad mamaria

premenstrual. Otras posibles causas de cam-

bios fibroquísticos son la alteración de la pro-

porción de estrógeno y progesterona o un au-

mento en la tasa de secreción de prolactina,

pero ninguna de ellas se ha demostrado de

forma concluyente.

Factores de riesgo:

Se ha propuesto la ingesta de

metilxantina, pero faltan datos concluyentes.

No existen pruebas de que los anticonceptivos

orales aumenten el riesgo de estos cambios.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Signos y síntomas:

Asintomáticos (50%).

Dolor e ingurgitación cíclicos, difusos y bilate-

rales; los peores síntomas se manifiestan

justo antes de la menstruación (el dolor

asociado con cambios fibroquísticos a me-

nudo se irradia hacia los hombros o hacia

los brazos).

Quistes y nódulos múltiples junto con nodula-

ridad típica y diseminada; engrosamiento

fibroso, especialmente en el cuadrante su-

peroexterno de la mama.

DIAGNÓSTICO

Diagnóstico diferencial:

Fibroadenoma.

Carcinoma.

Necrosis grasas.

Lipoma.

Trastornos asociados:

Mastalgia, fibroadenoma.

Estudio y valoración

Laboratorio:

Ninguna prueba está indicada.

Técnicas de imagen:

La mamografía puede ayudar

en el diagnóstico o proporcionar un punto de

partida, pero no es necesaria para formularlo.

La mamografía es más difícil en mujeres jóve-

nes, que son las más afectadas.

Pruebas específicas:

Si la paciente presenta una

masa quística mamaria, la aspiración mediante

una aguja de 22 a 25 G puede tener valor diag-

nóstico y terapéutico.

Procedimientos diagnósticos:

El diagnóstico está ba-

sado en los síntomas y en los hallazgos físicos

más que en los anatomopatológicos.

Hallazgos anatomopatológicos

Los cambios fibroquísticos se presentan en tres

pasos

:

a)

proliferación de la estroma, que se vi-

sualiza especialmente en el cuadrante superoex-

terno de la mama;

b)

proliferación de los conduc-

tos galactóforos y células alveolares, seguida de

adenosis y formación de quistes, y

c)

aparición de

grandes quistes y regreso del dolor. Los cambios

proliferativos pueden ser extensos (aunque nor-

malmente benignos) en cualquiera de los tejidos

afectados.

MANEJO Y TRATAMIENTO

No farmacológico

Medidas generales:

Medidas mecánicas (uso de su-

jetador día y noche), analgésicos e información

destinada a tranquilizar. En las exacerbaciones,

las compresas frías o el hielo pueden ser de

gran ayuda.

Medidas específicas:

Diuréticos (como espironolac-

tona o hidroclorotiazida antes de la menstrua-

ción); para los síntomas graves se puede precisar

danazol, bromocriptina, tamoxifeno o agonistas

de la hormona liberadora de gonadotropinas

(GnRH). En raras ocasiones, las pacientes con

dolor intratable refractario al tratamiento mé-

dico pueden requerir mastectomía subcutánea.

Dieta:

A menudo es beneficiosa la reducción de la

ingesta de metilxantina. La restricción pre-

menstrual de sal o de líquidos es útil en pa-

cientes seleccionadas. El papel de las vitami-

nas A y E se desconoce.