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Mamografía
ENFERMEDADES Y CONDICIONES MAMARIAS
MAMOGRAFÍA
OBJETIVO
Perfeccionar el uso de las técnicas de imagen de la
mama para detectar enfermedades ocultas.
Magnitud del problema:
La extensión del uso de la
mamografía ha sido eficaz, ya que ha reducido
la tasa de mortalidad del cáncer de mama
hasta un 30%. Desafortunadamente, no todas
las mujeres tienen un control adecuado de
base. Un estudio indicó que sólo el 39% de las
mujeres de 50-59 años y el 36% de las mujeres
de 60-69 años se habían realizado una mamo-
grafía en el año anterior. En otro estudio, sólo
el 24% de las mujeres mayores de 65 años se-
guían las recomendaciones actuales de explo-
raciones anuales. Se ha calculado que la mor-
talidad del cáncer de mama podría reducirse
por lo menos a la mitad si todas las mujeres
mayores de 40 años se sometieran a un cribado
anual. En un estudio se encontraron 6 cánceres
por cada 1.000 mamografías de cribado, y se
detectaron 3 cánceres adicionales en 1.000 es-
tudios repetidos en un año.
Orientación:
El empleo adecuado de la mamografía
es apropiado para valorar la patología mama-
ria y mejorar el cumplimiento de los protoco-
los de cribado.
PLANTEAMIENTO
Fisiopatología relevante:
La mamografía es el mejor
método de cribado disponible para las lesiones
tempranas. La mamografía localiza, documenta,
objetiva e identifica otros cambios patológicos
ocultos. Aproximadamente el 85% de los cánce-
res de mama detectados por mamografía están
en estadios tempranos frente al 54-70% de
los identificados por el médico y el 38-64% de los
encontrados por la misma paciente durante la
autoexploración mamaria. Aproximadamente el
35% de los cánceres de mama se detectan en una
mamografía anormal, sin la presencia de masa
palpable. La mamografía permite identificar le-
siones pequeñas (1-2 mm), calcificaciones u
otros cambios sospechosos de malignidad apro-
ximadamente 2 años antes de que la lesión sea
clínicamente palpable. La supervivencia a los
10 años libre de enfermedad en las pacientes con
estas lesiones es del 90-95%. El tamaño medio de
las lesiones encontradas en la autoexploración
de mama es de 2,5 cm, y la mitad de estas pa-
cientes padecen afectación linfática. Para estas
pacientes, la supervivencia a los 10 años des-
ciende entre el 50 y el 70%. Más de un tercio de
los cánceres mamarios ocultos tienen calcifica-
ciones, de modo que se hacen visibles los tumo-
res indetectables mediante mamografía.
Estrategias:
Las directrices de la American Cancer
Society para el cribado mamográfico son las si-
guientes
:
Estudio de base entre los 35 y 40 años.
Mamografía cada 1-2 años desde los 40 a los
49 años.
Mamografía anual a partir de los 50 años.
(Cuando la paciente tiene un antecedente
de cáncer de mama premenopáusico de un
familiar de primer grado, el cribado debería
empezar aproximadamente 5 años antes de
la edad a la cual se diagnosticó la enferme-
dad del familiar).
Información para la paciente:
Instrucciones sobre la
necesidad de someterse a mamografías perió-
dicas; folleto de información para pacientes del
Colegio Americano de Obstetras y Ginecólo-
gos AP026
(Detección y tratamiento de problemas
mamarios),
AP076
(Mamografía).
EJECUCIÓN
Consideraciones especiales:
La mamografía en muje-
res jóvenes es más difícil de interpretar que en
mujeres mayores a causa de la mayor densidad
del tejido presente durante los años fértiles. Si
bien en mujeres mayores el aumento del riesgo
va paralelo a un incremento en el diagnóstico,
en mujeres jóvenes es más fácil que el tumor
pase desapercibido. Esta dificultad diagnóstica,
junto con la abundancia de estudios con una
tasa de falsos positivos relativamente alta, que
requieren una valoración más completa, ha
cuestionado la realización de cribados rutina-
rios en mujeres menores de 50 años. El hallazgo
de calcificaciones agrupadas, que a menudo es-
tán asociadas con cáncer, es inespecífico. El 75%
de las calcificaciones agrupadas encontradas en
las mamografías se deben a enfermedades be-
nignas. Globalmente, la mamografía propor-
ciona una exactitud de aproximadamente un
85% en el diagnóstico de los procesos malignos,
y una tasa de 10-15% de falsos negativos. Por
esta razón, proporciona un complemento a las
sospechas clínicas y a la biopsia definitiva, pero
no la reemplaza. Aproximadamente el 10% de
los estudios mamográficos requieren otras pro-
yecciones. Entre el 1 y el 2% de los estudios de
cribado necesitan una valoración histológica. La
exposición a la radiación mamográfica es mí-
nima (menos de 1 rad). Según este nivel de ex-
posición, la mamografía podría inducir a lo
largo de la vida hasta cinco nuevos cánceres por
cada millón de mujeres de 60-64 años (el riesgo
subyacente es de 115 y 292 para estos grupos de