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SALUD/ATENCIÓN PRIMARIA DE LA MUJER

Exploración urodinámica

EXPLORACIÓN URODINÁMICA

INTRODUCCIÓN

Las pruebas de urodinamia de la función vesical

son una parte importante de la valoración de los

síntomas urinarios o de cualquier tipo de inconti-

nencia. Pueden realizarse en la consulta usando

material fácilmente disponible o pueden requerir

un equipamiento complejo y cierto grado de ex-

periencia.

Magnitud del problema:

Casi la mitad de mujeres

sufren pérdidas involuntarias de orina en al-

gún momento de su vida, y el 10-15% tienen

pérdidas significativas y recidivantes. Se

considera que más de la cuarta parte de las

mujeres en edad fértil padecen algún grado

de incontinencia urinaria. Estas cifras au-

mentan hasta el 30-40% en mujeres posmeno-

páusicas.

Objetivos de la prueba:

Valorar la función vesical y

contribuir al diagnóstico de síntomas vesicales

como la urgencia y la incontinencia.

PLANTEAMIENTO

Fisiopatología relevante:

La vejiga se distiende

gradualmente a medida que recibe la orina a

través de los uréteres. Esta distensión se pro-

duce con cambios mínimos o nulos de la pre-

sión intravesical (complianza normal). Cuan-

do el volumen de la vejiga alcanza un nivel

determinado (generalmente 150-200 ml) apa-

rece la primera sensación de «vejiga llena».

Los aumentos de volumen posteriores pue-

den producirse con un incremento de la sen-

sación de urgencia, pero se puede inhibir la

contracción vesical y no existe incontinencia.

Cuando se permite el vaciado de la vejiga,

éste debería producirse de manera rápida y

eficaz. Aunque el contenido específico de la

pruebas urodinámicas varía, siempre se in-

cluyen como mínimo pruebas cistométricas y

de provocación (como toser o hacer esfuer-

zos con la vejiga llena). En la mayoría de

centros se incluye además una detallada va-

loración de la complianza y contractilidad

vesical, cistoscopia y valoración del proceso

de vaciado. También pueden incluirse las

curvas de presión vesical y uretral, electro-

miograma, cistoscopia y exploración con fluo-

roscopia.

Estrategias:

La paciente debe colocarse en posi-

ción supina y relajada, con la vejiga vacía. Se

sonda a la paciente con técnica estéril usan-

do una sonda recta. Se recoge la orina resi-

dual, se mide el volumen y se envía para cul-

tivo para detectar una posible infección ocul-

ta. Se llena lentamente la vejiga por gra-

vedad (con suero salino estéril) a una velo-

cidad no menor de 3 ml/s. Se pide a la

paciente que diga cuándo nota la primera

sensación de «vejiga llena» y se anota el vo-

lumen introducido hasta ese momento. Se

continúa llenando con alícuotas de 25 ml

hasta que la paciente no pueda tolerar más, y

se anota este volumen como capacidad vesi-

cal máxima. Cualquier oscilación hacia arri-

ba de la columna de líquido, sensación inten-

sa de urgencia o fuga alrededor de la sonda

es anormal, sugiere inestabilidad del detru-

sor y debe anotarse. Se retira el catéter y se

pide a la paciente que tosa varias veces, ano-

tándose cualquier pérdida. Las fugas que

ocurren justo después de retirar la sonda, si

son prolongadas o de gran volumen, sugie-

ren inestabilidad del detrusor. Estas manio-

bras deben repetirse en bipedestación.

Información para la paciente:

Folleto de información

para pacientes del Colegio Americano de Obs-

tetras y Ginecólogos AP081

(Incontinencia uri-

naria)

, AP050

(Infecciones del tracto urinario)

,

AP012

(Problemas del suelo pélvico)

.

EJECUCIÓN

Consideraciones especiales:

La «incontinencia uri-

naria» puede ser un signo, un síntoma o un

trastorno. Se define como un trastorno cuando

las pérdidas involuntarias de orina pueden

demostrarse objetivamente y representan un

problema social o higiénico. El volumen de las

pérdidas no es tan importante como el impac-

to que tienen en la vida de la paciente. Pueden

realizarse mediciones de la función vesical

más exactas con una vía intravenosa, un ma-

nómetro espinal y un conector de tres vías.

Puede monitorizarse la presión en el interior

de la columna de líquido y es más fácil detec-

tar y documentar la presencia de contraccio-

nes vesicales. Cuando es necesario este mayor

grado de exactitud, se prefiere realizar la

prueba urodinámica formal. La valoración del

vaciado puede realizarse llenando la vejiga

con 200 ml de líquido y escuchando la micción

de la paciente desde la puerta del servicio o

mientras la paciente orina detrás de una pan-

talla. El volumen del flujo (velocidad) puede

determinarse por el sonido; la duración puede

medirse con un cronómetro. En las pruebas

urodinámicas formales se incluyen sofistica-

das medidas de los parámetros del vaciado

vesical.