Proyecto REHENOVA
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rapidez de acción, permiten obviar las terapias puente en los pacien-
tes con FA y alto riesgo de ictus.
En esta reunión se exponen las tablas de estratificación del riesgo y
el resumen del manejo de los NACOD, en los que se deben asociar
vidas medias, función renal y dosis que permitan optimizar el manejo
perioperatorio de la anticoagulación.
Riesgo tromboembólico de la suspensión
del tratamiento anticoagulante
Cada año, aproximadamente un 10% de los pacientes en tratamiento con
NACOD requiere la interrupción del tratamiento por un procedimiento qui-
rúrgico o invasivo. En el ensayo RE-LY
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se recogieron datos sobre la inte-
rrupción del tratamiento con anticoagulantes para un proceso quirúrgico o
invasivo. Tras 2 años de seguimiento, un 25% de los pacientes precisó en
algún momento la realización de un procedimiento invasivo o quirúrgico.
El manejo de los pacientes con FA crónica que requieren de un procedi-
miento quirúrgico o invasivo es un problema clínico común; sin embar-
go, hay pocos datos respecto al riesgo de ictus posquirúrgico en estos
pacientes
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. Conocer el riesgo de ictus en estos pacientes es clínicamente
importante porque, si el riesgo es alto, se podría justificar la adminis-
tración perioperatoria de la terapia puente con anticoagulantes. Por el
contrario, si el riesgo es bajo, puede que simplemente la interrupción del
tratamiento con anticoagulantes sea mejor que la terapia puente, que
es cara, incómoda y se asocia con una mayor incidencia de sangrado
posquirúrgico
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.
El manejo perioperatorio de los anticoagulantes en pacientes con FA varía
ampliamente, pero parece hacerse en función del riesgo de ictus percibido.
El riesgo de ictus se mide por la escala de riesgo CHADS
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(insuficien-
cia cardíaca congestiva, hipertensión, edad, diabetes, ictus [doble]), que
está basada en 5 factores de riesgo principalmente: insuficiencia cardíaca