REUNIÓN 1
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Se deben tener en cuenta las consecuencias clínicas de un evento trombó-
tico o de sangrado. Las trombosis de prótesis valvulares en posición mitral
resultan fatales en el 15% de los pacientes, el ictus embólico resulta en
muerte o discapacidad mayor en el 70% de los pacientes, el TEV recurrente
tiene una tasa de letalidad del 5-9% y el sangrado mayor del 8-10%
4
.
Por tanto, una estrategia que se asocie con 3-5 veces más de sangrados
mayores para la prevención de un episodio de ictus podría considerarse
aceptable.
Dada la larga y variable vida media de los antagonistas de la vitamina
K (AVK), las guías recomiendan que los pacientes interrumpan el trata-
miento con warfarina 5 días antes de los procesos quirúrgicos (aunque
para algunos procedimientos menores, como por ejemplo extracciones
dentales simples, no sería necesario ni siquiera suspender el tratamiento
anticoagulante), y que aquellos con un riesgo moderado o alto de eventos
tromboembólicos reciban una terapia puente perioperatoria con heparina de
bajo peso molecular (HBPM), aunque esto se asocia con costes adicionales,
incomodidades y riesgos
1
.
Los NACOD dabigatrán, rivaroxabán y apixabán tienen el potencial de sim-
plificar el manejo anticoagulante perioperatorio gracias a su relativamente
corta vida media, su rapidez de acción, su predecible farmacocinética y sus
escasas interacciones medicamentosas
4
. Es importante conocer la farma-
cocinética y la farmacodinamia de estos NACOD a la hora de plantearse
una terapia puente (tabla 1.2)
4
.
Protocolos de manejo de la cirugía de urgencias
con los nuevos anticoagulantes orales frente a cirugía
programada
En 2011, el GIHP (Groupe d’intérêt en hémostase périopératoire) y el GEHT
(Groupe d’études sur l’hémostase et la thrombose) publicaron unas guías
con recomendaciones para el manejo perioperatorio de pacientes some-
tidos a cirugía o a procesos invasivos. Para los procedimientos con bajo