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Hepatitis en el embarazo
PATOLOGÍA OBSTÉTRICA
inmunoquímicos indican la presencia de la in-
fección y la fase del curso clínico (v. tabla). En
casos graves, deberían realizarse pruebas de
coagulación. Se recomienda el cribado rutina-
rio de todas las gestantes.
Técnicas de imagen:
Ninguna está indicada.
Pruebas específicas:
La biopsia hepática percutánea
puede ser útil, pero generalmente no es nece-
saria.
Procedimientos diagnósticos:
Anamnesis, explora-
ción física, ecografía (valor limitado) y prue-
bas de laboratorio.
Hallazgos anatomopatológicos
La hepatitis viral se distingue de otras lesiones
hepáticas por su patrón característico de lesión e
infiltrados.
MANEJO Y TRATAMIENTO
No farmacológico
Medidas generales:
Las pacientes con encefalopatía
o coagulopatía o las que están muy debilita-
das deberían ser hospitalizadas. Generalmente
se precisa soporte nutricional. Debe mantener-
se el aporte de líquidos y electrólitos. El he-
miabdomen superior debería ser protegido de
traumatismos. Debería evitarse el contacto se-
xual hasta que la pareja reciba profilaxis.
Medidas específicas:
Ninguna medida específica ha
demostrado alterar el curso natural de estas
infecciones. Debería considerarse la profilaxis
para cualquier persona en riesgo (p. ej., viajes
a zonas endémicas, parejas sexuales). La expo-
sición aguda debería tratarse con inmunoglo-
bulina (v.
Seguimiento
).
Dieta:
Mantener una nutrición adecuada.
Actividad:
El hemiabdomen superior debería pro-
tegerse de traumatismos.
Información para la paciente:
Debería informarse a
las pacientes sobre los factores de riesgo y los
métodos de transmisión para limitar el riesgo
de contactos familiares y de futuros episodios;
folleto de información para pacientes del Co-
legio Americano de Obstetras y Ginecólogos
AP125
(Protégete contra la hepatitis B).
Fármaco(s) de elección
Únicamente los necesarios para el soporte; otros
tienen un valor limitado o no demostrado.
SEGUIMIENTO
Control de la paciente:
Cuidados prenatales norma-
les cuando se ha resuelto el episodio agudo.
Continuar monitorizando la disfunción hepá-
tica crónica o el estado de portador (cuando
corresponda).
Prevención/evitación:
Inmunización activa en aque-
llas pacientes con riesgo antes de planificar la
gestación. Las pacientes expuestas a la hepati-
tis A deben recibir
γ
-globulina, al igual que las
pacientes no gestantes. Las pacientes expues-
tas a la hepatitis B o las que son portadoras
pueden recibir inmunización activa con la va-
cuna de la hepatitis o inmunización pasiva con
la inmunoglobulina de la hepatitis B (IgHB).
Para que sea efectiva, la IgHB debería adminis-
trarse antes de 48 h postexposición. Los hi-
jos de estas gestantes deberían recibir ambos
tipos de inmunización. Los hijos de madres in-
fectadas por la hepatitis B deberían recibir
0,5 ml de la globulina inmune (IgHB) y la va-
cuna de la hepatitis B (en localizaciones dife-
rentes) en las 12 h posteriores al nacimiento, y
más adelante vacunaciones al mes y a los 6 me-
ses de edad.
Posibles complicaciones:
La mortalidad por hepati-
tis aguda varía según el tipo de hepatitis y la
gravedad de la infección, pero generalmente es
de 2-10 por cada 1.000 casos. Las complicaciones
graves de la hepatitis A son infrecuentes. La
transmisión vertical de la hepatitis B al feto en
desarrollo puede constituir un riesgo significati-
vo. La mayoría de los niños no tratados se con-
vierten en portadores crónicos, capaces de infec-
tar a otras personas. Estos niños también pa-
decen un riesgo aumentado de cirrosis y cáncer
hepático. Las tasas de infección neonatal varían
con la gestación, y son mayores en el tercer tri-
mestre (exposición a sangre y fluidos en el par-
to). Las pacientes con el antígeno de superficie
tienen una posibilidad de transmisión vertical
de la infección del 80%. La hepatitis D provoca
hepatitis crónica en el 80% de las pacientes, con
un desarrollo rápido de cirrosis en el 15%; la
mortalidad se aproxima al 25%. La enfermedad
hepática crónica y el fallo hepático agudo pue-
den ser debidos a la hepatitis B, C o D.
Resultados esperados:
Entre el 85 y el 90% de las pa-
cientes experimentan una resolución completa
de los síntomas; el 10-15% de las pacientes con
hepatitis B se vuelven portadoras crónicas (el
10-15% de éstas desarrollan problemas hepáti-
cos graves, incluyendo cirrosis y carcinoma he-
patocelular). Las pacientes con hepatitis C o D
tienen más del 80% de riesgo de hepatitis cró-
nica, con cirrosis y fallo hepático en el 20-25%.
MISCELÁNEA
Códigos CIE-9-MC:
647.6.