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Capítulo

259 Rinitis alérgica y sinusitis

1630

explica la falta de SEHC en alrededor de la mitad de los que padecenRA, pero no ex-

plica el acontecimiento que inicia la SEHC.

Mecanismos sistémicos análogos podrían producir una interacción entre laRAy la

otitis media secretoria o el asma. No se sabe si el tratamiento de laRApodría reducir

la gravedad de la SEHC, pero la observación de que los tratamientos dirigidos a la

nariz pueden atenuar la inflamación bronquial y los síntomas de asma indica que tal

nexo es plausible.

Prevención

Evitación y control ambiental

Cuando es factible, la evitación o eliminación de la fuente del alérgeno es el

tratamiento de elección de los pacientes con RA. Los estudios de evitación en la

RA son limitados y se desconoce el grado de reducción de alérgeno necesario para

disminuir los síntomas. Los estudios de evitación en el asma (cap. 87) proporcio-

nan pruebas convincentes de sus efectos beneficiosos sobre la hiperreactividad

bronquial, la intensidad de los síntomas y la necesidad de tratamiento de rescate

agonista

b

.

La evitación de los ácaros del polvo implica cuatro principios: 1) eliminar los

reservorios para el crecimiento de los ácaros (es decir, uso de fundas impermea-

bles a los alérgenos para cubrir el colchón y las almohadas y eliminar la moqueta);

2) mantener la humedad relativa por debajo del 50%; 3) lavar la ropa de cama

en agua caliente (40 °C) para matar los ácaros y; 4) llevar una mascarilla simple en

los momentos en que se levante polvo. Muchas de las medidas aconsejadas para

los ácaros son también útiles para los hongos, en especial la deshumidificación. Las

ventanas, las cortinas de la ducha y las plantas de interior son lugares importantes

para el crecimiento de los hongos y pueden tratarse con fungicidas suaves (lejía

diluida).

En algunas casas y en particular en bloques de pisos urbanos hay cucarachas y es

frecuente la sensibilidad IgE. Aunque puede ser difícil matar cucarachas en un piso,

suele ser posible mantenerlo libre de ellas usando pulverizadores químicos y trampas.

Hay que tener cuidado cuando se usen pulverizadores químicos porque pueden ser

irritantes para los pacientes asmáticos.

El aire acondicionado con las ventanas cerradas es útil para reducir los alérgenos

estacionales y la deshumidificación proporcionada por el aire acondicionado también

mitiga la carga de ácaros y hongos de interior.

Las mascotas, en especial los gatos, son la fuente más evitable de enfermedades

alérgicas. El epitelio del animal se acumula en las casas a lo largo de un período

prolongado y tarda muchos meses en desaparecer tras retirar a la mascota. Aunque

es difícil persuadir a los pacientes de que se deshagan de los animales, es posible

trasladarlos al garaje o limitar su campo de acción en la casa. Los perros a los que se

mantienen en el exterior y se permiten permanecer en la casa sólo ocasionalmente no

parecen ser una causa importante de síntomas. La alergia a los gatos es un problema

muchomás grave porque un solo gato deposita una enorme cantidad de alérgenos. Los

dueños de los gatos pueden, a su vez, depositar cantidades suficientes de alérgeno en

aulas y ambientes laborales como para inducir síntomas en sus compañeros alérgicos.

El alérgeno dominante de los roedores es una proteína urinaria y, como los gatos, los

roedores pueden depositar grandes cantidades de alérgeno en una casa.

Tratamientos basados en la evidencia

Aunque las medidas de evitación pueden reducir significativamente las

concentraciones de alérgenos, con frecuencia no consiguen una mejora clínica

significativa

1,2

. Por ello a menudo es necesaria la farmacoterapia.

Antihistamínicos

Los antihistamínicos son los fármacos más antiguos usados para tratar la

RA y se consideran el tratamiento de primera línea. Compiten con la histamina

por los receptores H

1

que contribuyen a los estornudos, el prurito, la rinorrea y

la conjuntivitis. Los antihistamínicos orales reducen estos síntomas de RA pero

en general no mejoran la congestión nasal. También inhiben la activación del

mastocito manifestada en forma de una menor secreción de histamina, leuco-

trienos cisteinílicos y triptasa del mastocito. Los antihistamínicos de primera

generación atraviesan la barrera hematoencefálica y tienen efectos sedantes y

anticolinérgicos significativos. Además de provocar somnolencia, interfieren con

la actividad escolar, el trabajo, la conducción o el uso de maquinaria. Mientras

que sólo el 10-15% de los pacientes tratados se queja de sedación, casi todos

los sujetos muestran habilidades motoras reducidas, una menor capacidad

de conducción y cognición disminuida cuando reciben antihistamínicos de

primera generación (p. ej., clorfeniramina, difenhidramina y clemastina). Por

tanto ya no se recomienda el uso de estos fármacos. Los antihistamínicos de

segunda generación tienen una acción más duradera, no atraviesan la ba-

rrera hematoencefálica y no son sedantes. Estos fármacos son la fexofena-

dina, la descarboxiloratadina y la loratadina. Aunque es menos sedante que

su compuesto progenitor hidroxizina, la cetirizina y la levocetirizina pueden

producir en ocasiones sedación. Los antihistamínicos intranasales azelastina

y olopatadina no poseen un inicio de acción significativamente más rápido

que los antihistamínicos orales disponibles en la actualidad, pero sí tienen un

efecto descongestivo y son útiles a menudo en las formas no alérgicas de rinitis.

Ningún estudio ha demostrado de forma convincente la superioridad de un

antihistamínico oral sobre otro.

Como se expuso antes, la importancia de la histamina disminuye a lo largo

de la estación de la alergia o en la RAP, y esto hace perder eficacia a los antihis-

tamínicos. Los antihistamínicos son muy eficaces para las reacciones alérgicas

agudas que estén mediadas sobre todo por la histamina procedente del mas-

tocito y como tales son más beneficiosos en los pacientes con exposiciones

intermitentes a los alérgenos como la exposición ocasional en el exterior durante

la estación del polen. Pero en los pacientes con una exposición continua al

alérgeno, como la RAP causada por alérgenos de interior o tras varios días de

exposición continua a alérgenos estacionales, estos fármacos demuestran ser

poco mejores que el placebo

3,4

.

Descongestionantes

Los descongestionantes como la seudoefedrina tratan la congestión nasal

pero son ligeramente estimulantes. Estos fármacos suelen usarse combinados

con los antihistamínicos para controlar el espectro completo de síntomas de la

RA. Los antihistamínicos y los descongestionantes no proporcionan generalmen-

te un alivio satisfactorio en los pacientes con RA moderada a intensa.

Modificadores de los leucotrienos

Los modificadores de los leucotrienos (zileutón, zafirlukast, montelukast)

han confirmado una eficacia en la RA comparable a la de los antihistamínicos

3,4

.

Esta eficacia refleja la presencia e importancia de los mediadores vasoactivos

proinflamatorios en la RA. El zafirlukast reduce significativamente los estor-

nudos, la rinorrea y, al contrario que los antihistamínicos, la congestión nasal

en los pacientes con RAE. De forma análoga, el montelukast mejora de forma

significativa los síntomas nasales y oculares así como la calidad de vida en los

pacientes con RAE y RAP

3

. No se ha realizado ningún estudio para determinar

si, al contrario que los antihistamínicos, los modificadores de los leucotrienos

pueden tener efectos aditivos a los corticoides intranasales en los pacientes

con RA refractaria.

Cromoglicato nasal

El cromoglicato nasal estabiliza los mastocitos y media actividades antiinfla-

matorias adicionales sobre los macrófagos y los linfocitosT. Aunque no tan eficaz

como los corticoides intranasales, el cromoglicato alivia a los pacientes con

síntomas leves a moderados

4

, y puede ser eficaz combinado con los corticoides

7WR

Heterogeneidad de la sinusitis crónica

FENOTIPO

CARACTERÍSTICA

Infecciosa

Muy infrecuente como causa de sinusitis crónica

Ocurre en asociación con la fibrosis quística,

inmunodeficiencia

Inflamatoria

Refleja el remodelado secundario a la sinusitis aguda

recurrente frecuente

Se desarrolla de forma secundaria a la obstrucción

anatómica de los meatos sinusales; a menudo

responde a la corrección quirúrgica

La anatomía patológica muestra fibrillas de colágeno

densas e hipertrofia glandular y un infiltrado

mononuclear crónico, con o sin neutrófilos

Las biopelículas bacterianas contribuyen a su

presencia y a la gravedad

A menudo asociada con los pólipos nasales

Eosinofílica hiperplásica

Infiltrado eosinofílico prominente con eosinofilia

sistémica

La anatomía patológica muestra edema,

engrosamiento de la submembrana basal

Asociación frecuente con alergias y el asma

Habitualmente asociada con poliposis nasal

Alérgica fúngica

A menudo unilateral; se presenta como un infiltrado

expansivo en el escáner por TC

Asociada con elevación de la IgE total con IgE

específica a los hongos colonizantes

Enfermedad respiratoria

exacerbada por aspirina

(tríada de Samter)

Intenso infiltrado eosinofílico

Frecuentemente asociada con pólipos nasales y asma

Exacerbaciones de la enfermedad respiratoria alta y

baja (asma) tras la toma de aspirina e inhibidores

no selectivos de la COX1

COX1=ciclooxigenasa 1; IgE= inmunoglobulina E; TC=tomografía computarizada.

Tabla 259-3