Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2073 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2073 / 2894 Next Page
Page Background

muchas veces no están suficientemente tratados, lo que crea cierto

gradode insatisfacción. El anestesiólogo que trata el dolor del paciente

traumatológico tiene que estar preparado para las diferentes necesi-

dades, ya que se enfrenta a situaciones fisiológicas distintas, desde un

paciente joven previamente sano hasta un paciente anciano.

Los pacientes presentan una gran individualidad en sus

requerimientos analgésicos, por lo que el tratamiento debe iniciarse

con cuidado, y preferiblemente bajo seguimiento en la UCPA. Para

determinar las necesidades basales de analgésicos de cada paciente

antes de comenzar con fármacos de semivida larga o con analgesia

controlada por el paciente, se recomienda administrar los fármacos

intravenosos con rápido inicio de acción en pequeñas dosis a inter-

valos frecuentes hasta que se controla el dolor. La hipotensión en

respuesta a la administración de un analgésico a una dosis ade-

cuada puede deberse a hipovolemia y deberá considerarse la posi-

bilidad de un hemorragia oculta.

La necesidad de analgésicos y el tiempo de duración del tra-

tamiento pueden ser menores si se cuenta con un sistema de apoyo

emocional a los pacientes. Un traumatismo, debido a que se produce

de forma inesperada, lleva consigo una carga psicológica fuertemente

negativa que puede repercutir, según una base anatómica, en cómo

el dolor es percibido por el cerebr

o 217

y en cómo el paciente reacciona.

Después de un traumatismo, el paciente puede tener preocupaciones

legales, económicas y familiares, sin la posibilidad de solucionarlas

de forma inmediata. La disponibilidad de consejeros (religiosos, eco-

nómicos o legales) que puedan ayudar al paciente y a su familia en

estos asuntos representa un enorme beneficio. El anestesiólogo puede

ayudar explicando al paciente de una manera clara la descripción de

sus lesiones, el tiempo probable necesario para su recuperación y el

plan para conseguir el control del dolor durante el proceso. Si lo cree

necesario, remitirá al paciente a un consejero y estará alerta ante una

posible situación de estrés postraumátic

o 218

. También se puede pedir

la colaboración de un psiquiatra o psicólogo si el estrés que padece

el paciente obstaculiza su recuperación.

La necesidad de analgésicos está también influenciada por

el esquema de terapia física que se prescriba al paciente. En general,

cuanto más activo esté el paciente tras el traumatismo, menor

riesgo existe de que se presenten complicaciones pulmonares,

trombosis venosa y úlceras por decúbito. Aunque sea más doloroso

al principio, cuanto antes se movilice al paciente, menores serán las

necesidades de analgésicos a largo plazo. La movilización precoz

muestra al paciente el camino para su recuperación y contribuye a

mejorar su estado emocional. Uno de los objetivos de la analgesia

consiste, por tanto, en suministrar la medicación adecuada para

facilitar la recuperación física, sin tener al paciente tan sedado que

sea incapaz de colaborar.

El dolor neuropático se origina después de una lesión directa

sobre un nervio y es frecuente después de un traumatismo sobre la

médula espinal, tras amputaciones traumatológicas y lesiones por

aplastamiento. Se caracteriza por una sensación de quemazón,

espasmos intermitentes y disestesia en la zona de distribución del

dermatoma que está afectado. Es importante identificar el dolor

neuropático porque responde muy poco a los analgésicos utilizados

para el dolor somático. Debe sospecharse el diagnóstico cuando no

se consigue controlar el dolor y las necesidades de analgésicos del

paciente no están en relación con las lesiones anatómicas que pre-

senta. El tratamiento de primera línea para el dolor neuropático se

ha visto revolucionado por el uso generalizado de gabapentina, un

fármaco antiepiléptico con una gran especificidad para este pro-

blem

a 219

. El tratamiento con gabapentina se inicia con una dosis de

200mg tres veces al día, con la posibilidad de aumentar la dosis hasta

un máximo de 2-3g/día. Si persiste el dolor, puede estar indicada la

anestesia o analgesia regional selectiva en un intento de «romper el

ciclo» de reclutamiento de receptores de la médula espina

l 220

.

La analgesia regional a través de un catéter epidural o axilar

debe tenerse en cuenta en cualquier paciente traumatológico que

se pueda beneficiar de esta medida, ya que de esta manera se ahorra

en el uso de opiáceos por vía sistémica y se facilita la movilización

precoz. La analgesia epidural ha demostrado producir niveles altos

de satisfacción del paciente y mejorar la función pulmonar después

de la cirugía ortopédica y toracoabdominal en determinadas

poblaciones de paciente

s 221 ;

lo mismo ocurre en el caso del paciente

traumatológico. Las técnicas regionales son menos útiles cuando el

paciente presenta lesiones múltiples en distintas localizaciones o

cuando las fracturas o las heridas abiertas dificultan su colocación.

Aunque la realización de una epidural en el paciente anestesiado

está relativamente contraindicada debido al riesgo potencial de

producir una lesión en la medula espinal que pase desapercibida,

la relación riesgo-beneficio en el paciente traumatológico avala su

colocación durante la cirugía cuando la anestesia general permite

una mejor posición y hay colaboración por parte del paciente.

Resumen

El traumatismo es una situación que afecta a todas las edades y

tipos de pacientes, desde jóvenes sanos hasta ancianos delicados.

Debido a su gran prevalencia, los anestesiólogos se encontrarán

con pacientes traumatológicos en muchas ocasiones a lo largo de

su carrera profesional. El reconocimiento público de las graves

consecuencias de las lesiones producidas ha disparado el interés

por la investigación y la educación en este campo, y las técnicas

diagnósticas y terapéuticas han experimentado un gran desarrollo

en estos últimos años. El anestesiólogo está, pues, en una posición

ideal para comprender y aplicar estas nuevas técnicas.

Bibliografía

1. Fingerhut LA, Warner M: Health, United States.

1996-97 and Injury Chartbook. Hyattsville, MD,

National Center for Health Statistics, 1997.

2. Murray CJL: Lopez AD: The Global Burden of

Disease. Cambridge, MA, Harvard University Press,

1996.

3. World Health Organization: World Report on Road

Traffic Injury Prevention. Geneva, WHO, 2004.

4. Krug E: World Report on Violence and Health: A

Summary. Geneva, World Health Organization,

2002.

5. Mayor S: WHO report shows public health impact

of violence. BMJ 325:731, 2002.

6. Leppaniemi AK: Global trends in trauma. Trauma

6:193-203, 2004.

7. Maier RV: Mock C: Injury prevention.

In

Mattox

KL, Feliciano DV, Moore EE (eds): Trauma, 4th ed.

New York, McGraw-Hill, 2000, pp 41-54.

8. West JG, Cales RH: Gazzaniga AB: Impact of regio-

nalization. The Orange County experience. Arch

Surg 118:740-744, 1983.

9. MacKenzie EJ: Review of evidence regarding

trauma system effectiveness resulting from panel

studies. J Trauma 47:S34-S41, 1999.

10. Mann NC: Assessing the effectiveness and optimal

structure of trauma systems: A consensus among

experts. J Trauma 47:S69-S74, 1999.

11. MacKenzie EJ, Rivara FP, Jurkovich GJ: A national

evaluation of the effect of trauma-center care on

mortality. N Engl J Med 354:366-378, 2006.

12. Mann NC, Mullins RJ, MacKenzie EJ, et al: Systema-

tic review of published evidence regarding trauma

system effectiveness. J Trauma 47:S25-S33, 1999.

13. Resources for Optimal Care of the Injured Patient,

2006. Chicago, American College of Surgeons,

2006.

14. Mullins RJ, Veum-Stone J, Hedges JR, et al: Influence

of a statewide trauma system on location of hospi-

talization and outcome of injured patients. J Trauma

40:536-545, 1996.

15. ATLS for Doctors: Student Manual, 7th ed. Chicago,

American College of Surgeons, 2004.

16. Teasdale G: Jennett B: Assessment of coma and

impaired consciousness. A practical scale. Lancet

2:81-84, 1974.

Anestesia en traumatología

2073

62

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito