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Anestesia para la cirugía

oftalmológica y otorrinolaringológica

Marc Allan Feldman y Anil Patel

Puntos clave

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Otorrinolaringología

1.

Los pacientes pueden desarrollar estridor de forma aguda

por varias causas, como epiglotitis, laringotraqueobronquitis,

inhalación de cuerpos extraños, edema angioneurótico,

traqueítis, quemaduras y parálisis bilateral de las cuerdas

vocales tras una cirugía.

2.

Las lesiones faciales pueden causar una hemorragia

profusa, con aspiración de sangre, dientes sueltos y

fragmentos de los tejidos blandos, por lo que la prioridad

es despejar y asegurar la vía respiratoria.

3.

En la cirugía otológica, se dispone de varios dispositivos

para el control anestésico de la vía respiratoria. Todos

ellos cuentan con distintas ventajas e inconvenientes.

4.

La hemorragia en el postoperatorio de una

amigdalectomía suele producirse en las primeras 6 horas.

5.

La técnica anestésica óptima para los procedimientos

endoscópicos depende del estado general del paciente, del

tamaño, movilidad y localización de la lesión laríngea,

del uso del láser y de los requisitos quirúrgicos.

Oftalmología

1.

Es esencial conocer la anatomía y fisiología oculares, así

como los efectos sistémicos de los fármacos

oftalmológicos para preparar un plan anestésico apropiado.

2.

La presión sobre el globo ocular o sobre cualquier

contenido orbitario puede causar un reflejo

trigeminovagal u oculocardíaco, con bradicardia, bloqueo

auriculoventricular o asistolia.

3.

La irrigación sanguínea de la retina depende de la presión

de perfusión ocular, que está determinada por la presión

arterial y la presión intraocular (PIO).

4.

La anestesia inhalatoria profunda reduce la PIO, mientras

que la ketamina y el suxametonio pueden aumentarla.

5.

Los incrementos súbitos de la PIO en el contexto de una

lesión abierta del globo ocular pueden causar pérdida

del cuerpo vítreo y ceguera.

6.

Los bloqueos retrobulbares pueden complicarse con

hemorragia retrobulbar, aumento de la PIO, inyección

intraarterial con convulsiones e inyección subaracnoidea a

través de la vaina del nervio óptico con parada respiratoria.

7.

El óxido nitroso debería evitarse durante 15 minutos antes

del uso del gas intraocular. Además, se debe evitar

durante 7-45 días después de su uso, o hasta que se haya

absorbido la burbuja de gas.

8.

Las urgencias oftalmológicas verdaderas, como las

quemaduras químicas y las oclusiones de la arteria central de

la retina, deben tratarse en un plazo de minutos para evitar una

ceguera permanente. Las lesiones abiertas del globo ocular y

otros procedimientos urgentes se pueden programar después

de haber logrado una situación adecuada de dieta absoluta.

9.

La compresión ocular por una mascarilla o por la

colocación del paciente puede causar una oclusión

de la arteria central de la retina.

©

2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

Principios generales de la cirugía

otorrinolaringológica

La anestesia para la cirugía otorrinolaringológica (ORL) engloba una

amplia gama de intervenciones de distinta duración, gravedad y com-

plejidad, desde casos muy frecuentes, como la miringotomía, amig-

dalectomía y los procedimientos nasales simples a otras operaciones

complejas en los pacientes con cáncer de la cabeza y el cuello. Es

probable que no haya otra especialidad quirúrgica en la que la nece-

sidad de una buena coordinación entre el cirujano y el anestesista sea

mayor que en los procedimientos de «vía respiratoria compartida»,

por lo que es esencial contar con una planificación y evaluación

preoperatoria cuidadosas, así como con una estrecha colaboración.

Seguridad y mantenimiento de la vía

respiratoria

En todos los procedimientos ORL la principal preocupación es lograr

una vía respiratoria despejada, libre y sin obstáculos. Hay numerosos