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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

una desaturación de oxígeno, será preciso incrementar la profundidad

de la anestesia con propofol i.v. o con otro fármaco i.v. para disminuir

el reflejo exagerado de cierre glótico que provoca el laringoespasmo.

Si a pesar de la aplicación de oxígeno al 100% y presión positiva

teleespiratoria o presión positiva continua en la vía respiratoria el

laringoespasmo persiste y la saturación de oxígeno sigue bajando, se

debería plantear la administración de una pequeña dosis de suxame-

tonio (0,1-0,5mg/kg). Si aún así continúa el laringoespasmo, se deben

evaluar otras causas de estridor postextubación, como la laringomala-

cia, traqueomalacia, parálisis de las cuerdas vocales, edema de la vía

respiratoria, hematoma, obstrucción por los tejidos blandos y la pre-

sencia de un cuerpo extraño, como taponamientos de gasa.

La incidencia del laringoespasmo es mayor en los niños que

en los adultos y la hipoxia aparece con más rapidez. Esto supone

un problema especial en los niños sometidos a procedimientos

ORL, que requieren vigilancia y un tratamiento inmediato.

Estridor

El estridor es un sonido ruidoso agudo de predominio inspiratorio

causado por el flujo aéreo turbulento debido a una obstrucción de la

vía respiratoria superior y puede constituir una urgencia médica que

requiera una intervención inmediata. El tratamiento inicial es el

mismo con independencia de la causa; se debería administrar oxígeno

al 100% por una mascarilla con el paciente erguido en sedestación y

una nebulización de epinefrina racémica (1mg de una solución al

1:1.000, es decir, 1ml) en 5ml de suero salino al 0,9%, que se repite

cada 30 minutos con monitorización. La epinefrina actúa cuando se

deposita en forma de gotitas sobre la mucosa inflamada y edematosa,

en la que tiene una intensa acción vasoconstrictora. La dexametasona

(0,1mg/kg i.v. cada 6 horas) ayuda a reducir el edema de la vía respi-

ratoria, pero tarda 4-6 horas en hacer efecto. El heliox (70% de helio

y 30% de oxígeno) incrementa en gran medida el flujo para cualquier

gradiente de presión dado, o permite el mismo flujo para un gradiente

de presión más pequeño. A diferencia del flujo laminar, en el que la

resistencia depende de la viscosidad del gas, durante el flujo turbu-

lento la resistencia depende de su densidad. El heliox produce una

disminución espectacular de la resistencia de la vía respiratoria y

una mejora de la ventilación. No obstante, cuanto mayor sea la con-

centración de helio en la mezcla, menor será la Fio

2

.

Los pacientes pueden comenzar con un cuadro agudo de

estridor por varias causas, como epiglotitis, laringotraqueobron-

quitis, inhalación de cuerpos extraños, edema angioneurótico, tra-

queítis, quemaduras y parálisis bilaterales de las cuerdas vocales

tras una cirugía. Por lo general, en el estridor de inicio agudo, a

medida que disminuye el diámetro de la vía respiratoria, se puede

escuchar un estridor inspiratorio ruidoso, y en un paciente adulto

típico es más pronunciado cuando el diámetro de la vía respiratoria

es de unos 4mm. En el estridor crónico, el paciente compensa

lentamente la reducción del diámetro de la vía respiratoria; es

posible que un paciente tenga un diámetro de su vía respiratoria

de 3-5mm sin estridor en reposo, aunque se hará manifiesto con

un esfuerzo sencillo. Aunque la presencia de estridor en un con-

texto agudo siempre es un signo de alarma, su ausencia no implica

la ausencia de compromiso de la vía respiratoria. Como causas

crónicas de estridor pueden citarse la estenosis subglótica, laringo-

malacia, neoplasia maligna, masas mediastínicas, sinequias, quistes

y malformaciones vasculares.

Traumatismos

(v. también cap. 62)

Traumatismos de la vía respiratoria

Los traumatismos de la vía respiratoria pueden deberse a lesiones

cerradas o penetrantes, quemaduras, lesiones por inhalación y trau-

matismos iatrogénicos. La respuesta inicial depende del grado de

compromiso de la vía respiratoria

( figs. 65-4, 65-5 y 65-6

), y los

pacientes con dificultad respiratoria evidente requieren una inter-

vención urgente para asegurar la permeabilidad de la vía respiratoria,

cuyo control inmediato puede consistir en intubación orotraqueal,

intubación por una herida abierta amplia en la vía respiratoria o la

realización de una vía respiratoria quirúrgica de urgencia, bajo anes-

tesia local. La intubación con fibroscopio puede ser muy difícil o

imposible cuando existe una gran distorsión de la vía respiratoria

con tumefacción, edema y hemorragia. La intubación orotraqueal

debería realizarla un profesional experimentado, con la colaboración

de un ayudante que también cuente con experiencia.

En los traumatismos laríngeos cerrados, la presión sobre el

cricoides puede causar una separación cricotraqueal, lo que debería

evitarse. Se debe tener un alto índice de sospecha a la hora de evaluar

y observar a los pacientes que han sufrido traumatismos laríngeos,

porque un diagnóstico e intervención tardíos pueden dar lugar a un

mal resultado respecto a la vía respiratoria y la vo

z 10

. Los síntomas

sugestivos de traumatismo laríngeo son la disnea, disfonía, odinofa-

gia, dolor, disfagia y ronquer

a 11,12 .

Se debe realizar una evaluación

suave y cuidadosa para evitar un desplazamiento de unos fragmentos

cartilaginosos inestables, que pueden comprometer aún más la vía

respiratoria. La exploración puede mostrar abrasiones en la parte

anterior del cuello, enfisema subcutáneo, estridor, hemoptisis, soplos,

pérdida de las referencias palpables y signos de neumotórax. La larin-

goscopia con un fibroscopio flexible puede revelar la presencia de

edema, hematoma y una posición anómala de las cuerdas vocales.

Los pacientes con traumatismos cervicales e inestabilidad

hemodinámica o que tengan una lesión evidente en el tracto aero-

digestivo requieren una cirugía urgent

e 13 .

Los traumatismos iatrogé-

Figura 65-3

 Radiografía de la anatomía laríngea.