Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2275 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2275 / 2894 Next Page
Page Background

Asistencia clínica en entornos especiales: bajas y altas presiones y el espacio

2275

70

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

trado la posibilidad de realizar la intubación mediante laringoscopia

y un tubo traqueal estándar

( fig. 70-18 )

, un combitube y una ML de

intubació

n 274,275 .

Sin embargo, la intubación traqueal en micrograve-

dad por una persona que no sea médico utilizando la laringoscopia

convencional no suele logrars

e 274

. Todas las técnicas de intubación

requieren sujetar tanto al paciente como a quien le intub

e 274

. El

reflujo gastroesofágico es más frecuente en microgravedad, por lo

que es más probable la aspiración durante la anestesia general.

Se están desarrollando herramientas diagnósticas de a bordo,

como ecografía guiada por control remoto

( fig. 70-19

).

La cirugía robótica remota se ha considerado como sustituto

de un cirujano a bordo. De hecho, se ha realizado con éxito una

colecistectomía laparoscópica robótica en un paciente localizado en

Estrasburgo (Francia) por cirujanos que operaban desde Nueva York.

El tiempo total de demora entre el inicio del movimiento del cirujano

y su detección en el monitor fue de unos 155 milisegundo

s 276

. Se

piensa que el límite aceptable de este valor es de alrededor de 330 mi­

lisegundos. No se sabe si la formación o la tecnología permitirá que

este límite aumente para posibilitar la cirugía durante los vuelos

interplanetarios (con un tiempo de demora mucho mayor).

Aspectos fisiológicos y médicos después

del regreso a la Tierra

Las dificultades médicas pueden extenderse al período posterior al

aterrizaje. Después de 14 días en el espacio, se administró anestesia

general a dos monos rhesus para realizar biopsias (ketamina, 10mg/kg

i.m. y después isoflurano al 1-1,5% durante 3,5-4 horas) en las pri-

meras 24 horas tras el aterrizaje por parte de un anestesista veterina-

rio competente. Un animal tuvo un cuadro de aspiración durante el

despertar y no se le pudo reanimar. A las 3 horas de la recuperación,

el otro desarrolló de forma inexplicable letargo y edema facia

l 277 .

A

partir de esta experiencia, se puede inferir que las técnicas bien acep-

tadas que constituyen un estándar de asistencia pueden no ser seguras

al anestesiar a astronautas poco después de un vuelo espacial.

Se han dilucidado varios problemas específicos. Los detalles

pueden consultarse en dos revisiones excelente

s 278,279 .

Algunos de

los aspectos más pertinentes al riesgo anestésico se detallan a

continuación.

Hipovolemia e hiposensibilidad adrenérgica

Después de un vuelo, un gran porcentaje de astronautas presentan

intolerancia ortostática. Esto se debe en parte a la hipovolemia,

pero también a una respuesta adrenérgica disfunciona

l 280 .

En los

astronautas con intolerancia ortostática después del vuelo, la res-

puesta presora a la fenilefrina no es distinta a la previa al vuelo,

aunque está atenuada en comparación con los astronautas que sí

toleran el ortostatismo agud

o 281 .

La pérdida de la forma cardiovas-

cular, la atrofia ventricular y los cambios de la rigidez arterial

también pueden estar implicado

s 264,265,282,283

. La respuesta hemodi-

námica inmediata después del vuelo a la anestesia general o neu-

roaxial podría consistir en una hipotensión inesperada, pero hasta

la fecha se desconoce.

Trastornos electrolíticos

Se han descrito reducciones del potasio y el magnesio séricos

después de algunas misiones espaciale

s 284,285 ,

debido posiblemente

a una menor ingesta dietética. La hipopotasemia se ha considerado

la causa de las arritmias cardíacas observadas durante las misiones

del Apolo 1

5 286 .

Respuesta hiperpotasémica al suxametonio

La atrofia del músculo esquelético debida a la inmovilización y al

desuso causa la proliferación de los receptores de acetilcolina, una

mayor sensibilidad al suxametonio (v. cap. 19) y una menor activi-

dad de la colinesteras

a 287 .

Basándose en los datos de pacientes con

enfermedades neuromusculares y con extremidades inmovilizadas,

puede haber una resistencia a los fármacos bloqueantes neuromus-

culares no despolarizante

s 288 .

El uso del suxametonio en pacientes

inmovilizados de cuidados intensivos se ha asociado a una hiper-

potasemia excesiva y a parada cardíaca

289,290 .

Se ha sugerido que la

atrofia del músculo esquelético en los astronautas puede ponerlos

en una situación de riesgo simila

r 279 .

Resumen

La generalización del uso del OHB para tratar a pacientes en estado

crítico ha originado una demanda de personas capacitadas en la apli-

cación de esta tecnología. La planificación y el diseño de medios de

monitorización permitirán el control óptimo de la hemodinámica y la

Figura 70-18

 Intubación de un maniquí que flota libre en microgravedad. El

médico que realiza la intubación estabiliza la cabeza sujetándola entre sus rodillas.

(

De Groemer GE, Brimacombe J, Haas T y cols.: The feasibility of laryngoscope-

guided tracheal intubation in microgravity during parabolic flight: A comparison of

two techniques.

Anesth Analg

101:1533-1535, 2005, con autorización

.)

Figura 70-19

 Ecografía diagnóstica en el transbordador espacial. El

astronauta Mike Finke maneja el aparato de ecografía mientras recibe

instrucciones de un médico que se encuentra en la Tierra. (

Por cortesía

de la NASA

.)