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Anestesia por subespecialidades en el adulto
IV
concentración de bicarbonato menore
s 172. En los pacientes que
requieran ventilación controlada debería mantenerse su Paco
2
en su
valor basal, en lugar de en el rango de referencia habitual, para evitar
la retención renal de bicarbonato, que reduciría la respuesta ventila-
toria. De modo similar, el mantenimiento de la Pao
2
en el rango de
referencia a nivel del mar provocará una pérdida de la adaptación y
la dificultad de readaptarse el paciente a respirar aire ambiente.
Se ha descrito una mayor pérdida de sangre por las heridas
quirúrgicas en situación de altitu
d 232. Este efecto se ha atribuido al
aumento de la presión venosa y del volumen sanguíneo, a la vasodila-
tación y a la mayor densidad capilar. Campores
i 233ha revisado la cues-
tión de la anestesia tópica a presiones ambientales elevadas y bajas.
Equipamiento anestésico
En un estudio, se han probado dos modelos de vaporizadores de
halotano a nivel del mar y en altitudes de 1.524m y 3.048
m 234 .El
porcentaje de halotano administrado aumentaba con la altitud en
cualquier selección dada del aparato, aunque su presión parcial
permanecía constante. Por tanto, cuando estos aparatos se utilizan
a una selección concreta, el anestésico se administrará a una poten-
cia constante de forma independiente de la altitud (v. cap. 15).
También se ha analizado el efecto de la altitud en flujómetros
de gas de bobina o de bola flotante
s 234 .A una altitud simulada de
3.048m, tanto los aparatos de óxido nitroso como los de O
2
dan
una lectura menor al flujo real. El porcentaje de error aumentó de
forma progresiva hasta 4 l/min, punto en el que ambos aparatos
tenían un error de un 20%. Por tanto, puede surgir un riesgo
cuando se mezcla un bajo flujo de O
2
con uno elevado de óxido
nitroso. A menos que se disponga de un analizador de O
2
, el por-
centaje administrado de este gas puede ser bastante menor que el
calculado según los valores que marquen los flujómetros.
Los dispositivos mezcladores de gas de tipo Venturi tienden
a administrar unas concentraciones mayores de O
2
en altitud que
a nivel del ma
r 234 .A una altitud de 3.048m, una mascarilla diseñada
para aplicar O
2
al 35% a nivel del mar suministraba en realidad el
gas al 41%.
Sedación
Las dosis estándar a nivel del mar de sedantes/hipnóticos pueden
producir una mayor depresión respiratoria a altitud en personas
no aclimatadas
(v. caps. 68 y 69). Una pequeña dosis de etanol oral
(50 g, que produce una concentración sanguínea estimada de
alcohol de 65mg/dl, carente de efectos ventilatorios a nivel del
suelo) aumentó la Pco
2
una media de 1,5mmHg tras un ascenso
agudo a 3.000
m 235. Se ha demostrado que tanto el diazepam (5mg v.o.)
como el temazepam (10mg v.o.
) 236tienen efectos medibles sobre la
respiración a 3.000m. Por otra parte, el temazepam (10mg v.o.),
mejoró la calidad del sueño y redujo el número de desaturaciones
durante el sueño en montañeros parcialmente aclimatados a
5.300
m 237 .La diferencia entre los estudios se explica probable-
mente por los distintos grados de aclimatación a la altitud. Durante
la exposición aguda a la altitud en personas jóvenes y sanas, ni el
zolpidem (10mg v.o.) ni el zaleplón (10mg v.o.) tuvieron efectos
adversos sobre la Spo
2
durante el sueñ
o 198,199 .Anestesia general
La potencia de los gases anestésicos es proporcional a sus presiones
parciales. Por tanto, a medida que se reduce la presión barométrica,
unas concentraciones fijas de anestésicos inhalatorios tendrán
menor potencia. A una altitud de 3.300m, se ha observado una re
ducción significativa de la eficacia del óxido nitroso al 50% en la
reducción del umbral doloroso en voluntarios sanos
( tabla 70-8 ) 238 .Se ha descrito la inducción satisfactoria de la anestesia general con
halotano en una cámara hipobárica a una presión barométrica de
375mmHg (altitud equivalente=5.490m
) 239 .La recuperación fue
rápida y sin complicaciones.
Dado que tal vez no se disponga de O
2
suplementario en
algunas localizaciones de montaña, puede ser obligatorio elegir la
técnica anestésica que sea menos propensa a suprimir la ventilación.
La anestesia con ketamina y ventilación espontánea se ha descrito
en 23 pacientes que requirieron anestesia general a una altitud de
1.830
m 240. Dos de ellos desarrollaron una desaturación significativa,
aunque breve y se resolvió con rapidez. Los autores concluyeron que
esta forma de anestesia es un método práctico en el ámbito de un
hospital rural en altitud, sin acceso a O
2
suplementario.
El uso de ketamina (dosis total, 1-6mg/kg) tras la premedicación
intravenosa con atropina (0,02mg/kg) y midazolam (0,05mg/kg) se
describió en una serie consecutiva de 11 pacientes (estado físico
ASA, 1-2) que requirieron anestesia general para procedimientos
cortos en el hospital Kunde
( fig. 70-16) en Nepal (3.840m
) 241. Nueve
pacientes requirieron la reducción de luxaciones o fracturas, uno (de
9 años) precisó la sutura de una herida facial y otro el drenaje de un
absceso. La dosis de inducción de ketamina fue de 1mg/kg i.v. admi-
nistrada en un período de 1-2 minutos, seguida de cantidades adi-
cionales con ajuste de dosis gradual según el efecto. La Spo
2
basal
con aire ambiente fue del 86-91%. Se administró oxígeno en 3 de los
11 casos mediante un concentrador de O
2
si la Spo
2
disminuía del
80% durante 1 minuto y no se corregía mediante avance mandibular
o con estimulación vocal y táctil. Los 2 residentes de baja altitud
precisaron O
2
suplementario durante 20 minutos en la recuperación,
mientras que sólo uno de los nueve que vivían a elevada altitud lo
precisó. El uso de ketamina se ha descrito incluso a mayor altitud
(4.243m) para el control de una hemorragia posparto en una mujer
de 22 año
s 242. Se logró una anestesia general profunda con sólo 25mg
de ketamina i.v. (unos 0,5mg/kg), que indujeron 5 minutos de apnea,
lo que precisó la manipulación de la vía respiratoria y oxígeno suple-
mentario. La dosis total de ketamina requerida para el procedimiento
de 20-25 minutos fue de 50mg. Los autores atribuyeron la respuesta
exagerada a una dosis baja de ketamina a una combinación de
hipoxemia e inestabilidad hemodinámica.
Los nativos de altas altitudes anestesiados a 3.500m por
encima del nivel del mar (Spo
2
preoperatoria media del 88,5%)
parecen requerir unas cantidades mucho mayores de propofol
cuando se administra con fentanilo en comparación con los habi-
tantes de zonas bajas a 300
m 243 .En comparación con los residentes
a baja altitud, los que viven en zonas altas tienen una menor
frecuencia cardíaca en reposo, y las respuestas de la frecuencia
cardíaca al estrés quirúrgico estaban muy atenuadas.
Tabla 70-8
Efecto del óxido nitroso al 50% sobre el umbral del dolor en
voluntarios sanos a varias altitude
s *Altitud
(m)
Presión
barométrica
(mmHg)
Aumento
del umbral
del dolor (%)
Efectos secundarios
0
760
71,5
3 personas, náuseas;
2 personas, semicomatosas
1.460 636
40
Ninguno
3.300 517
19
Ninguno
*El umbral del dolor se midió en 20 personas a cada altitud aplicando presión en la
cara anterior de la tibia mediante un dinamómetro. Las exposiciones simuladas a
la altitud se realizaron en una cámara hipobárica. A mayores altitudes, una
concentración fija de N
2
O cada vez es menos eficaz.
Datos de James MFM, Manson EDM, Dennett JE: Nitrous oxide analgesia and
altitude.
Anaesthesia
37:285-288, 1982.