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Anestesia en el paciente ambulatorio

Paul F. White y Matthew R. Eng

Puntos clave

2185

1.

El crecimiento continuado de la cirugía ambulatoria se

relaciona con la expansión de las técnicas quirúrgicas

mínimamente invasivas y ambulatorias.

2.

Los trastornos médicos previos no suelen ser un criterio

de exclusión para la cirugía ambulatoria.

3.

No se recomiendan estudios de laboratorio de forma

habitual antes de la cirugía ambulatoria.

4.

La selección de la técnica anestésica influye de forma

significativa sobre los efectos secundarios postoperatorios

y el momento del alta. La utilización de anestesia local con

sedación, la llamada anestesia monitorizada, se asocia a

los mínimos efectos secundarios y al tiempo más corto

hasta el alta al domicilio.

5.

El uso de propofol para inducir o mantener la anestesia

(o ambos) se asocia a una reducción de las náuseas y

vómitos postoperatorios (NVPO).

6.

El uso de desflurano u óxido nitroso (o ambos) junto con

la profilaxis antiemética facilitará el proceso de

recuperación «rápido».

7.

El uso de analgésicos opioides potentes (p. ej., fentanilo,

sufentanilo) combinados con anestésicos locales

reducirá el tiempo hasta el alta al domicilio tras la

anestesia raquídea.

8.

Los regímenes analgésicos y antieméticos multimodales

(«equilibrados») permitirán un seguimiento rápido de los

pacientes ambulatorios tras la cirugía ambulatoria con

anestesia general.

9.

El seguimiento rápido tras la cirugía ambulatoria se

realiza llevando al paciente directamente desde el

quirófano a una unidad intermedia para cirugía de día

(evitando la URPA) o sencillamente dándole el alta al

domicilio desde la URPA.

10.

Los resultados de la cirugía ambulatoria (y en

consulta) no difieren de los obtenidos tras las cirugías

con ingreso (hospitalario). Datos recientes sugieren

que incluso pueden ser mejores para los pacientes

ancianos.

©

2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

En las cuatro últimas décadas, las cirugías ambulatorias han

aumentado desde menos del 10 hasta más del 70% de todas las

cirugías programada

s 1

. La cirugía ambulatoria ha progresado

desde la realización de intervenciones sencillas en pacientes

ambulatorios sanos a cubrir un amplio espectro de intervencio-

nes mayores en pacientes ambulatorios con trastornos médicos

complejos de base. El desarrollo formal de la anestesia ambula-

toria como una subespecialidad reconocida se produjo cuando

se creó la Society for Ambulatory Anesthesia (SAMBA) en 1984

y posteriormente con el desarrollo de programas de posgrado

para especialistas reconocidos por la American Society of Anes-

thesiologists (ASA).

El creciente número de centros de tratamiento diagnóstico

y quirúrgico autónomos en todo el mundo refleja el interés global

por reducir la necesidad de ingresos hospitalarios tras la cirugía

programad

a 2

. Sin embargo, el crecimiento de la cirugía ambulatoria

no habría resultado posible sin el avance de las técnicas anestésicas

y quirúrgica

s 3

. La disponibilidad de anestésicos, analgésicos y rela-

jantes musculares rápidos de acción corta ha facilitado de un modo

evidente la recuperación tras la cirugía, y el desarrollo de técnicas

mínimamente invasivas ha permitido realizar cirugías más exten-

sas de forma ambulatoria, independientemente de los trastornos

médicos previos del pacient

e 4

.

El rango de procedimientos quirúrgicos que se pueden rea-

lizar de forma ambulatoria sigue aumentando y los pacientes

acuden para cirugía ambulatoria con problemas médicos cada vez

más complejos. Como consecuencia, los anestesiólogos deben

desempeñar un papel más activo en la valoración y preparación

preoperatoria de los pacientes para evitar costosas demoras y

cancelaciones de última hor

a 5

. El papel de los anestesiólogos ha

evolucionado desde el de un médico preocupado por conseguir

unas condiciones quirúrgicas óptimas y reducir el dolor en el

postoperatorio inmediato al de un médico responsable del perio-

peratorio que tiene que garantizar que los trastornos médicos

existentes se manejen de forma óptima antes, durante y después

de la cirugía

( tabla 68-1 ) 6,7

. En los centros ambulatorios moder-

nos es posible realizar con seguridad intervenciones quirúrgicas

complejas sin sacrificar la calidad y ahorrando al mismo tiempo

recursos hospitalario

s 8

. En una era de contención de gastos, los

ahorros inherentes a la realización de cirugías ambulatorias

asegura que el número de las mismas seguirá aumentando durante

el siglo xx

i 1

.