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Anestesia por subespecialidades en el adulto
IV
Para predecir el efecto de la altitud sobre la oxigenación
arterial, el paciente puede exponerse a una altitud simulada en una
cámara hipobárica y evaluar la Spo
2
y/o la gasometría arterial.
Otrasmedidas alternativas son la administración de un gas hipóxico
premezclado para obtener la misma Po
2
inspirada que el aire de la
altitud concreta (por lo general, O
2
al 15%
) 251o proporcionar una
mascarilla de tipo Venturi diseñada para administrar al 35-40%
con nitrógeno al 100
% 252,253 .También se han utilizado con éxito
algoritmos de predicción basados en los valores de la gasometría
arterial a nivel del ma
r 254 .La Pao
2
predicha a una altitud determi-
nada (Pao
2alt(predicha)
) puede predecirse a partir de la gasometría
arterial a nivel del suelo (Pao
2NS
, Paco
2NS
), la Po
2
alveolar (Pao
2NS
)
calculada a nivel del suelo y la Po
2
alveolar a la altitud concreta
(P
A
o
2alt
) utilizando la siguiente ecuación:
Pao
2alt(predicha)
=
PAo
2alt
×
(Pao
2NS
/Pao
2NS
)
También se ha descrito el análisis sistemático de otras ecuaciones
predictiva
s 253,255 .Se ha recomendado que en los pacientes con hipoxemia
basal debida a una enfermedad pulmonar o cardíaca se considere
la administración de O
2
durante el vuel
o 256 .Stoller ha revisado los
detalles del procedimient
o 254.
Urgencias durante los vuelos
En las aerolíneas comerciales, se notifican 1-75 complicaciones
médicas por millón de pasajeros
257 .Las más frecuentes se deben a
síncopes, síntomas digestivos, traumatismos menores o problemas
cardíacos, respiratorios o neurológicos. La asistencia urgente de los
pasajeros muy graves se facilita gracias a los kits médicos que se
llevan a bordo en los aviones comerciales de algunas compañías en
los que se requiere un asistente de vuelo. Además, en los aviones
comerciales de algunas compañías que superan una carga de
3.300 kg existen desfibriladores externos automáticos. Los falleci-
mientos en vuelo son excepcionales (0,01-0,8 casos por millón de
pasajeros). En un estudio de la experiencia de 1 año (1999-2000)
de una aerolínea estadounidense, se estimó que se disponía de un
médico a bordo en alrededor de la mitad de los vuelo
s 257 .Se dispone
de un sistema de médicos en tierra para resolver consultas y para
ayudar con las decisiones sobre la desviación del vuelo.
Asistencia médica en el espacio
Aspectos fisiológicos y médicos durante
los vuelos espaciales
Durante los pocos minutos del despegue de un vehículo espacial,
la fuerza gravitatoria aumenta a medida que la nave acelera a la
velocidad orbital (por lo general 3 g en el trasbordador de la NASA
y 4 g en la nave rusa Soyuz). Durante el período en el espacio, el
mayor estrés fisiológico de los astronautas es la ausencia de fuerza
gravitatoria (microgravedad), que provoca un aumento del volumen
telediastólico del ventrículo izquierdo, acompañado de forma para-
dójica por una disminución de la presión venosa centra
l 258 .La
redistribución central de sangre produce edema facial, inicio de la
diuresis y, por ello, depleción del volumen plasmático (hasta del
20% o más), que persiste hasta después del aterrizaj
e 259 .Poco
después de situarse en órbita, la mayoría de los astronautas expe-
rimentan mareo, somnolencia, náuseas y vómitos autolimitado
s 260 .Durante la reentrada, los cosmonautas se reexponen a un aumento
de la fuerza gravitatoria, por lo general 1,5 g en el trasbordador
espacial y 3-4 g en la nave Soyuz. Tras el aterrizaje suelen experi-
mentar cierto grado de intolerancia ortostátic
a 261y en ocasiones
una reaparición de las náuseas y los vómito
s 260 .La hipotensión
postural se ha atribuido a la hipovolemia, al aumento de la expre-
sión de la NO sintasa endotelial y a la disminución de los receptores
a
-adrenérgico
s 262 .Después de varios días en órbit
a 263se ha obser-
vado la reducción de la masa ventricular, lo que puede deberse a
atrofia cardíac
a 264o deshidratació
n 265. La atrofia muscular esquelé-
tica puede producirse incluso después de misiones corta
s 266 .La presión en cabina del trasbordador espacial y de la Esta-
ción Espacial Internacional es de 760mmHg, pero durante la acti-
vidad extravehicular (en inglés, EVA), la presión del traje espacial
es de 0,3 bar (222mmHg). Los astronautas evitan la hipoxia durante
la EVA mediante la respiración de O
2
al 100%, aunque la baja
presión suscita el riesgo potencial de enfermedad por descompre-
sió
n 267 .Si el traje se rompe durante la EVA, la presión ambiental
del astronauta disminuiría a cero con rapidez y provocaría hipoxia
y una formación generalizada de burbujas, denominada
ebullismo
(ebullición de los líquidos corporales por una presión ambiental
menor que la presión de saturación de vapor de agua).
La eliminación de la carga gravitatoria provoca pérdida del
calcio óseo, que puede producir una osteoporosis significativa durante
los vuelos espaciales prolongados. Este problema, junto con la hiper-
calciuria resultante y el aumento de la probabilidad de nefrolitiasis,
son los principales obstáculos a los vuelos humanos interplanetarios.
La atención de urgencia durante la estancia espacial presenta
numerosas dificultade
s 267-272. Una hipovolemia debida a hemorragia
puede no tratarse de forma adecuada por la cantidad limitada
de reservas y la hipotensión podría agravarse por una pérdida de
volumen preexistente y por el aumento de las fuerzas gravitatorias
durante la reentrada. Las interfases aire-líquido en los líquidos intra-
venosos generan burbujas
( fig. 70-17 ), por lo que se debe extraer el
gas de las bolsas intravenosas o extraer las burbujas mediante filtra-
ción en línea. No se conocen los efectos fisiológicos de la anestesia
general o regional en microgravedad. Los vaporizadores anestésicos
convencionales requieren gravedad para mantener el líquido en el
fondo del reservorio, por lo que se precisaría un diseño diferente para
su uso en el espacio. Las limitaciones prácticas adicionales incluyen
la necesidad de evitar la contaminación del entorno cerrado por los
anestésicos volátiles o el oxígeno exhalado (riesgo de incendio).
La intubación traqueal puede ser difícil por el edema facial. Se
ha demostrado el uso satisfactorio de la mascarilla laríngea (ML), la
cánula orofaríngea con balón y la ML de intubación en condiciones
de microgravedad simulada utilizando un tanque de sustentación
neutr
a 273. Los estudios en los que se han utilizado maniquíes fijados
durante períodos cortos de microgravedad en un avión han demos-
Figura 70-17
Aire en una bolsa de líquido intravenoso con bomba de
infusión en microgravedad. La ausencia de campo gravitatorio dificulta la
eliminación del gas.
(Por cortesía de la NASA
.
)