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Colocación del paciente
en la anestesia
Lydia Cassorla y Jae-Woo Lee
Puntos clave
917
1.
La colocación del paciente es una responsabilidad
importante que comparte todo el equipo del quirófano.
A veces es necesario un equilibrio óptimo entre la
posición quirúrgica y el bienestar del paciente.
2.
Muchas posiciones de los pacientes que se usan durante
la intervención quirúrgica dan lugar a consecuencias
fisiológicas indeseables, como alteraciones cardiovasculares
y respiratorias significativas. Los anestésicos amortiguan los
mecanismos compensadores naturales, lo que hace a los
pacientes quirúrgicos vulnerables a los cambios de posición.
3.
La lesión del nervio periférico, aunque rara, es
responsable del 18% de los casos en la Closed Claims
Database de 1990-1994 de la American Society of
Anesthesiologists (ASA), sólo detrás de la muerte. La
lesión del nervio periférico se debe a menudo a la
colocación del paciente. Los mecanismos de la lesión
son el estiramiento, la compresión y la isquemia.
4.
La neuropatía cubital es la lesión neural postoperatoria
más frecuente, seguida de la lesión del plexo braquial,
las raíces nerviosas lumbosacras y la médula espinal.
5.
No todas las neuropatías postoperatorias, incluida la
neuropatía cubital, pueden explicarse en la actualidad,
y pueden no ser completamente prevenibles. Muchos
déficits cubitales postoperatorios no parecen relacionados
con la posición intraoperatoria porque aparecen días
después de la intervención quirúrgica.
6.
La ASA publicó unas recomendaciones para la práctica en
2000 para prevenir las neuropatías periféricas
perioperatorias. Pero sólo 6 de 509 estudios revisados
cumplía los estándares de una relación científicamente
probada entre la intervención y el resultado.
7.
La pérdida de visión postoperatoria es una complicación
rara pero devastadora que se asocia a la posición en
decúbito prono. Las causas son multifactoriales y no se
comprenden del todo.
8.
Los anestésicos administrados fuera de los quirófanos
clásicos presentan desafíos especiales con respecto a
la colocación del paciente debido a las limitaciones del
equipo y a diferencias en el ambiente laboral y la
cultura.
©
2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
Los anestesiólogos comparten una responsabilidad crítica en la
colocación adecuada de los pacientes en el quirófano. Las posicio-
nes consideradas óptimas para la intervención quirúrgica dan lugar
a menudo a cambios fisiológicos indeseables, como la hipotensión
por la alteración del retorno venoso al corazón o la desaturación
de oxígeno debida a desequilibrios entre la ventilación y la perfu-
sión. Además, las lesiones de los nervios periféricos durante la
intervención quirúrgica siguen siendo una fuente significativa de
morbilidad perioperatori
a 1-3 .La colocación adecuada exige la cooperación de anestesió-
logos, cirujanos y profesionales de enfermería para asegurar el
bienestar y seguridad del paciente mientras se proporciona expo-
sición quirúrgica. Durante la asistencia anestésica, siempre que sea
posible, los pacientes deben colocarse en una posición que tolera-
rían despiertos. Se retiran las joyas y ornamentos del cabello. Las
superficies acolchadas, el apoyo lumbar y la posición natural de las
articulaciones deben ser óptimos. La cabeza debe permanecer en
la línea media sin una extensión sustancial ni flexión siempre que
sea posible. Nunca debe ejercerse presión sobre los ojos. Como los
cirujanos desean una exposición óptima y las posiciones pueden
mantenerse durante períodos largos, la prevención de las compli-
caciones exige a menudo compromiso y sentido común. La dura-
ción de las posiciones más extremas, si tales fueran necesarias, debe
limitarse al máximo posible. La inclinación esperada de la mesa del
quirófano durante la intervención quirúrgica debe preverse antes
de colocar el campo, y hay que asegurar al paciente en función de
ello. El uso de cintas de seguridad y la prevención de las caídas del
paciente son fundamentales.
Consideraciones cardiovasculares
Han evolucionado respuestas fisiológicas arteriales, venosas y car-
díacas complejas para amortiguar los efectos de los cambios de
posición sobre la tensión arterial y mantener la perfusión de los
órganos vitales. Participan mecanismos centrales, regionales y
locales. Esto es particularmente importante para los seres humanos,
que mantienen una postura erguida, debido a la distancia vertical
que hay desde el corazón hasta el encéfalo y la necesidad de una
perfusión constante.
A medida que el sujeto se reclina desde una posición erecta
a otra en decúbito supino, el retorno venoso al corazón aumenta
normalmente a medida que la sangre de las extremidades inferiores