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Control de la anestesia
III
expresar y estudiar las leyes de la física. Los monitores también son
cuantitativos. Antes de poder abordar y entender la complejidad de
los monitores modernos que se usan en anestesiología, debe defi-
nirse cuantitativamente lo que se intenta medir y comprender las
limitaciones de la medición.
La masa y la energía se miden y se monitorizan: qué cantidad
hay de una sustancia y en qué estado de energía. Gran parte de lo
que se desea monitorizar está fuera del rango de los sentidos físicos
humanos. Por tanto, esta área debe medirse con dispositivos que
refuercen o extiendan nuestros sentidos. Puesto que los sentidos
tienen limitaciones y pueden «equivocarse» en ciertas circunstan-
cias
( fig. 28-1 ), los monitores fisiológicos están limitados por su
diseño y también pueden equivocarse en algunas situaciones. Los
usuarios inteligentes de estos dispositivos deben entender sus fun-
ciones básicas de diseño para predecir cuándo es probable que
produzcan datos erróneos.
Exactitud y precisión de las medidas
Todas las medidas tienen errores. Normalmente el error se deter-
mina por la comparación de una medida con un «patrón oro» de la
medida. Todas las medidas, incluso éstas denominadas «patrón oro»,
están sujetas a errores en cuanto a su reproducibilidad. Desde la
perspectiva clínica, sólo se puede confiar en una medida fisiológica
si tiene el nivel de precisión exigido para tomar la decisión clínica.
La presión arterial puede medirse de varias formas. Es posible
escuchar los sonidos de Korotkoff utilizando el manguito del esfin-
gomanómetro y el estetoscopio; puede confiarse en un dispositivo de
presión arterial oscilométrico no invasivo automatizado, o si se nece-
sita medirla continuamente, puede colocarse una cánula arteria
l 1.
Cada una de estas técnicas proporciona un valor de presión arterial
ligeramente diferente, y cada una tiene distintas fuentes de error. La
elección del método puede determinarse por la precisión o por la
frecuencia con que se necesitan los datos, y por la facilidad para
obtenerlos. En general, se elige un dispositivo oscilométrico automá-
tico antes que un dispositivo de medición de auscultación manual
por la facilidad de uso y reproducibilidad. Dos personas que midan
la presión arterial pueden oír los sonidos de Korotkoff ligeramente
diferentes y registrar distintas presiones arteriales. La precisión que
requiere un monitor clínico está determinada por el cambio más
pequeño en la variable que se mide que podría afectar la decisión
clínica. Los requisitos para la «precisión absoluta» (¿es correcto el
valor medido?) pueden ser diferentes dependiendo de los requisitos
de la «precisión relativa» (¿el valor medido sigue las tendencias?).
Un pulsioxímetro estima la saturación de oxígeno de hemo-
globina arterial midiendo la absorbancia de la luz. La saturación
estimada por el pulsioxímetro, Spo
2
, se compara con la saturación de
hemoglobina determinada por el análisis de una muestra de sangre
arterial con un co-oxímetro de laboratorio, Sao
2
. Algunos errores se
asocian con la toma de muestras de sangre arterial y los análisis in
vitro de la muestra por el co-oxímetro. Sin embargo, se considera que
el co-oxímetro es un «patrón oro» en esta comparación de métodos.
El valor de saturación del pulsioxímetro puede compararse
con el del co-oxímetro por la determinación de la tendencia y la
precisión, como recomendaron Bland y Altman
( fig. 28-2 ) 2. La ten-
dencia es la diferencia media entre los valores simultáneos de los dos
métodos, o el error sistemático. Si un pulsioxímetro lee una media
del 5% superior al co-oxímetro, tiene una tendencia del 5%, y
podemos ajustar el error sistemático recalibrando el dispositivo. La
precisión es la desviación estándar de la diferencia entre las dos
medidas y cuantifica el error aleatorio o «dispersión». Un valor alto
para la precisión indica un error aleatorio más grande. (Es más apro-
piado llamar «imprecisión» a esta estadística.) Si el error aleatorio es
demasiado grande, es posible que el dispositivo no sea clínicamente
útil. Puede ajustarse el error sistemático (tendencia) recalibrándolo,
pero no hay ninguna manera de ajustar el error aleatorio.
Medida de la masa
La medida es la determinación de una cantidad física. Una «dimen-
sión» es una categoría o tipo específico de cantidad física, como la
masa, la longitud, el tiempo, la energía o cualquiera de sus derivadas.
Las unidades son formas específicas de medir una dimensión deter-
minada. Como ejemplos de unidades podemos citar el metro (longi-
tud), el segundo (tiempo), el kilogramo (masa), el amperio (corriente)
y el grado Kelvin (temperatura). Describir una medida sin definir la
unidad no tiene sentido. Si la temperatura ambiental es de 30° Fahren-
heit, estaremos literalmente congelados; si la temperatura ambiental es
de 30° Celsius, tendremos calor. Las unidades pueden ser unidades
base o unidades derivadas. Existen siete unidades básicas (metro, kilo-
gramo, segundo, amperio, grado Kelvin, mol y candela) en el SI
(
Système International
[Sistema Internacional de Unidades]) utilizado
en ciencia, del que pueden derivarse otras muchas unidades.
Cuando «pesamos» a un paciente estamos determinando la
fuerza de la gravedad que actúa sobre la masa del paciente. General-
mente suponemos que esto está ocurriendo en la superficie de la
tierra, pero el concepto de peso es aplicable a otras localizaciones.
(En la superficie de Júpiter, un hombre de 70kg pesaría 12 veces su
peso en la Tierra, pero su masa seguiría siendo de 70kg.) Puesto que
fuerza=masa×aceleración debida a la gravedad (segunda ley de
Newton),
equilibramos
la fuerza sobre el paciente con una masa
conocida para determinar el «peso» del paciente (las unidades de
fuerza o peso en el SI son «Newtons») y la masa (kg)
( fig. 28-3). El
concepto de equilibrio de fuerzas se aplica a muchas otras modali-
dades de vigilancia. Cuando medimos la presión venosa central
utilizando un manómetro simple, estamos observando el equilibrio
Figura 28-1
Ilusiones ópticas. Los círculos se perciben como si fueran de
tamaños diferentes porque el tamaño se infiere teniendo en cuenta
dimensiones relativas. La cercanía de los círculos más pequeños hace que el
círculo del interior parezca más pequeño, y viceversa. Las líneas parecen ser
de diferente tamaño porque se utiliza la perspectiva de la línea recta para
estimar el tamaño y la distancia. Se ha observado que esta ilusión no se
produce en culturas donde no se usan las líneas rectas. Por consiguiente,
nuestras percepciones interiores nos conducen a errar al estimar el tamaño y
la longitud. De la misma forma, la programación interna de nuestros monitores
puede llevarnos a interpretar mal los resultados.