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La isoforma-3 del intercambiador sodio-hidrógeno (NHE-3)

urinaria es la isoforma de intercambiador Na

+

/H

+

presente en la

membrana apical de las células tubulares proximales y es responsa-

ble de la mayoría de la captación de Na

+

y de la excreción de H

+

por

el riñó

n 304 .

El NHE-3 se encuentra en la orina en caso de lesión

tubular, y la concentración puede estimarse a partir de una prueba

de inmunotransferencia semicuantitativa de la fracción de mem-

brana de la orina. En un estudio realizado con 54 pacientes en estado

crítico y 14 controles, la NHE-3 sólo se observó en caso de lesión

tubular y, cuando se normalizó en función de la creatinina urinaria,

era seis veces mayor en la NTA que en la azoemia prerrenal, sin

solapamient

o 305 .

Además, la NHE-3 sólo estaba presente en la LRA

en caso de NTA, y la concentración normalizada se correlacionaba

con el incremento de creatinina en pacientes con lesión tubular.

Biomarcadores que reflejan disfunción de las células

tubulares renales (proteinuria tubular)

Cuando las proteínas de pequeño tamaño se filtran por el glomé-

rulo, la unión y la recaptación endocítica en el túbulo proximal

suele devolverlas al organismo mediante un sistema de transporte

mediado por megalina. La denominada proteinuria tubular se debe

a la alteración funcional de este proceso y al escape de las pequeñas

proteínas a la orina. Algunas de las proteínas endógenas de bajo

peso molecular (BPM) que suelen captarse de este modo son la

b

2

- y

a

1

-microglobulina,la lisozima,la ribonucleasa,la IgG,la trans-

ferrina, la ceruloplasmina, las cadenas ligera lambda y kappa y las

proteínas urinarias totales. La aparición de cualquiera de estas sus-

tancias en la orina indica una alteración de la función de la porción

proximal de la nefrona compatible con una LRA. Sin embargo, el

entusiasmo por los marcadores proteicos de tipo BPM como herra-

mientas perioperatorias para el diagnóstico de LRA se ha reducido,

sobre todo en la cirugía cardíaca, por la confusión que puede pro-

ducirse cuando se emplea una sustancia antifibrinolític

a 306 .

La

lisina y su análogo (p. ej., ácido

ε

-aminocaproico, ácido tranexá-

mico) bloquean de forma específica los sitios de unión renales, lo

que provoca una inhibición intensa pero reversible de la recapta-

ción de proteínas BPM

( fig. 35-14 ) 307

; el efecto es transitorio y en

apariencia benigno, pero es tan potente que se ha propuesto la

medición de las proteínas BPM en la orina después de una pequeña

dosis de lisina intravenosa como herramienta para estimar el F

G 307 .

La aprotinina es un inhibidor de la serinproteasa que se usa como

fármaco antifibrinolítico. Se trata de una pequeña proteína que no

inhibe la recaptación tubular, pero se metaboliza por el mismo

sistema de transporte renal que las proteínas BPM

308 .

Aunque la

influencia de la aprotinina sobre el procesamiento renal de las

proteínas BPM no se ha analizado, se ha descrito la aparición de

a

1

-microglobulinuria sin cambios de la creatinina sérica en pacien-

tes de cirugía cardíaca después del uso de esta sustanci

a 309 .

La

b

2

-microglobulina es una subunidad del antígeno de clase I

del complejo principal de histocompatibilidad y presenta homología

estructural con las inmunoglobulina

s 310

.Sumasa es de 11.600 daltons,

se filtra libremente desde el plasma en el glomérulo renal y más del

99,9% se reabsorbe en el túbulo proximal. La

b

2

-microglobulina se

mide por radioinmunoanálisis y técnicas de inmunodifusió

n 311 .

Una

de las limitaciones específicas de su uso es su inestabilidad en la orina

con un pH de 5,5 o menor, lo que impide su uso en pacientes con

una infección simultánea del tracto urinario o piuria. Su degradación

por proteólisis se afecta por la temperatura, y su medición requiere

un laboratorio sofisticado, lo que impide su utilización clínica gene-

ralizada. La

a

1

-microglobulina se filtra en el glomérulo y se reabsorbe

en un 95% en el túbulo proximal, lo que indica una disfunción de

dicha estructura cuando aparece en la orin

a 1,312,313

.

La lisozimuria (incremento de la proteína enzimática liso-

zima en la orina) se produce cuando la concentración sérica

aumenta por encima del umbral renal normal (45mg/ml) o cuando

la función tubular renal está alterad

a 314

. La concentración urinaria

normal de lisozima es menor de 1,9mg/ml y una cifra superior de

5mg/ml se considera un signo de una lesión tubular renal signifi-

cativa. La elevación de las concentraciones séricas de lisozima

puede deberse a insuficiencia renal, además de constituir un mar-

cador de ella. Debido a que los leucocitos tienen una concentración

elevada de lisozima, las infecciones del tracto urinario también

pueden dar lugar a una elevación de las concentraciones séricas.

Biomarcadores que reflejan la respuesta de las células

tubulares renales al estrés

Algunos de los marcadores que permiten evaluar la respuesta renal

al estrés son la lipocalina asociada a la gelatinasa de neutrófilos

(NGAL), la interleucina-18 urinaria, el factor activador plaquetario,

la molécula-1 de lesión renal y la proteína-61 rica en cisteína. La

NGAL es un pequeño polipéptido resistente a las proteasas. Aunque

su papel sigue sin estar dilucidado en gran parte, la infusión de NGAL

en ratones atenúa la LRA tras la isquemia rena

l 315

. Un análisis de todo

el transcriptoma en busca de los genes inducidos en un momento

muy precoz tras la isquemia renal identificó a la NGAL como una

proteína sintetizada por las células tubulares renales isquémica

s 316

. La

NGAL aparece en el parénquima renal en un plazo de 1 hora y en

la orina de pacientes de cirugía cardíaca en un plazo de 2 horas tras

la lesión (v.

fig. 35-13 )

, antes que los marcadores tradicionale

s 282,317 ,

y

una elevación de la concentración es muy predictiva de la LRA post­

operatori

a 281 .

Aunque la NGAL es muy prometedora como biomar-

cador precoz de LRA, una limitación considerable es la elevada

variabilidad de sus valores basales entre los pacientes. Al igual que

muchos biomarcadores precoces, la NGAL requiere ser validada

como herramienta clínica útil en una amplia variedad de contextos

clínicos y su correlación con criterios de valoración relevantes.

La inflamación es un aspecto central de la fisiopatología de la

LRA. Las citocinas y las moléculas de adhesión median la lesión renal

y la concentración de las citocinas urinarias, como la interleucina-18

(IL-18) y el factor activador plaquetario se han evaluado como bio-

marcadores precoces de la LRA. La IL-18 es un mediador inflamato-

rio de la NTA isquémica en animale

s 318

. En estudios realizados en el

Monitorización de la función renal

1233

35

Sección III

Control de la anestesia

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Figura 35-14

 La difusión de las proteínas de bajo peso molecular, como la

b

2

-

microglobulina, a la orina, también denominada proteinuria tubular, es un mal

biomarcador precoz de LRA cuando se utilizan fármacos antifibrinolíticos

análogos de la lisin

a 306 .

En voluntarios, se produce un aumento significativo,

aunque transitorio, de la concentración urinaria de

b

2

-microglobulina tras la

inyección de ácido

ε

-aminocaproico (AEAC) y ácido tranexámico (AT), pero no

tras la de un aminoácido no relacionado, la leucina (Leu

) 307 .

Este efecto

potente, aunque transitorio, refleja la inhibición de la recaptación normal de

las proteínas de pequeño tamaño por el sistema de transporte del túbulo

proximal.

(Modificada con autorización de Mogensen CE, Solling K: Studies on

renal tubular protein reabsorption: Partial and near complete inhibition by

certain amino acids

. Scand J Clin Lab Invest

37:477-486, 1977.)