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otras muchas estrategias de dosificació

n 534-539 .

Los lectores intere-

sados podrían considerar el trabajo de Dowd y cols.

540

sobre la

farmacocinética de la AT y sus recomendaciones en relación con

mayores infusiones continuas de AT en la circulación extracorpó-

rea para mantener concentraciones estables en sangre.

Un reciente metaanálisis de la literatura sobre los antifibri-

nolíticos llega a las siguientes conclusione

s 541 :

Tanto la AT como el EACA reducen de modo significativo

la pérdida de sangre en comparación con placebo.

El EACA reduce las tasas de transfusión de concentrados de

hematíes en aproximadamente un 37%, y la AT reduce estas

tasas en aproximadamente un 25%.

Ambos medicamentos pueden reducir las tasas de reinterven-

ción quirúrgica; en el metaanálisis, estas reducciones no fueron

estadísticamente significativas, pero hubo una tendencia que

pareció indicar que sí se producían estas reducciones.

No parece que la AT ni el EACA produzcan efectos adversos.

Ambos medicamentos se excretan por el riñón, por lo que

no deben darse a los pacientes con hemorragia del tracto urinario

superior porque la concentración del medicamento en el sistema

colector renal podría causar trombosis y nefropatía obstructiv

a 129 .

El tratamiento antifibrinolítico (específicamente el empleo

de aprotinina) sufrió cierta controversia en 200

6 542 .

La aprotinina

es un potente inhibidor de la serina proteasa que se extrae del tejido

pulmonar bovino. Otras serina proteasas son la plasmina, cali-

creína y factor XIIa. Royston y cols

. 543

publicaron originalmente

unos hallazgos de menor hemorragia en los pacientes quirúrgicos

cardíacos en 1987. Numerosos estudios posteriores han demos-

trado una reducción en la hemorragia asociada con la cirugía car-

díaca y la DC

P 527 .

La dosificación tradicional de la aprotinina se

basa en su atribuido potencial inhibidor de la calicreína y consta

de una dosis de carga de 2 millones de UIC (unidades inhibidoras

de calicreína) por vía intravenosa y en el cebado de la bomba,

seguida de una infusión de 500.000UIC/h. La monitorización del

TCA debe utilizar un activador de caolín, porque la aprotinina

prolonga el TCA basado en celite, lo que potencialmente lleva a

infradosificación de la heparina.

La aprotinina es una proteína de origen bovino y se han

descrito reacciones anafiláctica

s 544-546 .

Se ha descrito que el riesgo

de anafilaxia con la reexposición es de aproximadamente el 2,8

% 547 .

Parece que el riesgo es mayor en los reexpuestos a la aprotinina en

una ventana temporal de 6 meses. Para minimizar este riesgo, las

recomendaciones de dosificación incluyen retrasar la inyección en

bolo hasta que el cirujano esté preparado para comenzar la deriva-

ción, administrar una dosis de prueba de 1ml (10.000 UIC) a todos

los pacientes, considerando el empleo de receptores H

1

/H

2

antes de

la reexposición y evitar la reexposición a la aprotinina en los

6 meses siguientes a una exposición previa

548 .

Durante cierto tiempo la controversia ha rodeado el empleo

de la aprotinina. Dada la potente actividad antifibrinolítica de la

aprotinina, ha habido una cierta preocupación clínica en relación

con el mayor riesgo de IM perioperatorio y de oclusión temprana

del injerto, accidente cerebrovascular y disfunción rena

l 549

. Un

informe clínico inicial de la Cleveland Clinic observa una tenden-

cia estadística hacia un mayor número de IM y de oclusión del

injerto; esta tendencia se explica en último término por la infrado-

sificación de heparina en relación con el empleo de TCA de celit

e 550 .

Posteriormente, se elaboraron unas tendencias más liberales en el

empleo de aprotinina en la cirugía cardíaca y algunos clínicos

defendieron su empleo tanto en las operaciones de primera vez

como en las reintervencione

s 551 .

Además, Mora Mangano y cols

. 552

señalaron que no hubo asociación entre el empleo de aprotinina y

la disfunción renal postoperatoria en 853 pacientes sometidos a

hipotermia profunda y parada circulatoria. Royston y cols.

553

seña-

laron que la aprotinina se asoció con un menor riesgo global de

desenlaces adversos. Sin embargo, en 2006, Mangano y cols

. 554 ,

en

un estudio observacional de 4.374 pacientes sometidos a cirugía

cardíaca, señalaron que el empleo de aprotinina se asoció con un

riesgo dos veces superior de insuficiencia renal dependiente de

diálisis, así como un aumento del 55% en el riesgo de IM o de IC

y un aumento del 181% en el riesgo de accidente cerebrovascular

o de encefalopatía. Posteriormente, en 2007, Mangano y cols

. 542

indicaron que el empleo de aprotinina fue un predictor indepen-

diente de la mortalidad a los 5 años. Además, un metaanálisis de

138 ensayos que compararon aprotinina, AT y EACA, demostró

que los tres agentes fueron eficaces en la reducción de la pérdida

de sangre y las tasas de transfusión, pero que las dosis altas de

aprotinina se asociaron con un mayor riesgo de disfunción rena

l 541 .

Por último, en noviembre de 2007, la FDA anunció que, a petición

de dicho organismo, la Bayer Pharmaceuticals se había mostrado

de acuerdo con una suspensión de la comercialización de la apro-

tinina a tenor de los resultados preliminares de un estudio cana-

diense aleatorizado y doble ciego que comparó la seguridad y

eficacia de EACA, AT y aprotinina. Los hallazgos de este estudio

sugerían que, en comparación con EACA y AT, la aprotinina

aumentaba el riesgo de muert

e 532 .

El grupo de trabajo STS/SCA dio su menor apoyo categórico

al empleo de desmopresina y de factor VIIa recombinante (rVIIa)

para tratar la hemorragia asociada con la cirugía cardíac

a 527 .

El

empleo de desmopresina se clasificó como «no falto de razón» en

pacientes con características que se sabe responden a la desmopre-

sina (deficiencias en el factor de von Willebrand o factor VIII,

cirrosis, empleo de aspirina y disfunción plaquetaria urémica

) 527 .

La desmopresina se administra a dosis de 0,3-0,4

m

g/kg, que se dan

por lo general lentamente durante un período de 20-30 minutos

para reducir la propensión del fármaco a causar hipotensión. El

empleo de rVIIa se clasifica como «no falto de razón» para el tra-

tamiento de la hemorragia intratable potencialmente mortal que

no responde a los tratamientos tradicionales

527 .

El rVIIa aumenta la cantidad de trombina requerida para

promover la hemostasia. Fue elaborado inicialmente como trata-

miento para pacientes con hemofilia y se ha utilizado desde enton-

ces como terapia fuera de indicación (

off-label

) para tratar a

pacientes quirúrgicos cardíacos con hemorragia intratable después

de la cirugía y derivación. El factor VII puede servir como activa-

dor de los factores IX y X, y puede unirse también directamente a

las plaquetas, lo que lleva así a la activación localizada del factor X

y a la posterior generación de trombina en la superficie de las

plaqueta

s 555 .

Unos pocos estudios observacionales han asociado la admi-

nistración de rVIIa con reducciones del sangrado en pacientes con

hemorragia perioperatoria significativa durante la cirugía

cardíac

a 102,556-558

. Una reciente revisión de la literatur

a 559

ha identi-

ficado seis estudios comparativo

s 560-565

y concluye que se reco-

mienda el rVIIa a dosis de 40-100

m

g/kg para tratar la hemorragia

intratable en los pacientes quirúrgicos cardíacos cuando han fra-

casado los tratamientos hemostáticos estánda

r 527,559

. Puede consi-

derarse la redosificación si la hemorragia es refractaria 30-60 mi­

nutos después de la dosis inicial. El empleo profiláctico de rVIIa

no está indicado en la actualidad en la cirugía cardíaca. Siguen sin

respuesta las preguntas sobre el riesgo de complicaciones trombo­

embólicas y requerirán estudios de mayor tamaño, prospectivos,

aleatorizados y con suficiente poder estadístico.

Umbral de transfusión

Un impedimento para el desarrollo de unas directrices uniformes

en la medicina transfusional en los pacientes quirúrgicos cardíacos

ha sido la ausencia de consenso científico y clínico sobre cuál es el

Anestesia para los procedimientos de cirugía cardíaca

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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