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Unidad de recuperación

postanestésica

Dorre Nicholau

Puntos clave

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 1.

La salida de una anestesia general y de una cirugía puede

estar acompañada de alteraciones fisiológicas que afectan

a varios sistemas. Las más frecuentes son las náuseas y

vómitos postoperatorios (NVPO), la hipoxia, la hipotermia

y los temblores, así como la inestabilidad cardiovascular.

 2.

En un estudio prospectivo de más de 18.000 ingresos

consecutivos en la URPA, el índice de complicaciones fue

del 24%. Los problemas más frecuentes fueron las

náuseas y vómitos (9,8%), la necesidad de apoyo a la vía

aérea (6,8%) y la hipotensión (2,7%).

 3.

La causa más frecuente de obstrucción de la vía aérea en

el postoperatorio es la pérdida de tono de los músculos

faríngeos en un paciente sedado. Los efectos residuales

de los anestésicos inhalados o intravenosos, los

bloqueantes neuromusculares y los opioides contribuyen

a la pérdida del tono muscular en el paciente de URPA.

 4.

La función faríngea no se normaliza hasta que la

proporción de tren de cuatro (TOF) del músculo aductor

del pulgar es superior a 0,9.

 5.

La capacidad de hacer fuerza con los incisivos contra un

depresor lingual es un indicador fiable de un tono

muscular adecuado. Esta maniobra se correlaciona con un

TOF medio de 0,85; por otro lado, la capacidad de

levantar la cabeza se correlaciona con un TOF de 0,6.

 6.

Entre un 8% y un 10% de los pacientes que se someten a

cirugía de abdomen superior requieren intubación y

ventilación mecánica en la URPA. La insuficiencia

respiratoria en el postoperatorio inmediato suele ser

secundaria a causas reversibles, como limitación por

dolor, disfunción diafragmática, debilidad muscular o

depresión de la ventilación secundaria a fármacos.

 7.

Aunque una combinación de las derivaciones II y V

5

refleja

el 80% de los eventos isquémicos en un ECG de 12

derivaciones, la interpretación visual del monitor cardíaco

suele ser poco precisa. Debido a la posibilidad del error

humano, las guías del American College of Cardiology

recomiendan utilizar, si está disponible, el análisis

rutinario del segmento ST en pacientes de alto riesgo

durante el postoperatorio inmediato.

 8.

La retención urinaria ha sido definida en un estudio como un

volumen vesical mayor de 600ml junto con una dificultad de

vaciado de más de 30 minutos, y la incidencia de retención

urinaria en el postoperatorio fue del 16%. Los factores

predictivos más significativos fueron pacientes mayores de

50 años, más de 750ml de líquido intraoperatorio y un

volumen vesical superior a 270 a la entrada en la URPA.

 9.

Se debe realizar una adecuada hidratación intraoperatoria

en aquellos pacientes que han recibido contraste yodado

por vía intravenosa. Una hidratación agresiva con suero

salino fisiológico es la medida aislada más efectiva para

hacer frente a la nefropatía por contraste.

10.

Se han comunicado casos de rabdomiólisis en el 22,7% de

66 pacientes consecutivos operados de cirugía bariátrica

laparoscópica. Los factores de riesgo incluyen un elevado

índice de masa corporal y la duración de la operación.

11.

La incidencia de temblores en el postoperatorio es del

65% (con un rango que oscila entre el 5% y el 65%) tras una

anestesia general, y del 33% tras una anestesia epidural.

Los factores de riesgo son pacientes de sexo masculino

y los inductores anestésicos; el propofol se asocia a los

temblores con mayor frecuencia que el pentotal.

12.

Aproximadamente el 10% de los pacientes adultos

mayores de 50 años que van a someterse a una cirugía

programada presentarán algún grado de delirio

postoperatorio durante los 5 primeros días del

postoperatorio. La incidencia es mayor en algunos

procedimientos, como las fracturas de cadera (

>

35%)

y la artroplastia bilateral de rodilla (41%).

13.

Los estándares para los cuidados en la URPA requieren

que un médico acepte la responsabilidad de dar de alta a

pacientes de la unidad (estándar V). Esto es así incluso

cuando la decisión de dar de alta a un paciente la toma

una enfermera a pie de cama de acuerdo a los criterios

de alta del hospital o a sistemas de puntuación.

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