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Cuidados postoperatorios
VI
La Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) está dotada y
diseñada para monitorizar y cuidar a pacientes que se están recu-
perando de los efectos fisiológicos inmediatos de la anestesia y de
la cirugía. Los cuidados de la URPA son la transición desde la
monitorización individualizada del quirófano hasta la monitori-
zación menos agresiva de la planta o incluso, en algunos casos, de
la función independiente del paciente en su domicilio. Para este
único período de transición, la URPA está equipada para reani-
mar a pacientes inestables, además de para proporcionar un
ambiente tranquilo para la recuperación y comodidad de pacien-
tes estables. Su ubicación muy cerca de los quirófanos facilita que
el paciente sea rápidamente atendido por parte del médico en caso
necesario.
Ingreso en la URPA
La URPA está dotada de enfermeras especialmente formadas para
reconocer de forma precoz las complicaciones postoperatorias.
A la llegada a la URPA, el anestesiólogo comenta a la enfermera los
detalles importantes sobre los antecedentes del paciente, el estado
médico, la anestesia o la cirugía. Se presta una atención particular
a la monitorización de la oxigenación (pulsioximetría), ventila-
ción (frecuencia respiratoria, estado de la vía aérea y capnografía)
y circulación (presión arterial, frecuencia cardíaca y electrocar-
diograma [ECG]). En la historia clínica del paciente se deben
apuntar los signos vitales y toda la información importante. Las
recomendaciones específicas para la monitorización y tratamiento
del paciente se pueden encontrar en los estándares para la prác-
tica y en las guías editadas por la American Society of Anes
thesiologist
s 1,2.
Estándares de los cuidados
postanestésicos
Los estándares para la práctica describen la
obligación de unos
cuidados mínimos
necesarios en el ámbito clínico. Por tanto, cons-
tituyen un umbral que se puede traspasar o no según el criterio
clínico del médico. Los estándares de cuidados postanestésicos se
actualizan de forma regular para mantener un equilibrio entre
parámetros prácticos y avances tecnológicos. A continuación se
resume el contenido de la revisión más reciente, que fue publicada
en el 2004:
I. Todos los pacientes que hayan recibido anestesia general,
regional o cualquier tipo de anestesia monitorizada deben
recibir un tratamiento postanestésico apropiado.
II. El paciente que es trasladado a la URPA debe ir acompa-
ñado por un miembro del equipo anestésico que conozca
el estado de dicho paciente. El paciente debe ser evaluado
y tratado de manera continuada durante su traslado
mediante la monitorización y el soporte apropiados a su
estado.
III. Una vez que ha llegado a la URPA, el paciente debe ser
reevaluado y el miembro del equipo de anestesia que le ha
acompañado debe comunicar verbalmente a la enfermera
responsable de la URPA los datos más relevantes del
mismo.
IV. El estado del paciente debe ser evaluado de forma conti-
nuada en la URPA.
El paciente ha de ser observado y moni-
torizado con métodos apropiados a su estado clínico. Se
debe prestar especial atención a la monitorización de la
oxigenación, ventilación, circulación, nivel de conciencia y
temperatura.
V. La responsabilidad de dar de alta a un paciente de la URPA
recae en un médico.
A diferencia de los estándares para la práctica, las guías
para la práctica no son obligatorias. Son recomendaciones cuyo
objetivo es asistir al proveedor de cuidados de salud en la toma
de decisiones clínicas. Las guías de la ASA para la práctica de los
cuidados postanestésicos son el resultado de un proceso que
incorpora varios pasos que se pueden clasificar en tres grupos:
1) un grupo de trabajo recomendado por la ASA formado por anestesiólogos y epidemiólogos, 2) médicos de URPA y 3) miembros
de la ASA. Las guías se basan en una revisión de la literatura, en
la opinión de expertos, en los foros de comentarios y en las
posibilidades clínicas. Recomiendan la adecuada valoración,
monitorización y tratamiento de las funciones de los órganos
principales durante la recuperación de la anestesia y la cirugía
( tabla 75-1 ) 2.
Cambios fisiológicos precoces
en el postoperatorio
Tras la anestesia general y la cirugía se pueden producir muchas
alteraciones fisiológicas que afectan a múltiples órganos y sistemas.
Las más frecuentes son las náuseas y los vómitos postoperatorios
(NVPO), la hipoxia, los temblores y la hipotermia, así como la
Tabla 75-1
Resumen de las recomendaciones asistenciales y de
monitorización en la URPA
Respiratorias
Frecuencia respiratoria
Vía aérea adecuada
Saturación de oxígeno
Cardiovasculares
Frecuencia de pulso
Presión sanguínea
Electrocardiogram
a *Neuromusculares
Examen físico
Bloqueo neuromuscula
r *Estimulación nervios
a *Estado mental
Temperatur
a *Dolor
Náuseas y vómitos
Orin
a *Vaciado
Gasto urinario
Drenaje y sangrad
o **Pacientes seleccionados.
URPA, unidad de recuperación postanestésica.
De Practice Guidelines for Post Anesthetic Care.
Anesthesiology
96:742, 2002.