Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2480 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2480 / 2894 Next Page
Page Background

estancia del paciente en la URPA después de recibir una transfusión

en el quirófano. Se suele asociar el edema pulmonar no cardiogé-

nico resultante a fiebre y a hipotensión sistémica. Si se obtiene un

recuento de hematíes completo al inicio de los síntomas, es posible

detectar un descenso agudo en el recuento de células blancas (leu-

copenia), lo que refleja el secuestro de granulocitos en el pulmón

y en el líquido exudativo

36,37

. El tratamiento es de apoyo e incluye

oxígeno suplementario y diuresis inducida farmacológicamente.

Puede ser necesario aplicar ventilación mecánica para apoyar la

hipoxemia y el fallo respiratorio. También puede ser necesario

utilizar vasopresores para el tratamiento de la hipotensión re­

fractari

a 38 .

En el pasado, este síndrome estaba infradiagnosticado e

infracomunicado debido a la ausencia de criterio diagnóstico espe-

cífico. Sin embargo, la implementación reciente de unos criterios

diagnósticos desarrollados por la American-European Consensus

Conference, un grupo de expertos en transfusión, ha facilitado su

conocimiento

( tabla 75-5 ) 39,40

.

Monitorización y tratamiento

de la hipoxemia

Suplemento de oxígeno

En tiempos de control de gastos, se ha sugerido que la adminis-

tración rutinaria de oxígeno suplementario a todos los pacientes

tras una anestesia general es una práctica costosa e innecesari

a 41 .

El argumento en contra del uso rutinario del oxígeno se basa en el

hecho de que la pulsioximetría constante, un estándar de la URPA,

identifica rápidamente aquellos pacientes que necesitan oxígen

o 42 .

Este argumento se apoya en que la mayoría de los pacientes que

salen de una anestesia general no llegan a estar hipóxicos (63% con

un límite de Sao

2

<

90% y un 83% con un límite de Sao

2

<

94%)

cuando respiran aire ambiente en la URP

A 42

. A pesar de que los

autores de este estudio observacional predijeron que la eliminación

de la administración rutinaria de oxígeno suplementario podía

ahorrar importantes costes, otros autores aseguran que es probable

que el beneficio económico de limitar el tratamiento con oxígeno

sea compensado por el coste de las complicacione

s 43,44

.

Aunque la administración profiláctica de oxígeno a todos los

pacientes tras una anestesia general es controvertida, la mayoría

mantendrá que los beneficios superan los riesgos. Incluso con

oxígeno suplementario, un porcentaje significativo de pacientes

van a estar hipóxicos en algúnmomento de su estancia enURP

A 45,46

.

Russell y cols. estudiaron 100 pacientes que fueron ingresados en

la URPA respirando aire ambiente antes de recibir oxígeno al

menos al 40% con mascarilla facial en la unidad. Todos los pacien-

tes tuvieron una Sao

2

mayor de 97% antes de los 2 minutos del

traslado a la URPA. El quince por ciento de los pacientes experi-

mentaron una desaturación transitoria a su llegada a la URPA

(saturación

<

92% de más de 30 segundos). Esta desaturación se

correlaciona con la edad del paciente, el peso corporal, la clasifica-

ción ASA, la anestesia general y la administración de un volumen

de fluido intravascular de más de 1.500ml. Incluso un mayor por-

centaje de pacientes (25%) se desaturaron a los 30-50 minutos de

su ingreso en la URPA a pesar de la administración profiláctica de

oxígeno suplementario. Estas últimas desaturaciones fueron más

fuertes (71-91%) y más prolongadas (5,8 ± 12,6 minutos) que las

que ocurrieron al ingreso. Factores adicionales de riesgo son la

duración de la anestesia y si la paciente es mujer.

La práctica segura de cuidados postanestésicos sin suple-

mento de oxígeno requiere disponer de unas condiciones ideales

en todo momento, es decir, tener suministro de oxígeno en todas

las camas para utilizarlo de manera inmediata si fuera necesario.

Gravenstein mantiene que este grado de vigilancia es poco realista

y que el riesgo de que se produzcan efectos adversos, aunque sea

en un número pequeño de pacientes, no está justificad

o 47 .

Limitaciones de la pulsioximetría

Los estándares de los cuidados postanestésicos de la ASA requieren

que en la monitorización y observación de todos los pacientes se

preste «especial atención» a la ventilación y a la oxigenación. El

pulsioxímetro es una monitorización estándar en la URPA para

detectar hipoxemia, pero no siempre refleja si la ventilación es

adecuad

a 69 .

Aunque varios estudios han demostrado la capacidad

limitada de la oximetría para detectar hipoventilación en pacientes

que respiran aire ambiente

70,71 ,

también confirman que no sirve

para demostrar la hipoventilación en pacientes que respiran

oxígen

o 71 .

Cuando se monitoriza la ventilación en la URPA, la

pulsioximetría no sustituye a la observación realizada por personal

entrenado.

Oxigenación perioperatoria

óptima

Náuseas y vómitos postoperatorios

Los autores de una serie de estudios se han preguntado si la admi-

nistración de oxígeno suplementario puede reducir la incidencia

de náuseas y vómitos en el postoperatorio (NVPO) (v. también

cap. 76)

. En el primero de ellos, Grief y cols. aleatorizaron 231 pa­

cientes, que iban a ser intervenidos de resección de colon, para

recibir oxígeno al 30% o al 80% (balanceado con nitrógeno). En

este estudio, la administración de oxígeno al 80% en el intraope-

ratorio y a las 2 horas de postoperatorio redujo la incidencia de

NVPO en casi el doble (del 30% al 17%

) 48 .

En otro estudio subsi-

guiente en el que se reclutaron 240 pacientes que iban a ser inter-

venidas de cirugía ginecológica laparoscópica, el mismo grupo

2480

Cuidados postoperatorios

VI

Tabla 75-5

 Criterios diagnósticos de daño pulmonar agudo secundario a

transfusión: recomendaciones de la Conferencia de Consenso

Americana-Europea

1. Daño pulmonar agudo evidenciado por:

a. Inicio agudo de signos y síntomas

b. Hipoxemia:

i. Pa

o

2

/ F

io

2

<

300 o

ii. Sp

o

2

<

90% con aire ambiente o

iii. Otra evidencia clínica de hipoxemia

c. Infiltrados bilaterales en la radiografía de tórax sin cardiomegalia

d. Ausencia de evidencia clínica de hipertensión de la aurícula izquierda

2. Ausencia de daño pulmonar agudo antes de la transfusión

3. Inicio de la disfunción pulmonar dentro de las 6 horas siguientes a la

transfusión

4. Ausencia de asociación temporal de causas alternativas de daño

pulmonar agudo

Adaptada de Swanson K, Dwyre DM, Krochmal J, Raife TJ: Transfusion-related acute

lung injury (TRALI): Current clinical and pathophysiologic considerations.

Lung

184:177-185, 2006.