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etiológicos frecuentes se encuentran la acidosis respiratoria, la

hipotermia o ambos. La obstrucción de la vía aérea superior

como resultado del efecto residual persistente de los anestésicos

volátiles o de los opioides (o de ambos) puede producir acidosis

respiratoria progresiva una vez que el paciente ha sido admitido

en la URPA y la estimulación externa es mínima. Maniobras

sencillas como calentar al paciente, dar soporte a la vía aérea y

corregir alteraciones de electrolitos pueden facilitar la recupe-

ración del bloqueo neuromuscular. El uso de sugammadex, en

vez de neostigmina, puede reducir la incidencia del bloqueo

neuromuscular residual.

Laringoespasmo

El laringoespasmo es un espasmo brusco de las cuerdas vocales en

el que se obstruye por completo la luz laríngea. Suele ocurrir en el

período de transición, cuando el paciente, ya extubado, está saliendo

de la anestesia general. Aunque lo más probable es que esto ocurra

en el quirófano en el momento de la extubación traqueal, también

puede ocurrir en pacientes que llegan a la URPA dormidos tras una

anestesia general y se despiertan.

El laringoespasmo suele revertir con presión positiva (pre-

siones de 40 cmH

2

O) sobre la mandíbula. Si esto falla, es necesario

relajar al paciente con succinilcolina (0,1-1mg/kg i.v.o 4mg/kg

i.m.). No se debe forzar la intubación traqueal a través de una glotis

cerrada por un laringoespasmo.

Edema o hematoma

El edema de la vía aérea es una posible complicación en pacientes

que han sido sometidos a procedimientos prolongados en prono

o en posición de Trendelemburg. También en los que ha sido

necesario reponer grandes cantidades de volumen por pérdida

importante de sangre. Aunque el edema facial y escleral es un signo

importante que puede alertar al médico de un posible edema de

vía aérea, un edema significativo del tejido faríngeo puede no estar

acompañado de signos externos visibles. Además del edema gene-

ralizado descrito, procedimientos quirúrgicos sobre la lengua,

faringe y cuello, incluidos la tiroidectomí

a 12,13 ,

la endarterectomía

carotíde

a 14

y procedimientos sobre la columna cervica

l 15

, pueden

producir un edema localizado o hematoma. Si se va a intentar

llevar a cabo una extubación traqueal en este tipo de pacientes en

la URPA, se debe evaluar antes la viabilidad de la vía aérea. La

capacidad del paciente de respirar a través de un tubo endotra-

queal se puede evaluar aspirando la faringe oral y deshinchando

el balón neumogástrico. Con la oclusión del extremo proximal del

tubo, se pide al paciente que respire a través del tubo. Un adecuado

movimiento de aire sugiere que la vía aérea del paciente es viable

tras la extubació

n 16 .

Un método alternativo puede ser medir la

presión intratorácica necesaria para producir una fuga alrededor

del tubo con el balón deshinchado. Este método se utilizó en un

principio para evaluar la vía aérea de pacientes pediátricos con

crup antes de la extubació

n 17 .

Cuando se usa en pacientes con

edema orofaríngeo generalizado, la presión puede ser difícil de

medir. Por último, cuando se ventila a los pacientes por volumen

controlado, se puede medir el volumen corriente exhalado antes y

después de deshinchar el balón. Los pacientes que requieren rein-

tubación presentan por lo general una fuga más pequeña (menor

porcentaje de diferencia en el volumen exhalado antes y después

de deshinchar el balón) que aquellos que no la necesitan. Una

diferencia de más del 15,5% es el punto de corte para la extuba-

ció

n 18 .

La presencia de una fuga del balón ayuda a que la extuba-

ción tenga éxito, pero no la garantiza; lo mismo que la ausencia de

fuga no descarta una extubación exitosa. El test de fuga no susti-

tuye al juicio clínico del médico.

Es posible que no se pueda ventilar al paciente con mascari-

lla cuando éste tiene una fuerte obstrucción de la vía aérea secun-

daria a edema o a hematoma. En el caso de hematoma tras cirugía

de tiroides o de carótida, se debe intentar descomprimir la vía aérea

quitando las grapas o las suturas de la herida y evacuar el hema-

toma. Se recomienda esta maniobra como una medida temporal,

pero no descomprimirá de manera eficaz la vía aérea si una canti-

dad significativa de sangre o de líquido (o de ambos) ha infiltrado

los tejidos de la pared faríngea. Si se requiere hacer una intubación

traqueal de emergencia, es importante tener rápido acceso al carro

de intubación difícil, y si es posible, apoyo quirúrgico por si se

necesita realizar una traqueotomía urgente. Si el paciente es capaz

de ventilar de manera espontánea, se prefiere intubarlo despierto

porque la visualización de las cuerdas con laringoscopia directa

puede no ser posible.

Síndrome de apnea obstructiva

del sueño (SAOS)

Debido a que la mayoría de los pacientes con síndrome de apnea

obstructiva del sueño (SAOS) no son obesos y a que la mayoría

está sin diagnosticar en el momento de la cirugía, el SAOS es con

frecuencia una causa importante de obstrucción de la vía aérea en

la URPA (v.

cap. 54 ) 19,20

.

Los pacientes con SAOS tienen una especial predisposición

a sufrir una obstrucción de la vía aérea y no deben ser extubados

hasta que no estén bien despiertos y reaccionen a las peticiones que

se les hac

e 8,21

. Cualquier hipertrofia de tejido faríngeo en estos

pacientes no sólo aumenta la incidencia de obstrucción de la vía

aérea, sino que puede dificultar o imposibilitar la intubación por

laringoscopia direct

a 22,23

. Una vez en la URPA, el paciente con

SAOS que ha sido extubado es muy sensible a los opioides, siendo

preferible, si se puede, utilizar técnicas de anestesia regional conti-

nua para proporcionar analgesia postoperatori

a 24,25

. Las benzodia-

zepinas pueden tener mayor efecto que los opioides sobre el tono

muscular faríngeo, por lo que su uso en el perioperatorio puede

contribuir a la aparición de la obstrucción de la vía aérea en la

URP

A 8,26 .

Cuando se cuida a un paciente con SAOS, se debe planifi-

car a nivel preoperatorio la posibilidad de proporcionar una

CPAP en el postoperatorio inmediato. A estos pacientes se les

debe pedir que traigan su máquina de CPAP el día de la cirugía,

por lo que el equipo debe estar preparado antes de que el paciente

llegue a la URPA. Los pacientes que no usan CPAP o que no han

traído su máquina pueden requerir una mayor vigilancia respira-

toria para asegurar un ajuste adecuado de la CPAP (mascarilla o

nasal) y para determinar la cantidad de presión positiva necesaria

con el fin de prevenir la obstrucción de la vía respiratoria

superio

r 27,28

.

Manejo de la obstrucción

de la vía aérea superior

Una vía aérea obstruida requiere atención inmediata. Se intentará

abrirla con maniobras no invasivas antes de recurrir a la rein­

tubación de la tráquea. La elevación mandibular con CPAP

(5-15 cmH

2

O) suele ser suficiente para mantener la vía superior

Unidad de recuperación postanestésica

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Sección VI

Cuidados postoperatorios

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