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El sistema nervioso autónomo

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2

Sección I

Fisiología y anestesia

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

nivel de riesgo ante la anestesia genera

l 314

. Probablemente, la gastro-

paresia es causada por degeneración vagal y resulta de interés clínico,

puesto que puede ser necesario proceder a la intubación con el

paciente despierto o en secuencia rápida. La lesión sistémica de los

vasa vasorum en pacientes con hipotensión postural aumenta el

riesgo de inestabilidad hemodinámica y colapso cardiovascular

durante el período perioperatorio. Los mecanismos que mantienen

los valores normales de la presión arterial en bipedestación están

alterados, y la vasoconstricción precapilar normal del pie en esta

postura puede verse disminuida. Los barorreceptores del seno caro-

tídeo y el cayado aórtico se ven comprometidos en enfermos de

neuropatía diabética. Los pacientes diabéticos con hipotensión ortos-

tática por lo general presentan niveles inferiores de noradrenalina.

Incluso en intervenciones quirúrgicas aparentemente me­

nores, la neuropatía autonómica diabética puede originar com­

plicaciones significativas.

Los diabéticos con neuropatía autonómica presentan en

ocasiones una significativa disminución de la presión arterial ante

la inducción de la anestesia y una necesidad de vasopresores sig-

nificativamente superior a los pacientes diabéticos sin disfunción

autonómic

a 314

. Page y Watkin

s 315

informaron de cinco casos de

parada cardiorrespiratoria inesperada en pacientes diabéticos jó­

venes, todos los cuales presentaban síntomas de neuropatía auto­

nómica. En un amplio estudio prospectivo sobre neuropatía

autonómica diabética basado en las cinco pruebas clínicas de evo-

cación antes comentadas, la disfunción parasimpática precedió a la

insuficiencia simpática en el 96% de los paciente

s 316

. Esta batería

de pruebas autonómicas identifica a los pacientes aquejados de

neuropatía autonómica y constituye un relevante elemento de pre-

dicción de la mortalidad y el riesgo perioperatori

o 304 .

Cambios en el sistema autónomo

producidos por el envejecimiento

El envejecimiento se asocia con alteraciones de la reactividad vas-

cular que se manifiestan clínicamente como cambios exagerados

de la presión arterial, que producen hipertensión e hipotensión

ortostática (v. cap. 61). La hipotensión ortostática es bastante

común (en torno al 20%) en ancianos y puede ser en buena medida

consecuencia de una disminución en la respuesta a los barorrecep-

tores. La respuesta de la frecuencia cardíaca a los cambios en la

presión arterial, la maniobra de Valsalva y el ciclo respiratorio se

van atenuando con la eda

d 317 .

Los niveles de noradrenalina en reposo e inducidos por el

ejercicio aumentan con la edad en pacientes sanos (más o menos

un 13% por década), en parte debido a la disminución del aclara-

mient

o 318 .

Motivo de controversia en épocas pasadas, en la actua-

lidad parece claro que, además de la bien documentada reducción

de la función vagal asociada al envejecimient

o 319 ,

la principal defi-

ciencia autonómica propia de dicho envejecimiento es el deterioro

de la recaptación de noradrenalina, tal vez en función de la reduc-

ción en la densidad del nervio. Aunque no existen aparentes dis-

minuciones en las tasas de activación en los nervios simpáticos

eferentes del músculo esquelético

320 ,

los estudios cinéticos revelan

incrementos drásticos y selectivos en el desbordamiento de nora-

drenalina cardíaca, atribuibles a la disminución de la recaptación

en pacientes ancianos sometidos a estrés mental o que realizan

ejercici

o 306 .

Ello puede originar complicaciones clínicas (arritmo-

génesis y muerte súbita cardíaca) en pacientes que presenten car-

diopatía. No obstante, la reactividad del órgano terminal se ve

reducida por regulación a la baja compensatoria de los receptores

b

1

-adrenérgicos (es decir, por disminución de la densidad y la

afinidad por los receptores) y por desacoplamiento de los recepto-

res

b

2

-adrenérgicos a través de la reducción en la actividad G

s 321 .

A pesar del aumento del desbordamiento cardíaco, el consumo de

oxígeno cardíaco no se ve alterad

o 322 .

La atenuación de la inhibición de la liberación neuronal de

noradrenalina mediada por receptores

a

2

-adrenérgicos presinápti-

co

s 323-325

también es responsable del aumento de los niveles de

noradrenalina que se observa con el envejecimiento. La reducida

actividad de los receptores

a

-adrenérgicos postsinápticos hace dis-

minuir las respuestas contráctiles y también atenúa el tono vaso-

constrictor. En un aparente círculo vicioso, el aumento de los

niveles de noradrenalina circulante se asocia a la regulación a la

baja de la densidad y la reactividad de los receptores

a

2

-adrenérgicos

plaquetarios. La pérdida con la edad de control adrenérgico a través

de la reducción de las respuestas mediadas por los receptores

a

2

y

b

da lugar a una pérdida de eficacia en el sistema simpático para

controlar la respuesta cardiovascular, lo que implica una relación

o una posible explicación de la mayor incidencia de trastornos

cardiovasculares como la ICC en los ancianos.

Cambios en el sistema autónomo

en la transección de la médula espinal

La más drástica de las alteraciones del SNA que puede encontrar

un anestesiólogo es la transección completa de la médula espinal

(v. caps. 36, 53 y 62). Dicha transección afecta a la función motora

y a la sensorial, y da lugar también a profundos cambios en la

actividad autonómica que, a su vez, alteran el tratamiento anesté-

sico. Como resulta evidente por la anatomía del flujo de salida

simpático y parasimpático, las lesiones o la transección de la médula

espinal pueden dar lugar a grados diversos de disfunción autonó-

mica, en función de la localización, la extensión y la evolución

temporal de la lesión. Numerosos reflejos autonómicos son inhibi-

dos por la retroalimentación supraespinal que se pierde cuando se

produce la transección. En pacientes parapléjicos, los pequeños

estímulos pueden generar descargas simpáticas exageradas.

En enfermos con transección de la médula espinal cervical,

los flujos de salida simpático y parasimpático están separados de

los mecanismos de control central.Además de los cambios motores

y sensoriales esperados, se registran notables anomalías en los sis-

temas cardiovascular, termorregulador, gastrointestinal y urinario.

Las consecuencias autonómicas de la transección no son siempre

manifiestas, ya que la porción distal de la médula espinal puede

mantener cierta funcionalidad, dando lugar a anomalías autonó-

micas inesperadas.

Existen diferencias fundamentales entre los efectos agudos y

crónicos de la transección de la médula espinal. Inicialmente se

registra un estado transitorio de disminución de la excitabilidad.

Este fenómeno, conocido como shock espinal, suele producirse justo

después de la lesión y puede prolongarse durante varios días o

semanas. En estos pacientes se aprecia generalmente atonía perifé-

rica y vasodilatación de los vasos sanguíneos periféricos. En pacien-

tes con lesiones torácicas altas y recientes, la presión arterial basal

en decúbito supino suele ser baja y los niveles de catecolaminas se

suelen hallar en valores próximos al 35% de lo norma

l 326

. Los pacien-

tes con lesiones espinales bajas recientes pueden presentar taquicar-

dia compensatoria, originada por las partes intactas del SNA.

Los pacientes con lesiones espinales altas pueden no ser

capaces de responder a la hipovolemia con una frecuencia cardíaca

aumentada y presentan en ocasiones bradicardia. El único compo-

nente eferente intacto de las vías barorreflejas en pacientes tetra-

pléjicos es el nervio vago. Se produce bradicardia con los cambios

de posición y con la maniobra de Valsalva, o con el incremento de

la presión intratorácic

a 327 .

Un aspecto de los cuidados que a menudo se pasa por alto

es el efecto de la succión traqueal en pacientes con transección de