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tratados con corticoide

s 445

y en pacientes críticos con sepsis que

nunca habían recibido corticoides o bloqueantes neuromusculares

no despolarizante

s 446 .

Los estudios con animales han demostrado

que el número de receptores citosólicos para los corticoides

aumenta en los músculos inmovilizados en comparación con los

controles contralaterale

s 447 .

Parece que, al menos en algunos

pacientes, la inmovilización prolongada puede ser el factor de

riesgo clave de la miopatía en pacientes tratados con corticoide

s 448

y que la atrofia muscular selectiva es consecuencia de cambios en

la sensibilidad a los glucocorticoide

s 447 .

La sepsis, la inmovilidad y el catabolismo asociados al equi-

librio negativo de nitrógeno pueden también ser causa de miopa-

a 14 .

Se ha observado hipoperfusión del músculo esquelético en

pacientes con sepsis grave a pesar de un aporte de oxígeno en

sangre completa normal o aumentad

o 449 .

Se ha demostrado la pre-

sencia de anticuerpos frente a los nAChR en un modelo de sepsis

en roedore

s 450 .

Por tanto, en pacientes críticos también se encuen-

tran síndromes parecidos a la miastenia. En el caso de pacientes

con MPC se ha descrito la activación inmunitaria local mediante

la expresión de citocinas en el músculo esquelétic

o 451 .

La principal característica de la MPC es una debilidad flácida

que suele ser difusa y que en ocasiones afecta a los músculos facia-

les y al diafragm

a 442 .

Las características clínicas de la MPC se

solapan con las de la polineuropatía del paciente crítico (PPC) y el

bloqueo neuromuscular prolongad

o 442 .

Los estudios electrofisioló-

gicos y el aumento de la creatina cinasa sérica permiten distinguir

la neuropatía de la miopatí

a 442 .

Lacomis y cols

. 442

afirmaron que

«hay que valorar la biopsia muscular si se sospecha otro proceso

miopático, como una miopatía inflamatoria, o si los hallazgos his-

tológicos pueden afectar al tratamiento».

Polineuropatía del paciente crítico

La polineuropatía que se ha observado en los enfermos críticos se

ha llamado «polineuropatía del paciente crítico» (PPC). Afecta a

los nervios motores y sensitivos y se produce en el 50-70% de los

pacientes con insuficiencia multiorgánica y síndrome de respuesta

inflamatoria sistémic

a 452 .

Se ha propuesto que el síndrome de res-

puesta inflamatoria sistémica contribuye a la PPC mediante la libe-

ración de citocinas y radicales libres que ocasionan lesiones en la

microcirculación de los sistemas nerviosos central y periféric

o 451 .

La disregulación de la microcirculación puede hacer que el sistema

nervioso periférico sea susceptible de sufrir lesiones.

No se dispone de ningún tratamiento específico para los

síndromes de debilidad en pacientes críticos, salvo la rehabilitación

física. Parece que la inmunoglobulina intravenosa y los factores de

crecimiento nerviosos son prometedores en el síndrome de PPC.

Recientemente, se ha demostrado que el tratamiento intensivo con

insulina durante la enfermedad crítica reduce el riesgo de PPC y

que mantener la glucemia en 110mg/ml o menos en pacientes

críticos puede reducir el riesgo de PP

C 453

.

Parece que la evolución de la MPC y la PPC es parecid

a 440 .

La mortalidad descrita en pacientes con PPC es del 35%. En un

estudio realizado, el 100% (13 de 13) de los pacientes supervivien-

tes tuvieron alteraciones clínicas o neuropsicológicas 1-2 años

después de la aparición del síndrome de PPC, y la calidad de vida

del paciente estaba muy alterada en todos los caso

s 454 .

Implicaciones clínicas

¿S

e

debe

emplear

succinilcolina

en

pacientes

de

UCI?

 Es probable que la regulación al alza de los nAChR secun-

daria a la inmovilización y administración prolongada de blo-

queantes neuromusculares no despolarizantes contribuya a: 1) una

incidencia más alta de parada cardíaca, asociada al uso de succinil­

colina en los pacientes de la UC

I 455 ,

y 2) a mayores necesidades de

bloqueantes neuromusculares no despolarizantes en pacientes de

la UC

I 456 .

Se ha observado una regulación al alza de los nAChR en

los músculos de los adultos enfermos críticos fallecidos que habían

recibido infusiones a largo plazo de vecuroni

o 455 .

Por tanto, es

mejor evitar la succinilcolina en pacientes de la UCI con inmovi-

lización corporal total superior a 24 hora

s 14 .

En una encuesta rea-

lizada en distintas UCI del Reino Unido, un 68,7% de los

encuestados indicaron que usarían succinilcolina en una situación

clínica sugestiva de PPC

457 .

Esto pone de manifiesto la falta de

conocimiento acerca de los peligros asociados al uso de la succini-

lcolina en estos paciente

s 457 .

¿S

e

deben

emplear

bloqueantes

neuromusculares

no

despolarizantes

en

pacientes

de

UCI?

 Parece que la persis-

tente debilidad que está asociada a los bloqueantes neuromuscula-

res no despolarizantes es una entidad patológica definida y no sólo

una manifestación de los síndromes de debilidad en pacientes crí-

ticos. En un estudio prospectivo, Kupfer y cols

. 458

demostraron una

incidencia del 70% de debilidad persistente en pacientes de la UCI

que habían sido tratados con bloqueantes neuromusculares durante

más de 2 días, frente a la incidencia del 0% en enfermos similares

que no habían sido tratados con estos fármacos. Esta prueba con-

firma los efectos de los bloqueantes neuromusculares no despola-

rizantes sobre esta complicación.

Se ha descrito debilidad a largo plazo después de todos los

bloqueantes neuromusculares no despolarizantes que se utilizan

habitualment

e 179,459,460 .

La incidencia global de parálisis prolongada

tras el uso a largo plazo de bloqueantes neuromusculares es del 5%.

Se produce una debilidad prolongada en el 20% de los pacientes

tratados con bloqueantes neuromusculares durante más de 6 día

s 459 ,

en el 15-40% de los asmáticos que recibieron dosis altas de corti-

coide

s 444

y en el 50% de los pacientes con insuficiencia renal trata-

dos con vecuroni

o 179 .

A nivel clínico, parece que la recuperación

prolongada del bloqueo neuromuscular se produce con más fre-

cuencia cuando se usan bloqueantes neuromusculares de tipo

esteroide

o 179,459 .

Sin embargo, también se ha descrito debilidad prolongada

tras la administración de atracurio a pacientes de la UC

I 460 .

Además,

el uso de atracurio ha generado preocupación por su metabolito

laudanosina. La laudanosina, que se detecta también en el líquido

cefalorraquídeo (LCR) de pacientes de la UCI tratados con atracu-

ri

o 461 ,

es un analéptico y puede inducir convulsiones en animale

s 462 .

Se desconoce la dosis tóxica en las personas, pero se han publicado

casos de pacientes que sufrieron convulsiones durante la adminis-

tración de atracurio y no se ha descartado que la causa sea la

laudanosin

a 463-465

. Existen también pruebas de que la laudanosina

puede activar los receptores nicotínicos neuronale

s 466 .

El cisatracu-

rio es un isómero único del atracurio, y como tiene una potencia

cuatro o cinco veces superior a este compuesto, se administra en

dosis más bajas. Por tanto, el riesgo de efectos secundarios por

laudanosina debería ser mínim

o 199 .

Los bloqueantes neuromusculares no despolarizantes son

moléculas polares que no atraviesan con facilidad la barrera

hematoencefálica, pero el vecuronio y su metabolito de actividad

prolongada, el 3-desacetilvecuronio, se han detectado en el LCR

de pacientes de la UCI. Los efectos sobre el SNC de los bloquean-

tes neuromusculares y sus metabolitos en los seres humanos no

se han estudiado bien, pero en ratas la inyección en el SNC de

atracurio, pancuronio y vecuronio produce una excitación cere-

bral dependiente de la dosis, que culmina con convulsiones

462 .

La excitación cerebral, con el consiguiente incremento de las

necesidades de oxígeno cerebrales, no es deseable en pacientes

de la UCI con riesgo de isquemia cerebral. Se ha sugerido

también que los bloqueantes neuromusculares no despolarizan-

tes pueden acceder a los nervios durante el síndrome de res-

puesta inflamatoria sistémica y ser causa de neurotoxicidad

direct

a 462 .

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Farmacología y anestesia

II