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posible utilizar la misma dosis (0,5-0,6mg/kg) en lactantes, niños

y adultos para la intubación traqueal sin que se produzcan diferen-

cias importantes entre los tres grupos en lo que respecta a la dura-

ción de la acción. En los niños, una dosis de 0,1mg/kg de

cisatracurio inicia su efecto en un poco más de 2 minutos y persiste

a nivel clínico hasta 30 minutos durante la anestesia equilibrada o

con halotan

o 401 .

Las dosis DE

95

calculadas de cisatracurio en lac-

tantes y niños son 43 y 47

m

g/kg, respectivament

e 402 .

La velocidad

media de infusión necesaria para mantener un bloqueo neuromus-

cular del 90-99% es también similar en lactantes y niño

s 402 .

En los adultos, el rocuronio es un bloqueante neuromuscular

de acción intermedia con un inicio de acción rápido, algo que se

observa también en lactantes y niño

s 403,404

. Su potencia es mayor en

lactantes que en niños, pero el inicio de acción es más rápido en

este último grupo de eda

d 404 .

En los niños, 0,6mg/kg de rocuronio

consiguen mejores condiciones para la intubación traqueal rápida

que 0,1mg/kg de vecuronio o 0,5mg/kg de atracuri

o 403 .

Al igual

que sucede en el caso de los adultos, para la intubación de secuen-

cia rápida (60 segundos) con estómago lleno, se sugiere una dosis

de 1,2mg/kg de rocuronio.

El antagonismo del bloqueo neuromuscular residual con los

distintos fármacos no despolarizantes es similar en niños y adultos.

Fisher y cols. describieron algunas variaciones menores en la dosis

de neostigmina y edrofonio en pacientes pediátricos. Por ejemplo,

la DE

50

de neostigmina para el antagonismo de un bloqueo del 90%

de la contracción del aductor del pulgar inducido por dTc fue

22,9

m

g/kg en adultos frente a 15,5

m

g/kg en lactantes. En el caso

del edrofonio, la DE

50

para el antagonismo de un bloqueo del 90%

inducido por dTc fue 128

m

g/kg en adultos. En niños, la DE

50

fue

233

m

g/kg y en lactantes fue 145

m

g/k

g 405 .

En los niños, la velocidad

de recuperación de los bloqueantes neuromusculares de acción

intermedia o corta es más rápida que la de los fármacos de ac­

ción prolongad

a 333 .

Para el antagonismo del bloqueo neuromuscular residual en

niños se deben emplear dosis de 50-60

m

g/kg de neostigmina o de

500-1.000

m

g/kg de edrofonio. En todos los casos hay que realizar

y documentar pruebas de recuperación clínica, como elevación de

la cabeza, elevación de la pierna o llanto, en pacientes pediátricos

y adultos.

Pacientes ancianos

La farmacodinámica de los bloqueantes neuromusculares se altera

en el caso de los ancianos (v. cap. 61). Una serie de cambios fisio-

lógicos acompañan al proceso de envejecimiento e incluyen reduc-

ción del agua corporal total, aumento de la grasa corporal total,

reducción del flujo de sangre hepática y renal y reducción de la

reserva cardíaca; estos cambios explican la alteración de la res-

puesta de las personas mayores frente a los bloqueantes neuromus-

culares. Con el envejecimiento se observan una serie de cambios

fisiológicos y anatómicos en la unión neuromuscular. Estos cambios

incluyen el aumento de la distancia entre el axón de la unión y la

placa motora terminal, el aplanamiento de los pliegues de la placa

motora terminal, la reducción de la concentración de receptores de

acetilcolina en la placa motora terminal, la reducción de la cantidad

de acetilcolina en cada vesícula del axón preunión y una menor

liberación de acetilcolina en el axón preterminal en respuesta al

impulso neural

14 .

Por tanto, las personas mayores y los adultos

jóvenes tienen grados similares de bloqueo neuromuscular para la

misma concentración plasmática de un bloqueante neuromuscular.

Parece que en los ancianos la reducción del flujo sanguíneo esplác-

nico y renal, la reducción del filtrado glomerular y la disminución

de la función hepática son responsables de la prolongación de la

duración de la acción de la mayoría de los bloqueantes neuromus-

culares. La mayor profundidad del bloqueo cuando se administra

una dosis determinada de un relajante en una persona mayor com-

parada con otra joven se puede deber también, en parte, a una

alteración del volumen de distribución. En las personas mayores

puede resultar difícil distinguir el efecto propio del envejecimiento

aislado de aquel que está relacionado con los cuadros patológicos

que lo suelen acompañar a la hora de identificar los mecanismos

que alteran la acción de los bloqueantes neuromusculares.

El pancuroni

o 406 ,

el vecuroni

o 325,397

y el rocuroni

o 208

mues-

tran todos alteraciones de la farmacocinética y farmacodinámica

en las personas de edad avanzada. El menor aclaramiento plasmá-

tico de cada uno de estos fármacos explica la prolongación de la

duración de la acción en estos pacientes. Estos bloqueantes neuro-

musculares dependen del hígado o el riñón (o de ambos) para su

metabolismo y eliminación.

En el caso de los fármacos cuya eliminación es indepen-

diente del flujo sanguíneo hepático o renal, la farmacocinética y la

farmacodinámica no se deberían modificar con la edad. Esto

sucede con el atracurio, cuya eliminación depende de la elimina-

ción de Hofman

n 138 .

El cisatracurio, que también sufre eliminación

de Hofmann, tiene un inicio de acción retrasado en las personas

mayores. Sin embargo, la duración de la acción del relajante parece

no estar condicionada por la edad avanzada del paciente. La semi-

vida de eliminación prolongada en los ancianos se debe al aumento

del volumen de distribución. La eliminación no se reduce con la

edad.

La actividad de la butirilcolinesterasa en los ancianos,

aunque se mantiene dentro de valores normales, se reduce un 26%

frente a la observada en adultos jóvene

s 407 .

Dado que el mivacurio

se metaboliza por la butirilcolinesterasa, posiblemente su elimina-

ción se reduzca ligeramente en las personas mayores; en conse-

cuencia, la duración de la acción del mivacurio es un 20-25% más

prolongada en estos paciente

s 408 ,

y la velocidad de infusión nece-

saria para mantener una profundidad estable del bloqueo se

reduce.

Por lo general, cuando se mantiene el bloqueo neuromuscu-

lar con bloqueantes neuromusculares no despolarizantes en ancia-

nos cabe esperar que,salvo en el caso del atracurio y del cisatracurio,

el intervalo de dosificación aumente y se necesiten menos dosis del

bloqueante neuromuscular para mantener la profundidad de blo­

queo neuromuscular deseada. La selección del fármaco y la moni-

torización de la profundidad del bloqueo son excepcionalmente

importantes en esta población, dado que la recuperación de la

función neuromuscular suele estar retrasada en las personas

mayores. La recuperación inadecuada o incompleta de la potencia

muscular tras el uso de pancuronio se asocia a un aumento de la

incidencia de complicaciones pulmonares perioperatorias en esta

población de paciente

s 336 .

Pacientes obesos

Los trabajos que se han publicado sobre el efecto de la obesidad

en la farmacodinámica de los bloqueantes neuromusculares no

despolarizantes son contrapuestos. Aunque la duración de la

acción del pancuronio no se ve afectada por el peso del pacient

e 409 ,

los obesos se recuperan más lentamente del bloqueo neuromus-

cular inducido por vecuroni

o 410

o rocuroni

o 411

. Estos hallazgos

implican que existe una reducción de la eliminación de estos

fármacos. La recuperación del bloqueo neuromuscular inducido

por atracurio no se ve afectada por la obesida

d 410 ,

posiblemente

por la falta de dependencia de la función de órganos finales para

la eliminación.

Farmacología de los relajantes musculares y sus antagonistas

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Sección II

Farmacología y anestesia

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