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través de un protocolo para enfermedades raras (American Medical

Record Association [AMRA]), disponible en la página web de la

MHAUS en

http://www.mhaus.org/ .

Tratamiento

El tratamiento agudo de la HM puede resumirse como sigue:

1) Suspender todos los anestésicos e hiperventilar con oxígeno al

100%. La ventilación normal es la necesaria para eliminar el dióxido

de carbono metabólico. Con el aumento del metabolismo aeróbico,

debe aumentarse la ventilación normal. Sin embargo, la producción

de dióxido de carbono también está aumentada debido a la neutra-

lización del ácido fijado por el bicarbonato; la hiperventilación

elimina este CO

2

adicional. 2) Administrar dantroleno (2,5mg/kg

intravenosos [i.v.] hasta un total de 10mg/kg i.v.) cada 5 a 10 mi­

nutos hasta que los síntomas disminuyan. 3) Administrar bicar-

bonato (2 a 4mEq/kg i.v.) para corregir la acidosis metabólica con

una monitorización frecuente de los gases sanguíneos y del pH.

4) Controlar la fiebre administrando líquidos fríos, enfriando la

superficie corporal, enfriando las cavidades corporales con líquidos

estériles fríos y, si es necesario, usando un intercambiador de calor

con un oxigenador con bomba. El enfriamiento debe detenerse a los

38 a 39 °C para evitar una hipotermia inadvertida. 5) Medir la diu-

resis y establecer una diuresis que proteja al riñón de una probable

mioglobinuria. 6) El tratamiento adicional estará guiado por la gaso-

metría sanguínea, los electrólitos, la temperatura, las arritmias, el

tono muscular y la diuresis. El tratamiento de la hiperpotasemia con

glucosa e insulina debe ser lento. La forma más eficaz de reducir el

potasio sérico es revirtiendo la HM con dosis eficaces de dantroleno.

7) Analizar los estudios de la coagulación (p. ej., cociente interna-

cional normalizado, número de plaquetas, tiempo de protrombina,

fibrinógeno, productos de escisión o degradación de la fibrina).

La interrupción del desencadenante puede ser un tratamiento

adecuado de la HM aguda si el comienzo es lento o si la exposición

fue corta. El dantroleno se comercializa en frascos de 20mg con

hidróxido de sodio para un pH de 9 a 10 (si no, no se disolverá) y

con manitol (convierte la solución hipotónica en isotónica). La dosis

inicial debe ser de 2,5mg/kg de dantroleno reconstituido en agua

estéril y administrada por vía intravenosa. El dantroleno

debe

reconstituirse en agua estéril en lugar de en soluciones salinas o

precipitará. El dantroleno tiene una semivida de al menos 10 horas

en niños y adultos

244,245

. En concentraciones terapéuticas, el dantro-

leno puede prolongar la necesidad de intubación y ventilación asis-

tida. Aparte de la colestasis durante el tratamiento largo (

>

3 se­

manas), el dantroleno no tiene efectos adversos importantes.

La evolución clínica determinará el tratamiento y los estudios

adicionales. El dantroleno debe repetirse probablemente al menos

cada 10 a 15 horas (su semivida) una o posiblemente varias veces.

La recrudescencia de la HM puede acercarse al 50%, habitualmente

en menos de 6,5 horas

246,247

. Cuando está indicado, pueden usarse

calcio y glucósidos cardíacos con seguridad. Pueden salvar la vida

durante la hiperpotasemia persistente. Las secuelas neurológicas

permanentes, como el coma o la parálisis, pueden aparecer en los

casos avanzados, probablemente por una oxigenación y perfusión

cerebral inadecuadas para el metabolismo aumentado y debido a la

fiebre, la acidosis, la hiposmolalidad con desplazamientos hídricos

y la liberación de potasio. Los bloqueantes de los canales lentos del

calcio sincronizados con el voltaje no aumentan la supervivencia de

los cerdos

248,249

. Si hay dudas en cualquier momento, el médico debe

contactar con la línea urgente de HM para verificar el tratamiento

y comunicar el caso con un formulario de la AMRA.

Anestesia en pacientes proclives a la HM

Los anestésicos seguros son el óxido nitroso, los barbitúricos, el

etomidato, el propofol, los opiáceos, los tranquilizantes y los relajan-

tes musculares no despolarizantes. Los anestésicos volátiles potentes

y el suxametonio deben evitarse, incluso en presencia de dantroleno.

Hay informes anecdóticos de que algunos pacientes humanos han

experimentado un estado hipermetabólico a pesar de estas precau-

ciones, pero siempre han respondido favorablemente a la adminis-

tracióndedantrolenoporvíaintravenosa.Eldantrolenopreoperatorio

nunca es necesario porque el uso de sustancias no desencadenantes

casi siempre se acompaña de una anestesia sin complicaciones. La

anestesia regional es segura y puede ser una mejor opción. Los anes-

tésicos amida como la lidocaína se consideraron en algún momento

peligrosos en pacientes proclives a la HM porque se pensaba que

inducían o empeoraban las contracturas musculares en el laborato-

rio como resultado de su efecto potenciador de la salida de calcio del

RS. Los estudios realizados en cerdos y seres humanos han demos-

trado de forma constante la falta de peligro de los anestésicos amida.

Antes de su uso en los pacientes proclives a la HM, las máquinas

anestésicas podían «limpiarse» de sustancias volátiles potentes elimi-

nado o sellando los vaporizadores, cambiando la cal sodada, quizás

reemplazando la manguera de salida del gas fresco y usando un

círculo desechable con un flujo de 10l/min durante 5 minutos

250,251

.

El anestesiólogo debe discutir con confianza la asistencia anes-

tésica de los pacientes proclives a la HM y tranquilizarles en el sentido

de que todo se hará evitando encontrar dificultades con la HM y de

que se dispondrá de los fármacos, conocimientos y habilidades ade-

cuados por si aparece algún problema. Muchos de estos pacientes se

han sometido a procedimientos sin complicaciones, como analgesia

Trastornos neuromusculares e hipertermia maligna

955

27

Sección

III

Control de la anestesia

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Cuadro 27-1

 Simuladores de la hipertermia maligna

Cistinosis

Coma diabético

Contrastes

Distrofias musculares (de Duchenne, de Becker)

Feocromocitoma

Golpe de calor

Hipertermia por ejercicio

Hipertiroidismo

Intoxicación o consumo excesivo de fármacos

Mala función del equipo con aumento de dióxido de carbono

Mayor ganancia de calor ambiental que pérdida

Miotonías

Osteogenia imperfecta

Parálisis periódica hipopotasémica

Problemas de ventilación

Rabdomiólisis

Sangre libre intracraneal

Septicemia

Síndrome de Freeman-Sheldon

Síndrome de Prader-Willis

Síndrome de Wolf-Hirschhorn

Síndrome neuroléptico maligno

Tratamiento con alcohol para la malformación arteriovenosa

de la extremidad