anestesia regional algunas lesiones neurológicas secundarias a una
colocación incorrecta del paciente, a la colocación a tensión de
férulas y apósitos quirúrgicos y a traumatismos quirúrgicos. Deter-
minados factores del paciente, como el hábito corporal y una disfun-
ción neurológica previa, también pueden contribuir a ello.
El calibre, el tipo (es decir, bisel corto o largo) y la configura-
ción del bisel pueden influir en el grado de lesión nerviosa después
de un bloqueo nervioso periférico, aunque las conclusiones son
contradictorias y no hay estudios de confirmación en seres humanos.
Teóricamente, la localización de las estructuras nerviosas con neu-
roestimuladores mejoraría el índice de éxito sin aumentar el riesgo
de complicaciones neurológicas, pero este punto todavía no está
confirmado. Se han mencionado lesiones nerviosas graves después
de un bloqueo del plexo braquial sin incidentes empleando un
neuroestimulado
r 23. Del mismo modo, una exposición prolongada
o las concentraciones altas de los anestésicos locales pueden provo-
car defectos neurológicos permanentes. En modelos experimenta-
les, la neurotoxicidad de los anestésicos locales aumenta y el flujo
sanguíneo nervioso disminuye al añadir epinefrina. No obstante, no
está clara cuál puede ser la relevancia clínica de estos hallazgos en
los seres humanos. Las lesiones nerviosas secundarias a una intro-
ducción traumática de la aguja, a neurotoxicidad del anestésico local
y a isquemia nerviosa durante la realización de un bloqueo regional
pueden agravar los resultados neurológicos en presencia de factores
adicionales del paciente o de lesión quirúrgic
a 7,47 .La prevención de las complicaciones neurológicas empieza
durante la consulta preoperatoria, con una evaluación detallada de
los antecedentes médicos del paciente y una descripción preopera-
toria adecuada de los riesgos y los beneficios que conllevan las
técnicas anestésicas disponibles. Es obligatorio documentar todos
los defectos neurológicos preoperatorios para poder diagnosticar
con rapidez en el período postoperatorio una disfunción nueva o
el agravamiento de un déficit previo. Deben distinguirse además
los déficit sensitivos o motores de los efectos residuales (prolonga-
dos) del anestésico local. Las modalidades de imagen como la TC
o la RM facilitan la identificación de procesos infecciosos y de
hematomas en expansión. Aunque la mayoría de las complicacio-
nes neurológicas se resuelven por completo en los días o semanas
siguientes, las lesiones neurológicas importantes exigen la solicitud
de una interconsulta neurológica para documentar el grado de
afectación y coordinar la estrategia a seguir. Algunas pruebas neu-
rofisiológicas, como los estudios de conducción nerviosa, los
potenciales provocados y la electromiografía ayudan a menudo a
establecer el diagnóstico y el pronóstico.
Resumen
Cualquier procedimiento quirúrgico puede llevarse a cabo con
anestesia general, pero la habilidad para realizar técnicas de blo-
queos nerviosos periféricos aumenta el arsenal terapéutico del
anestesiólogo y redundará en beneficios para el paciente, tanto
durante el período intraoperatorio como en el postoperatorio. La
adquisición de maestría en estas técnicas y su aplicación a las
situaciones clínicas adecuadas añaden alternativas valiosas a la
asistencia anestésica. Los conocimientos de anestesia regional
resultan esenciales para que el anestesiólogo pueda llevar a cabo el
diagnóstico y el tratamiento de síndromes dolorosos agudos y cró-
nicos (v. caps. 48 y 77).
Bibliografía
1. Hall RJ: Hydrochlorate of cocaine. N Y Med J
40:643, 1884.
2. Halsted WS: Practical comments on the use and
abuse of cocaine: Suggested by its invariably suc-
cessful employment in more than a thousand minor
surgical operations. N Y Med J 42:294, 1885.
3. Corning JL: On the prolongation of the anesthetic
effect of the hydrochlorate of cocaine, when subcu-
taneously
injected:Anexperimental study. NY Med
J 42:317, 1885.
4. Braun H: Ueber den Einfluss der Vitalitat der
Gewebe auf die ortlichen und allgemeinen Gift-
wirkungen local anasthesirender Mittel und uber
die Bedeutung des Adrenalins fur die local anasthe-
sie. Arch Klin Chir 69:541, 1903.
5. Braun H. Local Anesthesia: Its Scientific Basis and
Practical Use, 3rd ed. Philadelphia, Lea & Febiger,
1914.
6. Labat G: Regional Anesthesia: Its Technic and Cli-
nical Application. Philadelphia, WB Saunders,
1922.
7. Neal JM, Hebl JR, Gerancher JC, Hogan QH: Bra-
chial plexus anesthesia: Essentials of our current
understanding. Reg Anesth Pain Med 27:402, 2002.
8. Gray AT: Ultrasound-guided regional anesthesia:
Current state of the art. Anesthesiology 104:368,
2006.
9. Marhofer P,Greher M,Kapral S:Ultrasound guidance
in regional anaesthesia. Br J Anaesth 94:7, 2005.
10. Marhofer P, Chan VWS: Ultrasound-guided regio-
nal anesthesia—current concepts and future trends.
Anesth Analg 104:1265, 2007.
11. Sinha SK, Abrams JH, Weller RS: Ultrasound-
guided interscalene needle placement produces
successful anesthesia regardless of motor stimula-
tion above or below 0.5 mA. Anesth Analg 105:848,
2007.
12. Chan VWS, Brull R, McCartney CJL, et al: An ultra-
sonographic and histological study of intraneuronal
injection and electrical stimulation in pigs. Anesth
Analg 104:1281, 2007.
13. Lanz E,Theiss D,Jankovic D: The extent of blockade
following various techniques of brachial plexus
block. Anesth Analg 62:55, 1983.
14. Winnie AP: Interscalene brachial plexus block.
Anesth Analg 49:455, 1970.
15. Roch JJ, Sharrock NE, Neudachin L: Interscalene
brachial plexus block for shoulder surgery: A proxi-
mal paresthesia is effective. Anesth Analg 75:386,
1992.
16. Urmey WF, Talts KH, Sharrock NE: One hundred
percent incidence of hemidiaphragmatic paresis
associated with interscalene brachial plexus anes-
thesia as diagnosed by ultrasonography. Anesth
Analg 72:498, 1991.
17. Urmey WF, McDonald M: Hemidiaphragmatic
paresis during interscalene brachial plexus block:
Effects on pulmonary function and chest wall
mechanics. Anesth Analg 74:352, 1992.
18. Fujimura N, Namba H, Tsunoda K, et al: Effect of
hemidiaphragmatic paresis caused by interscalene
brachial plexus block on breathing pattern, chest
wall mechanics and arterial blood gases. Anesth
Analg 81:962, 1995.
19. Liguori GA, Kahn RL, Gordon J, et al: The use of
metoprolol and glycopyrrolate to prevent hypoten-
sive/bradycardic events during shoulder arthros-
copy in the sitting position under interscalene
block. Anesth Analg 87:1320, 1998.
20. Boardman ND, Cofield RH: Neurologic complica-
tions of shoulder surgery. Clin Orthop Relat Res
368:44, 1999.
21. Candido KD, Sukhani R, Roty R Jr, et al: Neurologic
sequelae after interscalene brachial plexus block for
shoulder/upper arm surgery: The association of
patient, anesthetic, and surgical factors to the inci-
dence and clinical course. Anesth Analg 100:1489,
2005.
22. Sardesai AM, Patel R, Denny NM, et al: Interscalene
brachial plexus block: Can the risk of entering the
spinal canal be reduced? A study of needle angles
in volunteers undergoing magnetic resonance
imaging. Anesthesiology 105:9, 2006.
23. Benumof JL: Permanent loss of cervical spinal cord
function associated with interscalene block perfor-
med under general anesthesia. Anesthesiology 93:
1541, 2000.
24. Brown DL, Cahill DR, Bridenbaugh LD: Supraclavi-
cular nerve block: Anatomic analysis of a method to
prevent pneumothorax. Anesth Analg 76:530, 1993.
25. Franco CD, Gloss FJ, Voronov G, et al: Supraclavi-
cular block in the obese population: An analysis of
2020 blocks. Anesth Analg 102:1252, 2006.
26. Raj PP, Montgomery SJ, Nettles D, Jenkins MT:
Infraclavicular brachial plexus block: A new appro-
ach. Anesth Analg 52:897, 1973.
1438
Control de la anestesia
III