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simpático; el ramo cutáneo posterior, que inerva la piel y la mus-

culatura del área paravertebral; el ramo cutáneo lateral, que emerge

inmediatamente por delante de la línea axilar media y que envía

ramas subcutáneas hacia delante y hacia atrás, y el ramo cutáneo

anterior, que es la terminación del nervio

( fig. 42-32C

).

En la parte medial al ángulo posterior de la costilla, el nervio

intercostal se sitúa entre la pleura y la fascia intercostal interna. En

el ángulo posterior de la costilla, el nervio se localiza en el surco

costal acompañado de la arteria y vena intercostal.

Aplicaciones clínicas

Pocos procedimientos quirúrgicos pueden llevarse a cabo exclu-

sivamente con un bloqueo intercostal, por lo que normalmente

se asocian a otras técnicas, si bien esta combinación de técnicas

no ha logrado superar a la popularidad del bloqueo epidural. No

obstante, en pacientes con contraindicaciones para bloqueos

neuroaxiales, estas técnicas pueden aplicarse solas o combina-

das con bloqueos del plexo celíaco y un plano anestésico super-

ficial, proporcionando condiciones quirúrgicas excelentes para

intervenciones intraabdominales. Del mismo modo, pueden lle-

varse a cabo procedimientos intratorácicos combinando blo-

queos intercostales y del ganglio estrellado con sedación

endotraqueal. Aunque pueden aplicarse para procedimientos

quirúrgicos, la mayor parte de las indicaciones son como anal-

gesia postoperatoria.

Reiestad y Stromskag fueron los primeros en describir la

colocación de un catéter interpleural para tratar el dolor post­

operatorio en el año 198

6 81 .

El entusiasmo por esta técnica ha

crecido y disminuido. No se conoce en detalle su mecanismo de

acción y los informes relativos a su eficacia arrojan resultados

variables. En conjunto, los resultados para la colecistectomía han

sido los más favorable

s 82-85

. Las ventajas de la analgesia interpleu-

ral son más difíciles de demostrar en pacientes que se van a

someter a una toracotomía, quizás debido a problemas técnicos

relacionados con la presencia de sangre en el espacio pleural y en

el tubo de drenaje torácico. Otra aplicación más reciente ha sido

la analgesia para el postoperatorio de derivaciones cardiopulmo-

nares mínimamente invasiva

s 86 .

Técnica

Bloqueo intercostal

El nervio intercostal puede bloquearse fácilmente en el ángulo de

la costilla, justo por fuera del grupo muscular sacroespinal. El

paciente se coloca en decúbito prono con una almohada debajo del

abdomen para disminuir la curvatura lumbar (v.

fig. 42-32A

). Se

traza una línea a lo largo de las apófisis vertebrales posteriores. A

continuación se dibujan líneas paralelas a lo largo de los ángulos

posteriores de la costilla, los cuales se pueden palpar a unos 6-8 cm

de la línea media. Estas líneas se curvan hacia dentro en las zonas

más altas para no pasar por encima de la escápula. Se palpa el borde

inferior de cada costilla y se realiza una marca en una línea que

cruce el ángulo posterior de la costilla. Una vez preparada la piel,

se realiza un habón cutáneo en cada uno de esos puntos. A conti-

nuación se acopla una aguja de 4 cm del calibre 22 a una jeringa

de 10ml. El dedo índice de la mano izquierda desplaza la piel hacia

arriba sobre la costilla del paciente, empezando desde la costilla

más baja. La aguja se introduce en la punta del dedo hasta quedar

apoyada sobre la costilla. A continuación, los dedos de la mano

izquierda se cambian para sujetar con firmeza el émbolo de la

jeringa. Después, la mano izquierda hace resbalar la aguja 3-5mm

por el borde inferior de la costilla, inyectando en dicho punto

3-5ml de solución anestésica (v.

fig. 42-32B

). Este proceso se repite

en cada costilla. El paciente puede sentirse más cómodo si se pro-

porciona una sedación intravenosa adecuada con la que lograr

analgesia y cierto grado de amnesia.

Una alternativa consiste en realizar el bloqueo intercostal en

la línea axilar media con el paciente en decúbito supino. Teórica-

mente, es posible que no se bloquee el ramo cutáneo lateral del

nervio, pero en estudios de TC se demuestra que la solución anes-

tésica se distribuye varios centímetros a lo largo de la fosita costal

68 .

1434

Control de la anestesia

III

Figura 42-32

A,

Colocación del paciente para el bloqueo de un nervio intercostal.

B,

El dedo índice desplaza la piel hacia arriba sobre la costilla. La aguja

se introduce en la punta del dedo apoyándose sobre la costilla. La aguja resbala por el borde inferior de la costilla introduciéndose 3-5mm.

C,

Un nervio

intercostal y sus ramos.