Efectos secundarios y complicaciones
La inyección directa de los nervios periféricos en el interior del
agujero óseo puede provocar neuropatías.
Bloqueo del plexo cervical
El plexo cervical procede de los nervios raquídeos de C1, C2, C3 y
C4 y proporciona ramos para los músculos prevertebrales, la mus-
culatura del cuello y el nervio frénico. El plexo cervical profundo
inerva la musculatura del cuello de forma segmentaria, aparte de
proporcionar la inervación sensitiva de la piel entre la cara iner-
vada por el nervio trigémino y el dermatoma T2 del tronco. El
bloqueo del plexo cervical superficial sólo produce anestesia de los
nervios cutáneos.
Aplicaciones clínicas
Los bloqueos del plexo cervical son fáciles de realizar y proporcio-
nan anestesia para procedimientos quirúrgicos en la distribución
de C2-C4, como disecciones ganglionares, reparaciones plásticas y
endarterectomías carotídeas. La posibilidad de monitorizar de
forma continua el estado neurológico con el paciente despierto es
una de las ventajas de esta técnica anestésica en el caso de la endar-
terectomía carotídea, y ha reportado una popularidad espectacular
a esta técnic
a 74 .Los bloqueos bilaterales se pueden practicar para
traqueostomías o tiroidectomías.
Técnica
Plexo cervical superficial
El plexo cervical superficial se bloquea en el punto medio del borde
posterior del músculo esternocleidomastoideo. En dicho punto se
hace un habón cutáneo y se inserta una aguja de 4 cm del calibre
22, y a continuación se inyectan 5ml de la solución anestésica a lo
largo del borde posterior y de la superficie medial de dicho músculo
( fig. 42-27 ). Con esta inyección es posible bloquear el nervio acce-
sorio, de manera que se produce una parálisis muscular transitoria
del trapecio homolateral.
Plexo cervical profundo
El plexo cervical profundo es un bloqueo paravertebral de los
nervios raquídeos C2-C4 cuando salen desde sus agujeros en las
vértebras cervicales
( fig. 42-28 ). En la vía de abordaje tradicional
se realizan tres inyecciones en C2, C3 y C4. El enfermo se coloca
en decúbito supino, con el cuello algo extendido y la cabeza girada
hacia el lado contrario que se va a bloquear. Se traza una línea
desde la punta de la apófisis mastoides hasta el tubérculo de Chas-
saignac (la apófisis transversa de C6); se dibuja una segunda línea
1 cm posterior a la primera. La apófisis transversa de C2 se sitúa
1-2 cm caudal a la apófisis mastoides, donde suele palparse. Las
apófisis transversas de C3 y C4 descansan a intervalos de 1,5 cm a
lo largo de la segunda línea. Una vez realizado un habón cutáneo
sobre las apófisis transversas de C2, C3 y C4, se insertan tres agujas
de 5 cm del calibre 22 perpendicularmente a la piel, con una ligera
inclinación caudal. El contacto con la apófisis transversa se produce
a una profundidad de 1,5-3 cm. Si se obtiene una parestesia, se
inyectan 3-4ml de la solución anestésica después de descartar
mediante aspiración la salida de sangre o de líquido cefalorraquí-
deo. Si no se obtienen parestesias, se hace resbalar la aguja a lo
largo de la apófisis transversa en el plano anteroposterior, hasta
obtener la parestesia.
Este bloqueo también se puede efectuar con una inyección
única de 10-12ml de solución anestésica en la apófisis transversa
de C
4 75 .La distribución cefálica del anestésico local suele anestesiar
a los nervios raquídeos de C2 y C3. La anestesia del plexo cervical
también se puede observar tras la inyección, a la altura de la
punción interescalénica para el bloqueo del plexo braquial. Cuando
se emplea esta última técnica, el comienzo del bloqueo puede favo-
recerse manteniendo una presión digital distal y una posición de
la cabeza horizontal o un poco en declive.
1430
Control de la anestesia
III
Figura 42-26
Bloqueo de los ramos sensitivos terminales del nervio
trigémino. Una
línea vertical
conecta la escotadura supraorbitaria, el agujero
infraorbitario y el agujero mentoniano.
Figura 42-27
Referencias anatómicas y método de punción para el bloqueo
del plexo cervical superficial.