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se localizan en el seno carotídeo y en el cayado aórtico. El núcleo

solitario, localizado en el centro cardiovascular del bulbo raquídeo,

recibe impulsos procedentes de estos receptores de estiramiento a

través de aferentes de los nervios glosofaríngeo y vago. El centro

cardiovascular del bulbo raquídeo está formado por dos áreas dife-

rentes desde el punto de vista funcional: el área responsable de

aumentar la presión arterial está localizada en la zona lateral y

rostral, mientras que el área responsable de reducir la presión arte-

rial está localizada en la zona central y caudal. Esta última zona

también integra impulsos procedentes del hipotálamo y del sistema

límbico. Normalmente, los receptores de estiramiento se activan si

la presión arterial sistémica es mayor de 170 mmHg. La respuesta

del sistema depresor incluye disminución de la actividad simpática,

que da lugar a disminución de la contractilidad cardíaca, la fre-

cuencia cardíaca y el tono vascular. Además, la activación del

sistema parasimpático reduce aún más la frecuencia cardíaca y la

contractilidad miocárdica. Se producen los efectos contrarios tras

el inicio de la hipotensión.

El reflejo barorreceptor tiene una función importante

durante la hemorragia aguda y el shock. Sin embargo, el arco reflejo

pierde su capacidad funcional a valores de presión arterial menores

de 50 mmHg. Se ha implicado al estado hormonal, y por tanto a

diferencias de sexo, en la alteración de las respuestas de los baro-

rreceptore

s 70 .

Además, los anestésicos volátiles (en particular, el

halotano) inhiben el componente de la frecuencia cardíaca de este

reflej

o 71 .

El uso simultáneo de calcioantagonistas, inhibidores de la

enzima de conversión de la angiotensina o inhibidores de la fosfo-

diesterasa reduce la respuesta cardiovascular de elevación de la

presión arterial a través del reflejo barorreceptor. Esta menor res-

puesta se consigue por los efectos directos sobre la vasculatura

periférica o, lo que es más importante, por su interferencia con las

vías de transducción de señales en el SNC (calcio y angiotensina)

72 .

Los pacientes con hipertensión crónica tienen con frecuencia ines-

tabilidad circulatoria perioperatoria como consecuencia de una

disminución de la respuesta del reflejo barorreceptor.

Reflejo quimiorreceptor

Existen células quimiosensibles en los cuerpos carotídeos y en el

cuerpo aórtico. Estas células responden a cambios del pH y de la

presión parcial sanguínea de oxígeno. Con una presión parcial de

oxígeno arterial (Pao

2

) menor de 50 mmHg o en condiciones de

acidosis los quimiorreceptores envían sus impulsos a lo largo del

nervio sinusal de Hering (una rama del nervio glosofaríngeo) y a

través del 10.° par craneal hacia la zona quimiosensible del bulbo

raquídeo. Esta área responde estimulando a los centros respirato-

rios y aumentando de esta forma el impulso respiratorio. Además,

se produce activación del sistema parasimpático, que da lugar a una

reducción de la frecuencia cardíaca y de la contractilidad miocár-

dica. Si hay hipoxia persistente habrá estimulación directa del SNC,

con el consiguiente aumento de la actividad simpática.

Reflejo de Bainbridge

El reflejo de Bainbridge está provocado por receptores de estira-

miento que se localizan en la pared auricular derecha y en la unión

cavoauricular. El aumento de la presión de llenado del hemicardio

derecho envía señales eferentes vagales al centro cardiovascular del

bulbo. Estas señales eferentes inhiben la actividad parasimpática,

lo que aumenta la frecuencia cardíaca. La aceleración de la frecuen-

cia cardíaca también se debe a un efecto directo sobre el nódulo SA por la distensión de la aurícula. Los cambios de la frecuencia

cardíaca dependen de la frecuencia cardíaca subyacente antes de la

estimulación.

Reflejo de Bezold-Jarisch

El reflejo de Bezold-Jarisch responde a los estímulos ventriculares

perjudiciales detectados por quimiorreceptores y mecanorrecepto-

res de la pared del VI, al inducir la tríada de hipotensión, bradi-

cardia y dilatación arterial coronari

a 69

. Los receptores activados se

comunican por fibras eferentes vagales no mielinizadas de tipo C.

Estas células aumentan de forma refleja el tono parasimpático.

Como se produce bradicardia, se piensa que el reflejo de Bezold-

Jarisch es un reflejo cardioprotector. Se ha implicado a este reflejo

en la respuesta fisiológica a diversas enfermedades cardiovascula-

res, como isquemia o infarto de miocardio, trombólisis o revascu-

larización y síncope. Los receptores del péptido natriurético

estimulados por el ANP o el BNP endógeno pueden modular el

reflejo de Bezold-Jarisch. Así, el reflejo de Bezold-Jarisch puede ser

menos pronunciado en pacientes con hipertrofia cardíaca o fibri-

lación auricula

r 73

.

Maniobra de Valsalva

La espiración forzada contra la glotis cerrada produce aumento de

la presión intratorácica, aumento de la presión venosa central y

disminución del retorno venoso. Después de esta maniobra (de

Valsalva) se produce una disminución del gasto cardíaco y de la

presión arterial. Esta disminución es detectada por los barorrecep-

tores, y de forma refleja se producirá un aumento de la frecuencia

cardíaca y de la contractilidad miocárdica por estimulación sim-

pática. Cuando la glotis se abre, el retorno venoso aumenta y hace

que el corazón responda con una contracción vigorosa y un

aumento de la presión arterial. Este aumento de la presión arterial

será detectado, a su vez, por los barorreceptores, lo que estimulará

las vías eferentes parasimpáticas que se dirigen al corazón.

Reflejo de Cushing

El reflejo de Cushing se debe a la isquemia del encéfalo producida

por un aumento de la presión intracraneal. La isquemia del encé-

falo en el centro vasomotor bulbar induce la activación inicial del

sistema nervioso simpático. Esta activación da lugar a un aumento

de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la contractilidad

miocárdica en un intento de mejorar la perfusión cerebral. Como

consecuencia del elevado tono vascular se produce bradicardia

refleja mediada por los barorreceptores.

Reflejo oculocardíaco

El reflejo oculocardíaco está provocado por la aplicación de presión

al globo ocular o por tracción sobre las estructuras circundantes.

Hay receptores de estiramiento que están localizados en los múscu-

los extraoculares. Cuando son activados, los receptores de estira-

miento envían señales eferentes a través de los nervios ciliares cortos

y largos. Los nervios ciliares se fusionan con la división oftálmica

del nervio trigémino en el ganglio ciliar. El nervio trigémino trans-

porta estos impulsos hasta el ganglio de Gasser, lo que da lugar a

un aumento del tono parasimpático con la consiguiente bradicardia.

La incidencia de este reflejo durante la cirugía oftálmica varía desde

el 30 hasta el 90%. La administración de un antimuscarínico, como

el glucopirrolato o la atropina, reduce la incidencia de bradicardia

durante la cirugía ocular (v. también cap. 65).

Bibliografía

1. Berne RM, Levy MN: The cardiac pump. In: Cardio-

vascular Physiology, 8th ed. St Louis, CV Mosby,

2001, pp 55–82.

2. Berne RM, Levy MN: Electrical activity of the heart.

In: Cardiovascular Physiology,, 8th ed. St Louis, CV

Mosby, 2001, pp 7–32.

3. Katz AM: The heart as a muscular pump. In: Physio-

logy of the Heart, 3rd ed. Philadelphia, Lippincott-

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Fisiología cardíaca

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Sección I

Fisiología y anestesia

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