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© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

completa de la vena cava por un tumor hasta embolización

pulmonar aguda de fragmentos del tumor durante la cirugía. Para

operar de forma segura a estos pacientes se debe definir en el

preoperatorio la extensión de la lesión. En estos casos con fre-

cuencia es necesaria la circulación extracorpórea para prevenir la

embolización tumoral, y es necesaria cuando hay extensión de

trombos tumorales hasta la porción superior de la vena cava

hepática o cuando hay un deterioro significativo del retorno

venoso. El cateterismo cardíaco derecho es potencialmente peli-

groso por el riesgo de que una parte del tumor se desprenda y

embolice. Algunos anestesiólogos utilizan un catéter de presión ve­

nosa central introducido a través de la vena yugular interna o

de la vena yugular externa izquierda para no colocarlo más allá de

la vena cava superior. En estos casos la presión venosa central

puede no reflejar con exactitud del volumen intravascular porque

el retorno venoso a través de la cava inferior está dificultado por

el trombo, y puede ser útil la ecocardiografía transesofágic

a 151 .

Esta disminución del retorno venoso también predispone al

paciente a hipotensión durante la inducción de la anestesia. La

obstrucción venosa produce dilatación de las venas epidurales y

aparición de colaterales en la pared abdominal y el retroperito-

neo. Hay que insistir en la importancia de una preparación pre­

operatoria adecuada, lo que es posible sólo cuando se ha definido

la extensión completa de la lesió

n 150 .

Prostatectomía radical

El cáncer de próstata localizado se trata con radioterapia o prosta-

tectomía radical (

tabla 55-18

). La prostatectomía radical ha aumen-

tado su frecuencia debido al estudio sistemático del antígeno

prostático específico en varones mayores de 50 años y por la popu-

larización de la cirugía conservadora de la función nerviosa para

reducir el riesgo de impotencia. Aunque se describió originalmente

en 1905 con una vía de abordaje transperineal, en la actualidad el

abordaje retropúbico es el más utilizado. Se reseca la próstata, los

conductos eyaculadores, las vesículas seminales y parte del cuello

de la vejiga, junto a los ganglios linfáticos pélvicos.

En general, la operación se realiza mediante laparotomía

abierta, aunque cada vez con más frecuencia se utiliza cirugía

laparoscópica y cirugía robótica. El problema intraoperatorio más

frecuente es la hemorragia con pérdida masiva de sangre que

precisa transfusión sanguínea. La donación autóloga previa, el tra-

tamiento preoperatorio con eritropoyetina recombinante, la hemo-

dilución isovolémica intraoperatoria y el rescate de eritrocitos se

realizan con frecuencia para reducir la exposición del paciente a

sangre alogénica. Algunos autores han cuestionado el uso sistemá-

tico de estas prácticas, sus indicaciones y la necesidad de transfu-

siónenestos pacientes. Seproducencomplicaciones postoperatorias

tempranas, como trombosis venosa profunda, embolia pulmonar,

hematoma, seroma e infección de la herida, en el 0,5 al 2% de los

caso

s 152 .

Varios centros han descrito una tasa de mortalidad a los

30 días de aproximadamente el 0,2

% 152 .

Las complicaciones tardías

incluyen incontinencia, impotencia y contractura del cuello vesi-

ca

l 153 .

A los pacientes a los que se realiza una prostatectomía radical

se les coloca en decúbito supino en posición de Trendelenburg con

la espalda extendida, lo que sitúa el pubis por encima de la cabeza.

Se ha descrito embolia gaseosa desde la fosa prostática como con-

secuencia del gradiente gravitacional entre las venas prostáticas y

el corazó

n 154 .

Comparación de las técnicas anestésicas

para la prostatectomía radical

Para esta cirugía se ha utilizado anestesia epidural, anestesia raquí-

dea, anestesia general y anestesia epidural y general combinadas.

Para el componente epidural de las técnicas combinadas se ha

utilizado un abordaje torácico o lumbar para la anestesia o la anal-

gesia, y se ha utilizado ventilación espontánea o ventilación inter-

mitente con presión positiva (IPPV) para el componente de

anestesia general. Muchos investigadores han descrito sus resulta-

dos comparando las tres técnicas anestésicas para la prostatectomía

retropúbica radica

l 155-158 ,

y han surgido varias tendencias.

La hemorragia intraoperatoria es significativamente menor

si se utiliza anestesia epidural o una combinación de anestesia

epidural y anestesia general con ventilación espontánea. En un

estudio, la hemorragia en el grupo de anestesia general y en el

grupo de anestesia combinada con IPPV fue significativamente

mayor que en el grupo de anestesia epidural a pesar de que existía

poca diferencia en la tensión arterial entre los tres grupo

s 155 .

Se

propuso que el aumento de la presión venosa como consecuencia

de la IPPV era la causa más probable de aumento de la hemorragia

en los grupos de anestesia general y anestesia combinada durante

la prostatectomía radical. Estudios anteriores habían demostrado

que la presión venosa central y periférica era menor en los pacien-

tes con ventilación espontánea y anestesia epidural o anestesia

epidural-general combinada que en pacientes que recibían IPPV

durante la anestesia genera

l 159 .

La anestesia epidural sola o añadida

a la anestesia general reduce la hipercoagulabilidad postoperatoria,

lo que reduce el riesgo de tromboemboli

a 160 .

La analgesia preven-

tiva que ofrece el bloqueo epidural reduce el dolor y las necesidades

de analgésicos en el postoperatori

o 161

. Puede que se mantenga

mejor la homeostasis de las respuestas neuroendocrinas con el

bloqueo regional que con la anestesia general. La recuperación de

la función intestinal se produce más rápidamente con anestesia

epidural que con anestesia general, aunque no se asocia a un alta

hospitalaria más tempran

a 162 .

Se puede reducir la duración de la estancia y el coste del

ingreso hospitalario con el uso prudente de anestesia epidural y de

protocolos clínicos establecido

s 163,164 .

En un estudio, se dio de alta

de forma satisfactoria al 80% de los pacientes después de 1 día, y

la duración media de la estancia fue de 1,34 día

s 165 .

Aunque en algunos estudios se ha encontrado mejor evolu-

ción con anestesia epidural que con anestesia general, otros no

respaldan estos resultados. Los hallazgos divergentes de estos estu-

dios que comparan las técnicas anestésicas pueden ser la conse-

cuencia de los pequeños números de pacientes de muchos estudios,

las diferencias de diseño (p. ej., retrospectivo, prospectivo, contro-

lado, aleatorizado), el uso de técnicas diferentes (p. ej., bloqueo

Anestesia y los sistemas renal y genitourinario

1893

55

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

Tabla 55-18

 Implicaciones anestésicas de la prostatectomía radical

Enfermedad de ancianos

AC, EPOC y disfunción renal

Hemorragia significativa

Acceso i.v. de calibre grueso y monitorización invasiva

Hemodilución normovolémica aguda frente a donación de sangre autóloga

Posición en hiperextensión

Lesiones nerviosas, lesiones de tejidos blandos, luxaciones articulares

Embolia gaseosa venosa

Anestesia

Debate sobre las ventajas de la anestesia regional frente a la anestesia general

No se sabe que influya en la mortalidad

La anestesia epidural con ventilación espontánea reduce la hemorragia

La anestesia general o combinada con IPPV aumenta la hemorragia

AC, arteriopatía coronaria; EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica; IPPV,

ventilación con presión positiva intermitente.