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interesante, aún se debe considerar que la relación es especulativa.

También se ha implicado a la glicina en la depresión miocárdica y

los cambios hemodinámicos asociados al síndrome de la RTU

P 92 .

Toxicidad por amoníaco

La absorción de la glicina puede producir toxicidad del SNC como

consecuencia de la biotransformación oxidativa de la glicina a

amoníac

o 93,94

. En una comunicación sobre el despertar tardío

después de la RTUP en tres paciente

s 93

se observó una asociación

con una elevación de la concentración sanguínea de amoníaco.

En este trabajo y en la descripción de otro caso se observaron

concentraciones sanguíneas de amoníaco de 500

M 94 .

Se dice

que se produce deterioro de la función del SNC cuando la

concentración de amoníaco es mayor de 150M. En un estudio

prospectivo que analizó el metabolismo de la glicina, la concentra-

ción sanguínea de amoníaco estuvo elevada en el postoperatorio

en 12 de 26 pacientes en los que se utilizó glicina al 1,5% como

solución de irrigación para la RTU

P 93

. También se midió la con-

centración sanguínea de glicina. No hubo correlación entre las

concentraciones de glicina y amoníaco; fue prevalente la relación

opuesta. Las concentraciones elevadas de amoníaco no se asocia-

ron a síntomas de toxicidad del SNC. Aunque los investigadores

plantearon la hipótesis de que el despertar tardío y otros síntomas

del SNC se debían a toxicidad del amoníaco, no está claro si esta

hipótesis es correcta.

Perforación

Otra complicación frecuente de la RTUP es la perforación de

la vejig

a 95 .

Las perforaciones habitualmente se producen durante

las resecciones difíciles y la mayoría de las veces están producidas

por el asa cortante o el electrodo del bisturí. Algunas se hacen

con la punta del resectoscopio, mientras que otras se pueden

deber a distensión excesiva de la vejiga por el líquido de irrigación.

La mayoría de las perforaciones es extraperitoneal, y en un

paciente consciente producen dolor en la región periumbilical,

inguinal o suprapúbica; además, el urólogo puede observar el

retorno irregular de líquido de irrigación. Con menos frecuencia,

la perforación atraviesa la pared de la vejiga y es intraperitoneal,

o una gran perforación extraperitoneal se puede extender hasta

el peritoneo. En estos casos puede haber dolor generalizado en

la parte superior del abdomen, o puede haber dolor referido

desde el diafragma hacia la región precordial o el hombro. Se

han descrito otros síntomas y signos como palidez, sudoración,

rigidez abdominal, náuseas, vómitos e hipotensión; el número y

la gravedad dependen de la localización y el tamaño de la perfora-

ción y del tipo de líquido de irrigación. En una serie antigua de

2.015 casos en los que se analizó la incidencia de las complicacio-

nes de la RTUP se produjo perforación en 25 pacientes (1,2%

) 96 .

Se produjeron cuatro muertes y otras cinco complicaciones graves

en 12 pacientes en los que la cistostomía suprapúbica se demoró

más de 2 horas después de la perforación. En la mayoría de estos

casos el irritante de la vejiga era agua destilada, por lo que no está

claro si estos datos de morbilidad y mortalidad siguen siendo

relevantes.

Bacteriemia transitoria y septicemia

La próstata contiene muchas bacterias, que pueden ser el origen de

una bacteriemia intraoperatoria y postoperatoria a través de los

senos venosos prostáticos. Este riesgo aumenta aún más por la

presencia de una sonda urinaria permanente. La bacteriemia habi-

tualmente es asintomática y se trata con combinaciones de antibió-

ticos de uso habitual eficaces frente a bacterias grampositivas y

gramnegativas. Sin embargo, en el 6-7% de los pacientes se puede

producir septicemi

a 77 .

Las manifestaciones habituales incluyen

escalofríos, fiebre y taquicardia. En los casos graves se puede pro-

ducir bradicardia, hipotensión y colapso cardiovascular, con tasas

de mortalidad del 25 al 75%. Está justificado el tratamiento inten-

sivo con antibióticos y soporte cardiovascular.

Hipotermia

Durante la RTUP con frecuencia se utilizan líquidos de irrigación

almacenados a la temperatura ambiental. La pérdida de calor como

consecuencia de la irrigación y de una absorción significativa de

este líquido puede dar lugar a disminución de la temperatura cor-

poral del paciente y a temblores. Se ha demostrado que el uso de

soluciones de irrigación templadas es eficaz en la reducción de la

pérdida de calor y los consiguientes temblore

s 97 .

Aunque se podría

pensar que el calentamiento de los líquidos podría producir un

aumento de la hemorragia por vasodilatación, no ocurre así, como

se demostró en el estudio de Heathcote y Dyer

98 .

El uso de opioides

sistémicos e intratecales reduce los temblores postoperatorios pro-

ducidos por el frí

o 99

.

Hemorragia y coagulopatía

Una próstata hipertrofiada es muy vascular, y la hemorragia ope-

ratoria puede ser significativa. El agua se lava hacia el cubo de

recogida y se mezcla con grandes cantidades de líquido de irriga-

ción. La estimación de la hemorragia es inexacta y muy difícil. Se

ha intentado cuantificar la hemorragia según el tiempo de resec-

ción (2 a 5ml/minuto de tiempo de resección) y el tamaño de la

próstata en gramos (20 a 50ml/g); sin embargo, en el mejor de los

casos estas directrices son aproximaciones, y se deben monitorizar

los signos vitales y las determinaciones seriadas del hematocrito

del paciente para evaluar mejor la hemorragia y la necesidad de

transfusión. Como los receptores adrenérgicos son abundantes en

el tejido prostático, el uso de agonistas adrenérgicos produciría

vasoconstricción de los vasos sanguíneos prostáticos y disminu-

ción de la hemorragia.

Se produce una hemorragia anormal después de una RTUP

en menos del 1% de los casos; algunos médicos piensan que se debe

a fibrinólisis sistémica secundaria a la plasmina. La próstata libera

activador del plasminógeno, que convierte el plasminógeno en

plasmina. Otros médicos piensan que la fibrinólisis es secundaria

a una coagulación intravascular diseminada producida por la

absorción sistémica del tejido prostático resecado, que es rico en

tromboplastin

a 75

. Si se sospecha fibrinólisis primaria puede ser

eficaz el ácido aminocaproico por vía intravenosa a una dosis de

4 a 5 g en la primera hora, seguido por 1 g/

h 75

.

Tratamiento del síndrome de la resección transuretral

de la próstata

El tratamiento del síndrome de la RTUP

( tabla 55-15 )

incluye

restricción de líquidos y un diurético del asa, como furosemida. El

suero salino hipertónico (cloruro sódico al 3%) es necesario raras

veces, por no decir nunca, y se debe plantear únicamente en

pacientes con hiponatremia grave. Las complicaciones del suero

salino hipertónico sobre el SNC incluyen edema cerebral y mieli-

nólisis protuberancia

l 76,89

. Se debe administrar soporte cardiovas-

cular cuando sea necesario.

Las consideraciones anestésicas de cara a una RTUP

deben incluir la colocación del paciente. La RTUP habitualmente

se realiza en posición de litotomía con ligera inclinación de

Trendelenburg. Esta colocación da lugar a cambios del volumen

sanguíneo pulmonar, disminución de la distensibilidad pulmo-

nar, desplazamiento cefálico del diafragma y disminución de

parámetros de volumen pulmonar, como volumen residual, capa-

cidad residual funcional, volumen circulante y capacidad vital.

Puede aumentar la precarga cardíaca. Se pueden producir lesio-

nes nerviosas de los nervios peroneo común, ciático y fe­

mora

l 76

.

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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV