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Anestesia para la cirugía con láser

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

médicos. Sin embargo, no hay unas precauciones ni reglamentos fede-

rales de seguridad obligatorios que controlen su utilización clínica. Las

instituciones que empleen láser de forma clínica deberían seguir

las normas publicadas en el American National Standard for the Safe

Use of Laser in Health Care Facilities (Z136.3-1988) por el American

National Standards Institute (ANSI) (dirección postal: 1430 Broadway,

Nueva York, NY 10018) o por el Laser Institute of America (dirección

postal: 5151 Monroe Street, 102W, Toledo, Ohio 43623). Estas normas

reflejan un consenso de las opiniones gubernamentales, industriales y

profesionales sobre los métodos empleados para definir y controlar

los riesgos de la utilización del láser, especificar y normalizar la for­

mación, y evaluar y asegurar la seguridad. La FDA también ha

sugerido varios reglamentos que se han adoptado y modificado en

numerosos estado

s 11 .

Las directrices de seguridad propuestas por el

ANSI y la FDA deberían seguirse de la manera más rigurosa posible.

Los pacientes son quienes están expuestos a un mayor riesgo

por la utilización quirúrgica del láser, pero no es infrecuente que se

produzcan lesiones en el personal. Por consiguiente, la Occupatio-

nal Safety and Health Administration de Estados Unidos está auto-

rizada para intervenir si la utilización médica de los láseres pone en

peligro la salud de los trabajadores. Los datos referentes a la verda-

dera incidencia de las lesiones relacionadas con el láser son limita-

dos. Los fabricantes deben informar sobre los incidentes o lesiones

poco habituales en caso de conocerlos. Sin embargo, la notificación

clínica ha sido voluntaria hasta hace poco, excepto si las complica-

ciones del láser se producían en el protocolo de pruebas previo a la

comercialización. La aprobación por el congreso estadounidense de

la ley sobre dispositivos médicos seguros de 1990 exige que los

médicos notifiquen todas las lesiones graves y debería proporcionar

datos más exactos sobre la prevalencia de estas lesiones.

Peligros del láser

Los peligros relacionados con la utilización del láser pueden divi-

dirse en cuatro categorías principales: contaminación atmosférica,

perforación de un vaso o estructura, embolia y transferencia inade-

cuada de energía. Entre enero de 1989 y junio de 1990, la FDA recibió

la notificación de 21 lesiones: 2 leves, 12 graves y 7 mortale

s 12 .

En la

figura 67-6

se muestra la distribución del tipo de lesiones.

Contaminación atmosférica: columna

de humo del láser

La vaporización tisular, ya sea por electrocirugía o por radiación

láser, produce una columna de humo y de partículas de pequeño

tamaño (tamaño medio de 0,31

m

m, con un rango de 0,1-0,8

m

m

) 13 ,

correspondiente al que se puede transportar y depositar en los alvéo-

los. Mucha gente considera que el olor de esta columna es desagra-

dable, y algunas personas sensibles han referido cefaleas, lagrimeo y

náuseas como consecuencia de la inhalación. El depósito de las par-

tículas de la columna de humo del láser en el pulmón de ratas parece

ser capaz de producir neumonía intersticial, bronquiolitis, disminu-

ción del aclaramiento mucociliar, inflamación y enfisem

a 14,15

.

Es posible que la columna de humo del láser también sea

mutagénica

16,17

, teratogénica o un vector de infecciones víricas. In

vitro, el potencial mutagénico del condensado del láser es la mitad

que de la electrocoagulació

n 17 ,

y el potencial mutagénico total de

1 g de tejido es comparable al que tiene fumar entre tres y seis

cigarrillos. El papel de la columna de humo como vector de virus

es controvertido. En la columna de humo del láser se ha detectado

ADN viral de condilomas

18,19

y verrugas cutánea

s 20

, pero no de

papilomas laríngeos

21 .

En un estudio no se detectó virus de la

inmunodeficiencia humana (VIH) en la columna de humo de la

electrocirugí

a 22 ,

y en la columna de humo del láser de CO

2

prove-

niente de pequeñas partículas tisulares infectadas por el VIH sólo

se encontraron fragmentos no infecciosos de AD

N 23

. Aún no se ha

demostrado la transmisión eficaz de cualquier infección viral a

través de dicha column

a 24

. La columna de humo del láser no parece

contener células eucarióticas viables (es decir, células tumora-

les

) 25,26

, pero puede contener esporas bacterianas viable

s 27,28

. Los

láseres de CO

2

parecen ser los que producen mayor columna de

humo por la vaporización tisular, mientras que las sondas de con-

tacto del láser Nd:YAG producen mucha menos.

La forma más eficaz de evitar la diseminación de la columna

de humo es utilizar un extractor eficaz en el campo quirúrgic

o 29,30 .

Las mascarillas quirúrgicas convencionales sólo filtran de forma

eficaz partículas mayores de 3

m

m y para capturar las partículas de la

columna de humo del láser se precisan mascarillas especiales de alta

eficacia, aunque estas mascarillas son menos útiles cuando se mojan,

por lo que puede ser necesario cambiarlas de forma periódica.

Perforación tisular y vascular

La energía del láser mal dirigida puede perforar un órgan

o 31-34

o un

vaso sanguíneo de gran calibre (los vasos

>

5mm no se pueden coa-

gular con el láser). Se ha descrito la aparición de un neumotórax

secundario a la utilización del láser durante una intervención larín-

ge

a 35

. Con un sistema de Nd:YAG no se puede valorar de forma

inmediata y precisa la profundidad de la lesión, y puede que la per-

foración y la hemorragia no aparezcan hasta que se alcance el máximo

grado de edema y necrosis varios días después de la intervención.

Embolia

El sistema de láser

deNd:YAGse

ha asociado a embolia gaseosa venosa.

Durante la cirugía histeroscópica mediante Nd:YAG con sondas de

contacto, la embolización ha sido un problema especial cuando el gas

refrigerante de la punta de zafiro de la sonda ha insuflado de forma

Figura 67-6

 Distribución del tipo de lesiones por láser notificadas a la Food

and Drug Administration de Estados Unidos entre enero de 1989 y junio de

1990.

(Datos de la U.S. Food and Drug Administration: Special report: Laser

safety.

Laser Nurs

4:3, 1990.)

.