Anestesia fuera del quirófano
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Sección IV
Anestesia por subespecialidades en el adulto
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito
provocar una respuesta predecible al estímulo de TEC. Además,
deben anotarse las respuestas del paciente a un tratamiento
previo, como la aparición de arritmias o agitación, a los medica-
mentos adicionales que fueron necesarios, como los
b
-bloquean-
tes o las benzodiazepinas, para tomar precauciones extra ante
tratamientos posteriores. Una asistencia anestésica apropiada
permite la administración segura de la TEC en pacientes con
múltiples problemas médicos coexistentes, incluso en los pacien-
tes muy mayore
s 169 .Radioterapia
Radioterapia intraoperatoria
La RTIO consiste en la administración de radiación durante la
exposición de un tumor o un lecho tumoral en el momento de una
intervención quirúrgica. En su sentido más amplio, la RTIO com-
prende la braquiterapia con implantación temporal o permanente
de gránulos radiactivo
s 170 .La radioterapia es esencial en el trata-
miento de muchas enfermedades malignas. El método habitual
mediante el cual se administra la radiación es el tratamiento me
diante un haz externo con protones de alta energía. Las dosis de
haz externo necesarias para conseguir el control local del tumor
pueden superar la tolerancia de algunos órganos sanos y de otras
estructuras del cuerpo
171 .La RTIOmediante electrones con energía
variable puede usarse como complemento de los tratamientos con
haz externo. Al administrar el tratamiento radioterápico durante
la cirugía es posible retirar estructuras sanas del haz de radiación
o protegerlas con plom
o 172 .Este método de tratamiento es atractivo, sobre todo para las
lesiones malignas localmente avanzadas cuando es improbable que
las modalidades tradicionales controlen el tumor a este nivel. Sus
ventajas teóricas sobre la radioterapia externa convencional son la
capacidad de aumentar la dosis en el tumor con una menor lesión
de los tejidos adyacentes sanos y una localización más precisa del
campo de radiación. Los inconvenientes de esta técnica radican en
que requiere una operación, en la dificultad de calcular la combi-
nación de dosis óptima de radiación externa y RTI
O 170 ,y en que
las complicaciones no son infrecuentes. Tales complicaciones con-
sisten en dolor, náuseas y vómitos, disfunción intestinal, obstruc-
ción ureteral, neuropatía, abscesos y mala cicatrización de la
herid
a 173 .Entre los tumores tratados con RTIO se encuentran el
cáncer colorrectal avanzado, los sarcomas retroperitoneales, los
sarcomas de extremidades, las neoplasias malignas ginecológicas y
las neoplasias malignas pediátrica
s 173-177 .La mayoría de los avances en el uso de la radiación se han
conseguido mejorando la distribución de la dosis y diferenciando
mejor la dosis suministrada al tumor y al tejido sano. La adminis-
tración de radiación durante la intervención quirúrgica permite
una observación directa del tamaño y densidad del tumor y de los
tejidos que están en situación de riesgo de sufrir una diseminación
microscópica del tumor. La selección de los pacientes para la RTIO
debe excluir las contraindicaciones para la cirugía y la convicción
de que la intervención quirúrgica por sí sola no controlará el tumor.
El tumor debe ser un foco localizado de enfermedad, y es preciso
que no existan metástasis a distanci
a 170 .La RTIO se considera
como curativa en potenci
a 178 .Lo ideal es que la anestesia, la incisión, la radiación y el
cierre tengan lugar en una sala de RTIO destinada a tal efecto.
Otra posibilidad es inducir la anestesia, hacer la incisión quirúr-
gica y aislar el tumor en un quirófano modificado, situado dentro
del área de oncología radioterápic
a 179 .Esta alternativa permite
utilizar la sala del acelerador lineal sin interrupción para tratar a
otros pacientes mientras se prepara al paciente que se va a someter
a la RTIO. Tras la preparación, el paciente anestesiado y con la
herida protegida mediante paños se traslada una distancia corta
hasta la sala de tratamiento del acelerador. Una vez completada la
radioterapia, el paciente vuelve al quirófano modificado para el
cierre de la incisión. La situación estaría sujeta a las limitaciones
de todas intervenciones que precisan anestesia en salas diferentes
del quirófano.
Los pacientes suelen recibir un régimen de anestesia general
tradicional con intubación endotraqueal. Hay que prestar una aten-
ción especial a la evaluación de estos pacientes oncológicos, que
pueden tener anemia, caquexia, depresión y efectos secundarios de
la quimioterapia y del tratamiento con radioterapia extern
a 180 .Se
utilizan monitores estándar, así como monitores adicionales según
determinen el trastorno del paciente y la intervención quirúrgica
planificada. Es necesario contar con un acceso intravenoso ade-
cuado para una posible operación mayor. Tras la incisión y explo-
ración quirúrgicas, se expone el tumor y se aísla. Después se
introduce un cilindro estéril de Lucite para cubrir la masa tumoral,
definir el haz de radiación y desplazar las estructuras sanas fuera
de su perímetro
( fig. 69-2). Entonces puede centrarse la radiotera-
pia directamente sobre el tumor aislado.
A lo largo del período de tratamiento radioterápico real todo
el personal debe abandonar la sala de tratamiento para evitar una
elevada exposición a la radiación, y se observan continuamente el
paciente, el equipo de anestesia y los monitores mediante un cir-
cuito cerrado de televisión
( fig. 69-3). Después del tratamiento se
transporta al paciente a la sala de recuperación.
Radioterapia con haz externo
en oncología pediátrica
El tratamiento adecuado para los niños que padecen cáncer
requiere combinar distintas modalidades terapéuticas, como la
quimioterapia, la cirugía y la radioterapia
(v. cap. 72).La quimio-
terapia por sí sola no es suficiente para curar la mayoría de los
tumores sólidos que aparecen durante la infancia; se requieren la
resección o la radiación para controlar los tumores a nivel loca
l 181 .Los niños con tumores malignos radiosensibles suelen necesitar
unas cuantas sesiones de radioterapia durante un período de varias
semanas. Aunque los tratamientos son indoloros, no se puede
confiar en que los niños más pequeños se queden absolutamente
inmóviles en los ambientes extraños y atemorizadores de las salas
donde se realiza la radioterapia. Puesto que la inmovilidad durante
el tratamiento es preceptiva, es necesario usar sedación/analgesia
o anestesia genera
l 182 .Los regímenes anestésicos para la radioterapia con haz
externo en los niños deben proporcionar breves períodos de anes-
tesia con una profundidad que garantice la inmovilidad y un
tiempo mínimo de recuperació
n 182 .El control de la vía respiratoria
debe ser el apropiado para cualquier posición del cuerpo que
requiera el paciente durante la radioterapia. Puesto que todo el
personal debe salir de la sala mientras tiene lugar la radiación, la
técnica anestésica debe facilitar la monitorización a distancia para
evaluar continuamente al paciente. Durante el período de radiote-
rapia, se observan de manera permanente el paciente y el equipo
de anestesia mediante un circuito cerrado de televisión; los moni-
tores se ven a través de espejos situados fuera de la sala donde se
realiza el tratamiento.
Los pacientes suelen requerir una serie de tratamientos y por
consiguiente una serie de regímenes anestésicos. Por ello es desea-
ble evitar la repetición de intervenciones invasivas y mantener la