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con los opioide

s 195 .

Algunos datos sugieren que para la adminis-

tración rectal del paracetamol de forma postoperatoria, una dosis

mayor (40mg/kg seguidos de tres dosis de 20mg/kg en intervalos

de 6 horas) que la previamente recomendada puede dar lugar a

niveles plasmáticos analgésicos adecuado

s 195,196 .

Las técnicas de analgesia regional neuroaxiales y periféricas

se usan de manera habitual y eficazmente en el tratamiento del

dolor agudo en pacientes pediátricos. Una de las técnicas más uti-

lizadas es la analgesia epidural, que puede administrarse mediante

una dosis única o con una técnica de infusión continua por catéter.

Éste puede insertarse (habitualmente bajo anestesia genera

l 197

) en

cualquier localización a lo largo del espacio epidural (p. ej., torácico,

lumbar, caudal), aunque el abordaje caudal parece ser la técnica más

común, ya que el catéter puede avanzarse con facilidad rostralmente

hasta el dermatoma apropiad

o 198

. Los anestésicos locales o los opioi-

des, o ambos, pueden administrarse a través del catéter epidural o

la aguja para proporcionar una analgesia postoperatoria eficaz.

Aunque la analgesia epidural (caudal) puede administrarse de

forma segura a los neonatos, el médico debe reconocer que la dosis

máxima de infusión continua probablemente sea inferior a la de los

niños mayores, debido a los menores niveles de glucoproteína ácida

a

1

(que se une a los anestésicos locales) y a la capacidad disminuida

del hígado relativamente inmaduro para metabolizar los anestésicos

locales de tipo amid

a 198

. La adición de fármacos coadyuvantes como

la clonidina en la infusión epidural puede potenciar la analgesia

postoperatori

a 199

.

La analgesia epidural (caudal) continua puede usarse de

forma segura en el contexto postoperatori

o 200 ,

y la tasa de infección

asociada a ella es muy baja, a pesar de su relativamente elevada tasa

de colonizació

n 141 .

Las técnicas periféricas continuas con catéter

pueden utilizarse de forma eficaz en pacientes pediátricos. Las

técnicas de analgesia regional pueden resultar útiles para propor-

cionar analgesia en las heridas de la incisión (p. ej., herniorrafia u

orquiopexia), en toracotomía y en procedimientos ortopédico

s 189 .

Los anestésicos locales también pueden administrarse de forma

tópica para proporcionar analgesia. Aunque existe una falta de

datos que comparen la evolución de la analgesia regional frente a

los opioides sistémicos en la población pediátrica, alguna evidencia

sugiere que el uso de analgesia epidural se asocia a una mejora de

resultados, como una extubación traqueal y una vuelta de la función

gastrointestinal más precoces y un menor tiempo de estancia hos-

pitalari

a 201 .

Obesidad, apnea obstructiva

del sueño y sueño

Los pacientes con obesidad y apnea obstructiva del sueño (AOS)

pueden tener un riesgo mayor de complicaciones postoperatorias

(v. cap. 54 ).

La obesidad y la AOS son entidades clínicas distintas,

pero existe alguna asociación entre las dos, ya que la AOS aparece

en un porcentaje relativamente mayor de pacientes obesos que de

no obeso

s 202 .

Aunque algunos datos sugieren que la analgesia epi-

dural puede disminuir las complicaciones en los pacientes obeso

s 203 ,

el tratamiento postoperatorio óptimo y el grado de monitorización

para los pacientes con AOS no están claros. Los datos sugieren que

el sueño se interrumpe en el período postoperatorio inmediato y

puede influir en la morbilidad postoperatoria y en los resultados

orientados al paciente.

La obesidad se define como un índice de masa corporal

(IMC) de más de 30 kg/m

2

, y la obesidad mórbida y supermórbida

como un IMC de más de 35 y 55 kg/m

2

, respectivamente. La pre-

valencia de la obesidad ha aumentado hasta incluir aproximada-

mente al 22,5% de la población de EE.UU

. 204 .

Aunque los pacientes

obesos no presentan necesariamente una AOS, la obesidad es la

característica física más importante asociada a aquélla. Aproxima-

damente, el 60-90% de los pacientes con AOS son obesos, y al

menos el 5% de los pacientes con obesidad mórbida tienen AOS,

que se define como más de cinco episodios por hora de interrup-

ción del flujo aéreo durante más de 10 segundos a pesar de un

esfuerzo ventilatorio continu

o 202 .

Se estima que aproximadamente

un 4% de los varones y un 2% de las mujeres (18 millones de

estadounidenses en conjunto) tienen AOS, y que el 95% de las

personas con AOS no están diagnosticada

s 202 .

Los pacientes con

AOS suelen presentar un riesgo mayor de alteración cognitiva

crónica, hipertensión pulmonar, miocardiopatía, hipertensión sis-

témica y, posiblemente, infarto de miocardi

o 205,206

. La fisiopatología

de la obstrucción del flujo aéreo se relaciona principalmente con

el colapso faríngeo de la vía respiratoria superior, incluyendo la

faringe retropalatal, retroglosal y retroepiglótica, durante el sueño,

especialmente durante el sueño de movimiento ocular rápido

(REM

) 202 .

Durante los episodios obstructivos los pacientes con

AOS pueden mostrar hipoxia, bradiarritmias o taquiarritmias,

isquemia miocárdica, disminuciones bruscas del volumen de eyec-

ción ventricular izquierdo y del gasto cardíaco, o aumentos en la

presión arterial pulmonar o sistémic

a 206 .

Basándonos en nuestro conocimiento de la fisiopatología de

la AOS, es fácil ver cómo el control del dolor postoperatorio puede

ser complicado en esta población. Los pacientes con AOS presentan

un riesgo mayor de parada respiratori

a 207 .

El uso de dosis sedantes

de benzodiazepinas y opioides puede dar lugar a hipoxemia y apnea

frecuentes, lo que puede ser peligroso especialmente en pacientes

con AO

S 207 .

Evitar los depresores respiratorios optimizando el uso

de AINE y analgesia epidural con un tratamiento basado en anes-

tésicos locales puede reducir el riesgo de depresión y parada res-

piratoria, ya que el uso de opioides sistémicos y epidurales está

asociado a paradas respiratorias postoperatorias súbita

s 207,208 .

La American Society of Anesthesiologists Task Force en

Perioperative Management of Patients with Obstructive Sleep

Apnea creó las directrices que incluyen las recomendaciones para

la analgesia postoperatoria en pacientes con AO

S 209

. A pesar de que

los consultores reconocieron que las conclusiones sobre las opcio-

nes analgésicas postoperatorias estaban basadas en una literatura

insuficiente que valorara los efectos de diversas técnicas analgési-

cas, en una literatura equívoca acerca del uso de opioides epidurales

frente a opioides intramusculares o intravenosos para reducir una

depresión respiratoria y en una literatura insuficiente sobre la

adición de una infusión basal a los opioides sistémicos controlados

por el paciente, recomendaron, no obstante, que deberían usarse

técnicas regionales mejor que opioides sistémicos en un intento de

reducir la probabilidad de resultados adversos en pacientes con un

mayor riesgo perioperatorio debido a AO

S 209 .

Además, los consul-

tores recomendaron la exclusión (frente a la inclusión) de opioides

de la analgesia postoperatoria neuroaxial para reducir el riesgo

postoperatorio y el uso de AINE para reducir los resultados adver-

sos mediante su efecto de ahorro de opioides. Los consultores no

estaban seguros de si al evitar una infusión basal de opioides en

pacientes con AOS se reduce la probabilidad de resultados desfavo-

rable

s 209 .

Desgraciadamente, existen escasos ensayos clínicos alea-

torizados que aporten recomendaciones basadas en una evidencia

definitiva de alta calidad para la administración de analgesia post­

operatoria en pacientes con AOS.

Servicios de dolor postoperatorio

Aunque personal específico pueda mejorar el control del dolor

postoperatorio en algunos pacientes, programas de tratamiento del

dolor perioperatorio más exhaustivos (p. ej., servicios de dolor

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Cuidados postoperatorios

VI