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Farmacología y anestesia

II

observaciones hechas en roedores se han extendido recientemente a

un modelo porcino clínicamente relevante de lesión cardíaca por I-R;

Liu y cols. señalaron que en cerdos sometidos a 50 minutos de isque-

mia cardíaca y a 4 horas de reperfusión, respirar 80ppm de NO dis-

minuyó el tamaño del IM y mejoró la perfusión miocárdic

a 122 .

La

capacidad del NO inhalado para disminuir la lesión cardíaca por I-R

es también sugerida por la observación de que respirar NO disminuye

la liberación de enzimas cardíacas en una pequeña serie de pacientes

sometidos a DC

P 129

. Si se toman junto con las observaciones de Fox-

Robichaud y cols

. 120

, estos resultados sugieren que, cuando se inhalan,

las concentraciones de NO necesarias para desencadenar efectos sis-

témicos (in vivo) son mayores que las requeridas para desencadenar

directamente efectos vasculares pulmonares. A partir de estas consi-

deraciones,se ha dado comienzo a un estudio clínico aleatorizado para

probar si respirar 80ppm de NO puede disminuir el tamaño del IM

en pacientes con IM con elevación del segmento ST.

Óxido nítrico inhalado y tono vascular sistémico

Sigue siendo controvertida la cuestión de si respirar NO puede

modular el tono vascular sistémico. No se ha observado hipotensión

sistémica clínicamente significativa en adultos y niños pequeños con

una amplia variedad de trastornos tratados con concentraciones de

NO de hasta 80ppm. Sin embargo, se ha descrito que, en gatos, res-

pirar 80ppm de NO atenúa la capacidad de L-NAME para aumentar

la presión sanguíne

a 127

. Cannon y cols. han señalado que respirar

80ppm de NO aumenta el flujo de sangre en el antebrazo en sujetos

sanos tratados por infusión en la arteria intrabraquial de L-NMMA,

que es un inhibidor de la NO

S 130

. Por el contrario, Hataishi y cols.

observaron que respirar NO no disminuye la RVS en ratones tratados

con L-NAME o en ratones congénitamente deficientes en NOS

3 131

.

La capacidad del NO inhalado para disminuir la RVS es quizá

más clara en el caso de la disfunción endotelial asociada con hemó-

lisis. Al estudiar a perros con hemólisis inducida por agua libre,

Minneci y cols. observaron que la presencia de Hb en el plasma

induce hipertensión y disminuye el aclaramiento de creatinina, pro-

bablemente por depuración del NO derivado del endoteli

o 123

. Res-

pirar 80ppm de NO atenúa la hipertensión inducida por hemólisis

y la disfunción renal al oxidar la Hb libre a MetHb y prevenir la

depuración del NO endógeno. Los autores han propuesto que la

inhalación de NO puede atenuar la hipertensión, la vasculopatía y

el estado protrombótico característico de las enfermedades asocia-

das con hemólisis, como la anemia de células falciformes.

¿De qué modo ejerce el óxido nítrico sus efectos

sistémicos?

Con la excepción del caso de la hemólisis, siguen sin entenderse del

todo los mecanismos por los que el NO, una vez inhalado, es capaz

de inducir respuestas en la periferia. Una hipótesis es que durante la

inhalación de NO las células de la sangre, incluidos los leucocitos y

las plaquetas, quedan expuestas al NO antes de la depuración del gas

por los hematíes y que las células de la sangre expuestas al NO son

responsables de los efectos sistémicos del NO inhalado. Por ejemplo,

la exposición de las plaquetas al NO en la circulación pulmonar puede

inhibir su activación en el sitio de la lesión vascular. Sin embargo, esta

hipótesis no explica por completo los efectos dilatadores de la respi-

ración de NO que se observan en algunos lechos vasculares o las

observaciones de Fox-Robichaud y cols

. 120

, quienes mantenían que el

NO inhalado no altera la capacidad de los leucocitos de la sangre

felina para unirse a monómeros de plaquetas inmovilizadas ex vivo.

Una hipótesis alternativa es que parte del NO inhalado escapa

a la depuración por la Hb y es transportada en una forma biodis-

ponible estable hasta la periferia. El grupo de Loscalzo propuso que

el NO sintetizado de forma endógena reacciona con tioles de bajo

y alto peso molecular en la sangre, incluida la albúmina séric

a 132,133 .

Estos

S

-nitrosotioles pueden liberar NO a los tejidos distantes del

sitio de su síntesis. Stamler y cols

. 132

observaron que el NO reacciona

con el grupo tiol en Cys93 de la cadena

b

de la Hb y que la

S

-nitro-

silación de la Hb (SNO-Hb) depende de la tensión de oxígeno que

capacita a los hematíes a cargar Hb en el ambiente rico en oxígeno

de los pulmones y a liberar

S

-nitrosotioles de bajo peso molecular

en la periferia relativamente hipóxica (revisado por McMahan y

Docto

r 118

). El NO puede ser oxidado en la sangre a nitrito, que

regenera el NO en presencia de nitrito reductasas, incluida la des-

oxihemoglobina (revisado por Gladwin y cols

. 134

). Se han implicado

a SNO-Hb eritrocitario y nitrito como mediadores potenciales de

la vasodilatación sistémica inducida por la hipoxia tisular. El NO

puede reaccionar también con otras especies de plasma que son

subsiguientemente capaces de regenerar NO, incluidos las

N

-nitro-

saminas, los complejos de hierro-nitrosilo y los lípidos nitratados.

Incluso antes de que se observara que respirar NO podía

dilatar de modo selectivo la vasculatura pulmonar, varios grupos de

investigación examinaron el destino metabólico del NO inhalado.

En 1975, Oda y cols. señalaron que la inhalación de NO conlleva a

la formación de nitrosil-Hb en la sangre de ratones,ratas y conejo

s 135

.

En 1987, Yoshida y Kasama comunicaron que respirar

15

NO

(145ppm durante 123 minutos) lleva a la formación de nitrosil-Hb,

nitrito y nitrat

o 136

. Más recientemente, Cannon y cols. han obser-

vado que en adultos sanos que respiran 80ppm de NO, las concen-

traciones de nitrosil-Hb aumentan de modo acusado, mientras que

las de nitrito aumentan de forma moderad

a 130

. Las concentraciones

arteriales de ambos productos fueron mayores que las venosas, lo

que sugiere su consumo en los tejidos periféricos. Cannon y cols.

no detectaron un aumento en la concentración plasmática de

S

-nitrosotioles ni de SNO-Hb. Por el contrario, Ng y cols. señalaron

que en gatos que respiraron 80ppm de NO aumentaron las concen-

traciones plasmáticas de

S

-nitrosoalbúmina y de nitrito, y que

ambas estaban aún más aumentadas en el marco de la I-R intesti-

na

l 137

. Las concentraciones arteriales de

S

-nitrosoalbúmina fueron

mayores que las venosas, mientras que se produjo lo contrario con

las concentraciones de nitrito, lo que sugiere que la

S

-nitrosoalbú-

mina se consume en la periferia y que se genera nitrito.

La potencial importancia del nitrito como mediador del

impacto del NO inhalado sobre la lesión por I-R ha quedado subra-

yada en recientes estudios de Duranski y cols

. 138

. Estos autores obser-

varon que pequeños aumentos en las concentraciones sanguíneas de

nitrito son suficientes para disminuir la lesión por I-R en el hígado

y corazón. Además, en estudios de lesión por I-R murina, Hataishi y

coautore

s 121

señalaron que respirar NO aumenta las concentraciones

de nitrito en el plasma y la sangre hasta concentraciones similares a

las que Duranski y cols. demostraron que eran efectivas.

La controversia en relación con la identidad de los productos

circulantes derivados del NO cuyas concentraciones aumentan

durante la inhalación de NO pueden atribuirse a diferencias en los

métodos que se utilizan para detectar estos productos. No obstante,

parece existir un consenso en torno a la idea de que los productos

biodisponibles derivados del NO contribuyen a los efectos de la

respiración de NO en la periferia. Sin embargo, quedan por aclarar

muchas preguntas, entre ellas: ¿se acumulan los productos deriva-

dos del NO en los tejidos durante la inhalación de NO?, y ¿son los

mecanismos dependientes e independientes de cGMP responsa-

bles de los efectos sistémicos del NO inhalado?

Aspectos sobre seguridad

y métodos de administración

La inhalación prolongada de bajas concentraciones de NO parece ser

segura. La principal toxicidad clínica se debe a la formación de NO

2

y de methemoglobinemia. El dióxido de nitrógeno se convierte rápi-