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Farmacología y anestesia

II

resulta difícil predecir qué efectos adversos se van a producir y a qué

se pueden atribuir. Así, por ejemplo, PC-SPES, una combinación de

ocho hierbas usada por pacientes con cáncer de próstata que está

comercializada, se ha relacionado con la aparición de complicaciones

trombóticas (trombosis venosa profunda y embolia pulmonar) y

hemorrágicas (anticoagulación por fitocumarinas

) 11 .

Los productos de fitoterapia se relacionan con problemas

que, por lo general, no aparecen con los fármacos convencionales

12 .

Al estar clasificados como suplementos dietéticos, no están sujetos

a estudios preclínicos en animales ni a ensayos clínicos controlados

previos a su comercialización, así como tampoco a vigilancia pos-

terior a su comercialización. De acuerdo con la ley actual, es la

Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU. la responsable

de demostrar que un producto no es seguro antes de que pueda ser

retirado del mercado. Los preparados comerciales de fitoterapia

pueden tener efectos farmacológicos imprevisibles derivados de un

etiquetado inexacto, de plantas identificadas erróneamente, de la

presencia de adulterantes, de variaciones de la potencia natural y

de métodos de procesamiento no estandarizados.

En este capítulo se comenta la valoración y el control preo-

peratorios de los pacientes que utilizan productos de fitoterapia y

se analizan nueve de ellos con un gran efecto en la atención perio-

peratoria del paciente: equinácea, efedra, ajo,

Ginkgo biloba,

ginseng, kava, sabal, hipérico y valeriana

( tabla 22-1 )

. Estas nueve

hierbas representan el 50% de los productos de fitoterapia vendidos

en EE.UU.

( cuadro 22-2 ) 13

. En la

tabla 22-2

se proporcionan recur-

sos impresos y de Internet en los que se puede obtener información

adicional referente a productos de fitoterapia.

Valoración y control preoperatorios

La valoración preoperatoria debe abordar el uso de productos de

fitoterapia (v. cap. 24). Sin embargo, el 90% de los anestesiólogos

no preguntan de forma sistemática sobre el consumo de estos pro-

ducto

s 14 .

Además, durante la valoración preoperatoria de rutina,

más del 70% de los pacientes no comunican que emplean produc-

tos de fitoterapi

a 8

. Cuando se ha obtenido una historia concluyente

del uso de productos de fitoterapia, un 20% de los pacientes es

incapaz de identificar adecuadamente el preparado que tom

a 15

. Se

debería solicitar a los pacientes que, en el momento de la evalua-

ción preoperatoria, traigan consigo sus productos de fitoterapia y

otros suplementos dietéticos que estén consumiendo. Una historia

concluyente del uso de productos de fitoterapia debe hacer

sospechar a los anestesistas la existencia de trastornos no diagnos-

ticados que originan síntomas que conducen a la automedicación.

Los pacientes que usan productos de fitoterapia son más propensos

a evitar procedimientos de diagnóstico y tratamiento convencio-

nales que quienes no los utiliza

n 16

.

Por lo general, los productos de fitoterapia deben interrum-

pirse en el período preoperatorio. Cuando se dispone de informa-

ción farmacocinética de los componentes activos de un producto

de fitoterapia, es posible adaptar el tiempo necesario para la inte-

rrupción preoperatoria. Para otros productos, se recomienda un

período de 2 semana

s 17

. No obstante, debido a que en la práctica

clínica muchos pacientes requieren cirugía no programada, no son

evaluados hasta el mismo día de la intervención o no cumplen las

instrucciones de cesar el consumo de productos de fitoterapia en el

período preoperatorio, y es posible que sigan tomándolos hasta el

mismo día de la intervención quirúrgica. En esta situación, nor-

malmente la anestesia puede realizarse con seguridad a criterio del

anestesista, quien debe a su vez estar familiarizado con los produc-

tos de fitoterapia más habituales para evitar o reconocer y tratar

cualquier complicación que pudiera presentarse. Por ejemplo, el

uso reciente de productos de fitoterapia que inhiben la función

plaquetaria (p. ej., ajo, ginseng,

Ginkgo biloba

) puede requerir la

utilización de estrategias específicas en caso de procedimientos

quirúrgicos que implican una pérdida sustancial de sangre durante

la intervención (p. ej., transfusión de plaquetas), así como el uso de

estrategias que alteran la relación beneficio-riesgo del empleo de

ciertas técnicas anestésicas (p. ej., bloqueo neuroaxial).

La interrupción preoperatoria de todos los productos de

fitoterapia puede no eliminar las complicaciones relacionadas con

Cuadro 22-1

 Cinco categorías principales de medicina

complementaria y alternativa

1. Sistemas médicos alternativos (p. ej., medicina homeopá-

tica, medicina naturópata, medicina tradicional china,

ayurveda).

2. Intervenciones mente-cuerpo (p. ej., meditación, oración,

terapia basada en arte, música o danza).

3. Tratamientos de base biológica (p. ej., productos de fitote-

rapia, suplementos dietéticos).

4. Métodos basados en el cuerpo y la manipulación (p. ej., mani-

pulación quiropráctica, manipulación osteópata, masaje).

5. Terapias energéticas (p. ej., acupuntura, campos electro-

magnéticos, reiki, qi gong).

Adaptada del National Center for Complementary and Alternative

Medicine. Disponible en

http://nccam.nih.gov/health/whatiscam/.

Acceso el 15 de agosto de 2003.

Cuadro 22-2

 Productos de fitoterapia más utilizados en 2001

 1. Equinácea*

 2. 

Ginkgo biloba

*

 3. Ajo*

 4. Ginseng*

 5. Sabal*

 6. Noni

 7. Hipérico*

 8. Soja

 9. Efedra*

10. Cardo mariano

11. Valeriana*

12. Kava*

13. Extracto de granos de uva

14. Té verde

15. Hidrastis

16. Prímula

17. Saúco

18. Acíbar, áloe

19. Arándano negro

20. Arándano rojo

*Revisado en este capítulo.

Adaptado de las ventas a consumidores estadounidenses de produc-

tos de fitoterapia y botánicos del Nutritional Business Journa

l 13 .