© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito
pequeños como los glóbulos rojos pueden dispersar suficientes
sonidos para poder ser detectados.
Exploración pasiva mediante sonidos
(estetoscopio)
Las vibraciones, como las que se producen cuando se abren y se
cierran las válvulas del corazón o cuando se mueve el aire a través
de las vías respiratorias, viajan por el cuerpo como ondas sonoras.
Por lo general, el sonido se conduce mejor y más rápidamente en
los líquidos que en los gases. Los sonidos de la respiración bron-
quial se oyen mejor cuando los bronquios están rodeados de tejido
de consolidación pulmonar. Cuando las ondas sonoras alcanzan
una zona con cambio brusco de la densidad (p. ej., la zona de unión
entre un gas y un líquido), parte de la energía se refleja.
Algunos hechos simples sobre las ondas sonoras pueden
facilitar la comprensión de la reflexión y expansión por el cuerpo.
Primero, todas las ondas sonoras pueden representarse como una
suma de ondas sinusoidales de varias amplitudes y frecuencias. Este
proceso de Fourier o análisis espectrográfico de potencia se ha
explicado antes en este capítulo. Una nota de un instrumento
musical consiste en una onda sinusoidal de «frecuencia fundamen-
tal» y muchos «armónicos» que son múltiplos de esta frecuencia.
La frecuencia fundamental describe el diapasón del tono: C media
se estandariza como 256Hz, por ejemplo.
Todas estas frecuencias se propagan a la misma velocidad, la
velocidad del sonido (llamada «a»). Para los gases perfectos, la ve-
locidad del sonido es proporcional a la raíz cuadrada de la tem-
peratura. La velocidad del sonido en el aire a temperatura ambiente
es de 344m/s, o 1.129ft/s o 770millas/h (mph). A una altitud de
13.000 m (40.000ft), donde la temperatura estándar es −57 °C, la
velocidad del sonido es de sólo 295m/s, o 661 mph. La velocidad
del sonido es mucho más rápida en los líquidos que en los gases. La
velocidad del sonido a través del agua a 15 °C es de 1.450m/s. Este
valor también se aproxima a la velocidad del sonido a través de la
mayoría de las partes sólidas del cuerpo. En otros sólidos, la velo-
cidad del sonido varía mucho, desde 54m/s en caucho hasta
6.000m/s en el granito. El sonido se refleja en interfases en las que
el producto de la densidad del tejido y la velocidad del sonido (
ρ
×a)
cambian repentinamente. Los cambios más grandes en esta «impe-
dancia acústica» producen más reflexión y menos transmisión. En
el cuerpo humano, los cambios más grandes en la impedancia acús-
tica tienen lugar en los límites entre el gas y el tejido: los pulmones
y el tubo gastrointestinal. La reflexión del sonido hace así difícil
auscultar los tonos del corazón a través de un tórax enfisematoso,
lleno de aire. Por esta misma razón, una ecografía transtorácica
proporciona menos detalles que la técnica transesofágica; en el caso
anterior, los pulmones se interponen en el camino.
Los primeros intentos de recoger información del interior
del paciente mediante sonidos se realizaron colocando directa-
mente la oreja sobre él. Aunque este procedimiento tiene muchas
limitaciones, permitió desarrollar el moderno estetoscopio, que se
basa en los principios físicos de la transmisión del sonido. El este-
toscopio utiliza un gran diafragma para transmitir y concentrar la
energía del sonido. La campana actúa como un amplificador y un
filtro de bajo paso para transmitir los ruidos diastólicos de baja
frecuencia. Los principios físicos del estetoscopio fueron descritos
por Rappaport y Spragu
e 12 .En una exploración simple con un estetoscopio, el origen de
los errores se encuentra en el «procesamiento de la señal», y esto se
produce cuando el oyente no tiene los conocimientos necesarios.
Puesto que se trata de un dispositivo que no utiliza electricidad ni
otra tecnología (los niveles de energía proceden del mismo fenó-
meno), los estetoscopios esofágico o precordial tienen un valor adi-
cional en la vigilancia continua cuando no se dispone de energía. Los
límites físicos de la técnica son las enfermedades de las vías aéreas
(un hallazgo informativo en sí mismo), la incapacidad para colocar
el dispositivo de forma adecuada y la falta de datos cuantificables.
Exploración activa mediante sonidos
(percusión, eco, Doppler)
La primera técnica de diagnóstico acústico «activa» fue la percu-
sión de la pared del tórax. Un médico experimentado puede usar
este método para detectar consolidación de los pulmones, derrame
pleural y otras afecciones torácicas. Aunque se basa en la trans-
misión y reflexión del sonido, la percusión es un método comple-
tamente cualitativo y no permite localizar los cambios patológicos
con precisión. Los ultrasonidos modernos mejoran la percusión al
utilizar ondas sonoras de longitud de onda corta que detectan
cuantitativamente su reflexión (ecos). La resolución espacial de una
exploración está limitada por la longitud de onda del sonido que
se utiliza
( fig. 28-20). El uso de ultrasonidos en rango de frecuen-
cias de megahertzios (10
6
ciclos/s) permite la resolución de objetos
mucho más pequeños. La longitud de onda de las ondas sonoras
de 1MHz en el tejido sólido es de aproximadamente 1,5mm, mien-
tras que la longitud de onda de un tono de 256Hz (C media) en
los tejidos es de 5,7 m.
Principios fundamentales de los instrumentos de monitorización
973
28
Sección III
Control de la anestesia
Figura 28-19
Efecto Doppler.
A,
Cuando un oyente se está moviendo hacia una fuente de sonido en reposo, la frecuencia aumenta porque el oyente atraviesa
más ondas por unidad de tiempo que un oyente en reposo.
B,
Cuando una fuente de sonido se mueve hacia un oyente en reposo, la parte delantera de las
ondas se «acumulan», de este modo causan un aumento aparente de la frecuencia.