Con el empleo de los transductores esofágicos, la ecocardio-
grafía se ha convertido en una técnica de monitorización intraopera-
toria de uso generalizad
o 13,14 .Las ondas sonoras en un rango de 2 a
10MHz se transmiten hacia el corazón en ráfagas cortas o pulsos.
Después de cada pulso, el transductor escucha pasivamente el eco que
reflejan los distintos tejidos. La posibilidad de colocar el transductor
en el esófago es una ventaja, porque así el sonido no tiene que atrave-
sar los espacios de aire o hueso en su camino desde y hacia el corazón.
La velocidad del sonido a través del corazón y los tejidos blandos que
lo rodean es casi constante, de 1.540m/s. De esta manera, el tiempo
transcurrido entre la transmisión y la recepción del pulso proporciona
la distancia a la estructura donde se refleja. La onda de sonido del
transductor se proyecta en haz estrecho de «proyector», con lo que
también se conoce la dirección exacta de las estructuras reflejadas.
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Control de la anestesia
III
Figura 28-20
Tamaño de onda y resolución. La
reflexión de la onda depende del tamaño relativo de las
ondas y los objetos. En el caso de los objetos
pequeños, se necesitan ondas pequeñas para una
reflexión y resolución buenas.
A,
El tamaño del objeto
es grande respecto del tamaño de la onda, lo que
produce una resolución espacial buena.
B,
El tamaño
del objeto es pequeño respecto de la longitud de onda,
lo que produce una resolución baja de los objetos. Este
principio también se aplica a las ondas luminosas. Por
eso el microscopio electrónico puede mostrar objetos
más pequeños que el microscopio óptico, debido a que
las longitudes de onda que se utilizan son menores.
Imagínese el funcionamiento de un lápiz que no tiene
punta sobre una pantalla fina (cuadrícula de 1mm) o
gruesa (cuadrícula de 1cm). El lapicero se mete en los
agujeros más grandes mientras que pasa por encima
de los agujeros pequeños. Afilando el lapicero mejora
la resolución.