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derivaciones (II,V

4

yV

5

), la sensibilidad ascendería hasta el 98%.Más

recientemente, Landesberg y cols

. 64

monitorizaron de manera conti-

nua cambios mayores de 0,2mV del segmento ST en 12 derivaciones,

desde el estado basal en una sola derivación, o mayores de 0,1mV

en dos derivaciones contiguas en un punto situado en J+60mseg,

con una duración mayor de 10 minutos en pacientes que iban a

someterse a cirugía vascular mayor. Emplearon las troponinas como

marcadores del IM. Demostraron que, de hecho, las derivaciones V

3

yV

4

eran más sensibles que V

5

para detectar isquemia perioperatoria

(87, 79 y 66%, respectivamente). Entre los pacientes que experimen-

taron IM,V

4

era la derivación más sensible para detectar la isquemia

(83,3%), seguida de V

3

y V

5

(75% cada una). La monitorización

combinada de dos de estas derivaciones (p. ej., V

3

y V

5

) aumentaba

la sensibilidad hasta cerca del 97

% 62 .

También se confirmaba que, por

término medio, el segmento ST basal preanestésico estaba por

encima del punto isoeléctrico de V

1

a V

3

y por debajo del punto

isoeléctrico de V

5

a V

6

. La derivación V

4

era la más cercana al nivel isoeléctrico en el ECG de base, convirtiéndose de este modo en

la más idónea para detectar isquemia. La derivación V

4

también

detecta la isquemia antes y es la que demuestra una desviación del

segmento STmayor. Estos hallazgos principales fueron corroborados

por Martinez y cols

. 65

, que utilizaron también el mismo método para

monitorizar la isquemia postoperatoria en los pacientes de la UCI

después de una cirugía vascular mayor.

El método recomendado en los pacientes con síndromes coro-

narios agudos (p. ej., aquellos con rotura de una placa aterosclerótica)

consiste en monitorizar la derivación periférica III y las derivaciones

V

3

y V

5

como la combinación más sensible para detectar isquemi

a 66 .

Lamonitorización de una derivación precordial del lado derecho (V

4

R)

puede ser beneficiosa en los pacientes con enfermedad oclusiva de la

coronaria derech

a 67

, al igual que la inspección de derivaciones poste-

riores (V

7

a V

9

) en los pacientes con sospecha de isquemia posterior.

Era una creencia generalizada que lamonitorización de la isque-

mia miocárdica intraoperatoria era innecesaria en los recién nacidos.

Mientras que los sistemas de derivaciones electrocardiográficas en los

adultos se centran en la detección de arritmias y de isquemia, la moni-

torización electrocardiográfica neonatal se ha centrado exclusivamente

en la detección de arritmias. Sin embargo, los resultados de algunos

estudios sugieren que el corazón del recién nacido es más propenso a

la isquemia que el corazón del adult

o 68 .

Estos trabajos han confirmado

la importancia de una monitorización electrocardiográfica calibrada

en los recién nacidos con una cardiopatía congénita (v. cap. 73).

Isquemia e infarto de miocardio

perioperatorios

La monitorización perioperatoria de la isquemia miocárdica en los

pacientes que iban a someterse a una cirugía cardíaca o no cardíaca

comenzó hace aproximadamente 30 años. En 1980, Tinke

r 69

apreció

la importancia de la monitorización intraoperatoria del segmento

ST a través de V

5

y observó que las fluctuaciones amplias en la

presión arterial sistólica, la frecuencia cardíaca o la hipotermia con

escalofríos en el postoperatorio se asociaban a isquemia. Coriat y

cols

. 70

fueron los pioneros en el uso de la monitorización Holter en

los pacientes que iban a someterse a una cirugía vascular mayor,

demostrando que la presencia de isquemia intraoperatoria en la

monitorización Holter se asociaba íntimamente con la gravedad de la

angina de pecho preoperatoria. Slogoff y Keat

s 71

fueron los primeros

en demostrar en 1985 una asociación entre la isquemia intraoperato-

ria y el IM postoperatorio. Demostraron que el infarto de miocardio

detectado antes de la inducción de la anestesia, o antes de la instau-

ración de la circulación extracorpórea durante la cirugía de deriva-

ción aortocoronaria, guardaba relación con la isquemia en la

monitorización Holter. En varios estudios en los que se utilizaba

monitorización Holter perioperatoria (preoperatoria, intraoperato-

ria y postoperatoria) en pacientes que iban a someterse a una cirugía

vascular mayor se demostraba que una isquemia miocárdica silente

inducida por una taquicardia postoperatoria precoz era frecuente

después de la cirugía vascular y se asociaba de manera significativa

a incidentes isquémicos clínicos postoperatorio

s 72-74 .

Mangano y

cols

. 75

(1990) demostraron que la isquemia detectada mediante

Holter era frecuente (41%) y pronosticaba la aparición de incidentes

cardíacos postoperatorios adversos, con un incremento nueve veces

mayor en la probabilidaddemorbimortalidadpostoperatoria cuando

se comparaba con la isquemia intraoperatoria o preoperatoria.

En la

tabla 32-3

se resumen todos los estudios que se han publi­

cado en la bibliografía inglesa sobre isquemia perioperatoria y mor­

bilidad cardíaca perioperatoria después de una cirugía mayor no car­

díac

a 76-90

. En conjunto, en estos estudios se incluían más de 2.400 pa­

cientes. La mayoría de los estudios implicaban una cirugía vascular

mayor y la monitorización con Holter para la detección de isquemia

perioperatoria (salvo los estudios de Landesberg y cols.,que emplearon

comomonitorización un ECG de 12 derivaciones continuo). Los datos

pusieron de manifiesto que la isquemia perioperatoria era habitual en

los pacientes de alto riesgo, con una incidencia del 24 al 63%, y que,

casi de forma invariable, el descenso del ST coincidía con isquemia (97

al 100%). El promedio de la tasa de IM postoperatorio en dichos estu-

dios era del 3,9% (rango, 0,6 al 15%), la mayoría sin onda Q. La inci-

dencia de todos los episodios cardíacos isquémicos postoperatorios era

del 7,3% (rango, 3 al 37%). Otra observación importante fue que la

duración de la isquemia postoperatoria guardaba mucha relación con

los episodios cardíacos isquémicos postoperatorios. Los pacientes con

isquemia prolongada, frecuentemente de horas, con descenso del ST

en el postoperatorio, tenían más probabilidades de sufrir un IM posto-

peratorio y valores séricos de troponina elevados, mientras que los

episodios de isquemia breves (

<

30 minutos) tenían pocas probabili-

dades de culminar en I

M 87 .

En estudios adicionales se ha demostrado

que la isquemia perioperatoria no sólo se asocia a morbimortalidad

postoperatoria precoz, sino también a largo plazo (5 años

) 88,91 .

Ejemplos de isquemia e infarto

perioperatorios

E

jemplo

1.

 Frank and cols

. 76

publicaron uno de los prime­

ros casos más detallados sobre mortalidad cardíaca postoperatoria

asociada a isquemia con descenso prolongado del ST en el período postoperatorio inducido por la frecuencia cardíaca detectada

mediante monitorización Holter. Un paciente que se sometió a una

cirugía de bypass arterial de la extremidad inferior fue monitorizado

con Holter antes, durante y después de la intervención. En sus regis-

tros se demostraba que había padecido una isquemia miocárdica

silente relacionada con la frecuencia cardíaca en el preoperatorio, que

cedió en el período intraoperatorio, inmediatamente después de la

inducción de la anestesia, para reaparecer en cuanto el paciente se

despertó de la anestesia.En la

figura 32-23

semuestra el agravamiento

progresivo de la isquemia después de la cirugía hasta que el paciente

falleció súbitamente a las 10 horas de la intervención. La isquemia

con descenso del ST en este paciente se produjo a una frecuencia

cardíaca relativamente baja de 80-85latidos/min y en ausencia de

alteraciones notables en la presión arterial. Se muestran dos amplia-

ciones del registro electrocardiográfico alrededor de las 12 de la

noche: uno con una frecuencia cardíaca aproximada de 90latidos/

min, en el que se apreciaba un descenso profundo del segmento ST,

y el otro poco tiempo después, con una desaceleración transitoria de

la frecuencia cardíaca hasta aproximadamente 60latidos/min, en el

que se apreciaba una resolución del descenso del ST casi completa.

Aunque no se midieron los marcadores cardíacos y no se aportaron

datos sobre la función miocárdica mediante ecocardiografía, hay

Electrocardiografía

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Sección III

Control de la anestesia

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