Distensibilidad del aparato respiratorio
El pulmón retrocede como un globo de goma elástico. Por tanto,
es necesaria una presión determinada para mantenerlo insuflado.
La presión necesaria para mantener insuflado el pulmón a un
volumen determinado es la presión pleural menos la presión alveo-
lar, o «presión transpulmonar» (Ptp). Se verá que cada vez se
requiere más presión para un incremento determinado del volumen
cuanto más insuflado esté el pulmón
( fig. 5-3 ) 9. Esta relación curva
de presión-volumen es típica de las estructuras elásticas, y se
encontrará una relación curva de fuerza-longitud también para
una banda de goma.
El comportamiento elástico del pulmón se analiza con fre-
cuencia en relación con la distensibilidad, que es el inverso de la
elastancia. Así, la distensibilidad se expresa como el cambio del
volumen pulmonar dividido por el cambio de la presión necesaria
para producir el aumento del volumen (o la disminución de la
presión que acompaña a una disminución del volumen). La disten-
sibilidad pulmonar normal es de aproximadamente 0,2-0,3 l/
cmH
2
O (2-3 l/kPa
) 9. Varía con el volumen pulmonar, como se
puede ver en la
figura 5-3, y disminuye al aumentar el volumen
pulmonar. Por ello, la distensibilidad depende de forma crítica del
volumen pulmonar al que se mide. Hay que recordar esto si se
realizan registros repetidos para monitorizar la evolución de una
enfermedad. Además, si se reseca un pulmón o una parte del
mismo, la distensibilidad medida se reduce a pesar de que el tejido
pulmonar restante no esté alterado.
En la enfermedad fibrótica pulmonar la distensibilidad está
reducida y la curva de presión-volumen es más plana y está des-
viada hacia la derecha, como se puede observar en la
figura 5-4(evidentemente, la dirección del cambio en la curva de presión-
volumen depende de a qué eje se denomina presión y de a qué eje
se denomina volumen; la figura muestra el trazado estándar
) 9.
Aunque la curva es sensible a los cambios de las propiedades elás-
ticas del pulmón, no permite discriminar entre diferentes enferme-
dades. Por tanto, la fibrosis idiopática, la proteinosis alveolar, la
sarcoidosis granulomatosa y el edema intersticial y alveolar produ-
cen disminución de la distensibilidad y aplanamiento y desviación
hacia la derecha de la curva de presión-volumen.
La pérdida de tejido elástico, como en el enfisema, da lugar a
una curva más inclinada y desplazada hacia la izquierda (v.
fig. 5-4 ) 9.
No se ven cambios similares en la bronquitis crónica o el asma. Por
tanto, el registro de la curva de presión-volumen puede ayudar a
establecer el diagnóstico de enfisema, lo que no se puede realizar
fácilmente con una radiografía de tórax convencional. La hiperairea-
ción que se puede ver en la radiografía de tórax convencional no
permite distinguir entre enfermedad pulmonar obstructiva con y sin
pérdida del tejido elástico. Sin embargo, la tomografía computari-
zada (TC) de alta resolución permite ver la delicada estructura pul-
monar y se puede utilizar para el diagnóstico diferencia
l 10 .Fisiología respiratoria
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Sección I
Fisiología y anestesia
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Figura 5-3
Relaciones de presión-
volumen del pulmón. Obsérvese la
relación curva, que es caracterísica de
una estructura elástica. Obsérvese
también la menor presión pleural (más
subatmosférica) en las regiones
superiores. Por tanto, en una persona
en bipedestación la presión
transpulmonar regional (presión oral
menos presión pleural) es mayor para
las unidades pulmonares apicales que
para las basales. Esto lleva a que las
regiones pulmonares superiores e
inferiores ocupen diferentes posiciones
en la curva de presión-volumen. La
consecuencia es que las regiones
pulmonares inferiores se expanden más
para un determinado aumento de la
presión transpulmonar que las unidades
superiores. Por ello la ventilación va de
manera preferente a las regiones
pulmonares inferiores.
Figura 5-4
Ejemplos de curvas de presión-volumen del pulmón sano
y enfermo. Obsérvese la pendiente mucho más clara de la curva en la
neumopatía fibrótica que refleja un aumento considerable de la variación de
presión y del trabajo respiratorio. Obsérvese también el desplazamiento
paralelo de la curva de presión-volumen de un paciente asmático y bronquítico,
que muestra que en esas enfermedades no tiene por qué modificarse la
distensibilidad, aunque pueda haber aumentado el volumen pulmonar.
Finalmente, obsérvese la pendiente brusca de la curva de un paciente
enfisematoso. Esto indica que hay pérdida de tejido elástico e incluso podría
indicar reducción del trabajo respiratorio. Sin embargo, estos pacientes, así
como los pacientes asmáticos y bronquíticos, tienen aumento de la resistencia
de las vías aéreas, lo que produce aumento del trabajo respiratorio.
(Por cortesía del editor de la serie del BMJ: Respiratory Measurement.)