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Como ya se ha mencionado, las secreciones, el edema y el

espasmo reducen la luz de las vías aéreas. Esto afectará también a

la distribución del gas, porque disminuye o elimina la ventilación

de regiones que están afectadas por la obstrucción de las vías

aéreas, y la aumenta en otras áreas menos obstruidas.

La espiración contra resistencia, como la que se hace contra los

labios medio cerrados («respiración con labios fruncidos»), es una

técnica que a veces se enseña a pacientes con neumopatías crónicas.

Esto puede facilitar la respiración. También hay dispositivos para

espirar a través de ellos y que actúan como resistencia. Estos disposi-

tivos generan una mayor presión en el interior de la vía aérea, lo que

impide que se cierre durante la espiración; éste es el motivo por el que la

respiración es más cómoda. Así, el dispositivo «estabiliza» la vía aérea

y facilita la espiració

n 27 .

Aunque el resultado puede ser el deseado, la

explicación es incorrecta. La mayor presión en la vía aérea se puede

generar únicamente aumentando el esfuerzo espiratorio, y esto

aumenta la presión pleural en la misma medida que la presión en la

vía aérea. La disminución de la presión a través de la pared de la vía

aérea será la misma que sin la resistencia espiratoria, y esto no hará

que la vía aérea sea más estable. Lo que sí puede explicar el efecto

beneficioso es que la resistencia espiratoria aumenta el volumen pul-

monar y ralentiza la espiración. El primer fenómeno (aumento del

volumen pulmonar) es la única forma de aumentar la presión trans-

pulmonar y a través de las vías aéreas, y esto estabiliza la vía aérea.

Simultáneamente, se produce un aumento general del calibre de las

vías aéreas que reduce aún más la resistencia, como ya se ha señalado.

Este segundo fenómeno (ralentización de la espiración) reduce la

disminución de la presión desde los alveolos hacia la boca porque un

menor flujo requiere una menor presión impulsora. Por estos meca-

nismos el punto del árbol de las vías aéreas en el que la presión en el

interior de la vía aérea ha disminuido hasta un valor inferior al que

hay fuera de la vía aérea (igual a la presión pleural) se desplaza hacia

la boca

( fig. 5-9 )

.Así, el flujo respiratorio lento puede permitir despla-

zar el «punto de igual presión», en el que la presión en el interior y en

el exterior de la vía aérea es igual, hacia las vías aéreas de mayor calibre

o la boca, lo que impedirá que las vías aéreas flácidas se colapse

n 28 .

Difusión de gas

Difusión en las vías aéreas y los alveolos

El flujo de gas es convectivo en las vías aéreas de tamaño grande y

medio, hasta aproximadamente la 14.ª generación. Las vías aéreas a

este nivel empiezan a afilarse y a tener alveolos, y participan en el

intercambio gaseoso con la sangre pulmonar. En las últimas genera-

ciones de la vía aérea, de la 15.ª a la 23.ª, el área transversal total de

las vías aéreas aumenta rápidamente, desde 2,5cm

2

en la tráquea

hasta 70cm

2

en la 14.ª generación que entra en el acino, hasta 0,8 m

2

en la 23.ª generació

n 29 .

La superficie alveolar total es de unos 140 m

2

.

La velocidad del flujo de gas disminuye a medida que aumenta el área.

Para una respiración normal, la velocidad media del gas en la tráquea

será de aproximadamente 0,7m/s, pero en la superficie alveolar no es

mayor de 0,001mm/s. Esto es mucho menor que la velocidad de

difusión del O

2

y el CO

2

en las vías aéreas y los alveolos. Por tanto, el

transporte de O

2

y CO

2

se realiza mediante difusión en las vías aéreas

periféricas y en los alveolos, pero no por flujo convectivo. Se puede

detectar CO

2

en la boca después de unos pocos segundos de una

pausa de apnea. Sin embargo, esto se debe no sólo a la difusión, sino

también a la convección que produce el corazón que late de forma

activa y que actúa como bomba de mezclado. Sin embargo, incluso

enausenciadelatidoscardíacos,elCO

2

aparecealospocossegundosen

la abertura de las vías aéreas. Esta difusión rápida tiene implicaciones

cuando se mide el espacio muerto mediante el registro de la curva

del CO

2

espiratorio: una pausa de apnea inspiratoria reduce el espacio

muerto medido hasta cero, aunque la respiración se aguante durante

tan sólo unos pocos segundos.

Se ha discutido muchas veces si la mezcla de gases es completa

en los alveolos de un pulmón normal durante la respiración, o si hay

gradiente de concentración,amenudo llamado «heterogeneidad estra­

tificada».Muchos autores consideran que las concentraciones alveola-

res son homogéneas. Sin embargo, si las dimensiones alveolares

aumentan, por expansión o confluencia de varios alveolos, como en

el enfisema, la distancia de difusión puede ser demasiado grande para

permitir la mezcla completa del gas inspirado y el gas alveolar durante

la respiración normal. Esto producirá heterogeneidad estratificada de

las concentraciones de gases respiratorios en la unidad alveolar y tiene

un efecto latente sobre el intercambio gaseoso, similar a la distribución

heterogénea de la ventilación por otros mecanismo

s 30 .

Difusión a través de las membranas alveolocapilares

El oxígeno difunde pasivamente desde la fase gaseosa alveolar

hasta el plasma y los eritrocitos, en los que se une a la hemoglobina.

El dióxido de carbono difunde en la dirección opuesta, desde el

plasma hasta los alveolos. La cantidad que puede difundir a través

de las membranas durante un período determinado viene deter-

minada por: 1) el área superficial disponible para la difusión, 2) el

espesor de las membranas, 3) la diferencia de presión del gas a

través de la barrera, 4) el peso molecular del gas y 5) la solubilidad

del gas en los tejidos que tiene que atravesa

r 31

. Estos factores se

comentan los párrafos siguientes.

Á

rea

superficial

. Es evidente que el volumen pulmonar

es importante. Cuanto menor sea el pulmón, menor será la difu-

sión total. A esto se debe añadir que la superficie pulmonar se

puede utilizar para la difusión únicamente si hay sangre circulante

en el lado capilar. Así, el volumen de la sangre capilar pulmonar es

un determinante importante de la difusión. La influencia relativa

del área y las características de la membrana, así como el volumen

de la sangre capilar, se pueden analizar por separado por medio de

Fisiología respiratoria

135

5

Sección I

Fisiología y anestesia

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Figura 5-8

 Volumen pulmonar en reposo (capacidad residual funcional

[CRF]), bipedestación y decúbito supino, y capacidad de cierre (CC, no se ve

afectada por la posición corporal), a diferentes edades en personas sanas.

Obsérvese la menor CRF, en aproximadamente 0,7-0,8 l, en decúbito supino

(un efecto del desplazamiento craneal del diafragma por los órganos

abdominales). Como se puede ver, también hay un ligero aumento de la CRF

con la edad para una altura y un peso constantes. Esto es efecto de la

pérdida de tejido elástico con el envejecimiento. Finalmente, obsérvese el

aumento más rápido de la CC con la edad, lo que da lugar al cierre de las vías

aéreas por encima de la CRF en personas en bipedestación, de 65-70 años de

edad o mayores. En decúbito supino las vías aéreas pueden cerrarse durante

la respiración incluso a los 45-50 años. Esta relación entre la CC y la CRF es

una explicación probable de la disminución de la oxigenación de la sangre

con la edad. También se puede ver el efecto de la anestesia con reducción de

la CRF, por lo que las vías aéreas se pueden cerrar ya en personas de 30 años

de edad (v. sección «Volumen pulmonar y mecánica respiratoria durante la

anestesia»). Las curvas se basan en datos combinados de diferentes estudios.